24H LE MANS

Albert Costa logra el imposible en su estreno en Le Mans y Ferrari regresa a lo más alto 58 años después

El piloto catalán se convierte en el 10º español en sumar una victoria en su categoría (LMP2), mientras que Toyota cede la corona.

El Ferrari #51 ganador de las 24h de Le Mans. /AFP
El Ferrari #51 ganador de las 24h de Le Mans. AFP
Sergio Lillo

Sergio Lillo

Le Mans.- El centenario de las 24 horas de Le Mans ha conseguido poner de acuerdo a los más de 300.000 aficionados que se han congregado en el trazado francés este fin de semana en todo un festival dentro y fuera de la pista. En una de las mejores ediciones de los últimos tiempos, donde la batalla se prolongó desde el banderazo de salida de LeBron James hasta la bandera a cuadros, un español ha escrito su nombre en la leyenda de la carrera. Albert Costa y su victoria en la categoría LMP2 (segunda división) han puesto la guinda a 1.440 minutos de locura, drama, pausa engañosa, bostezos, música discotequera y tensión hasta el final.

Este 2023 supone el inicio de una nueva era de la resistencia a nivel internacional, en la que siete fabricantes han competido en la primera división, Hypercar, con otros tres con proyectos para hacerlo el año que viene. Y entre todos ellos ha reinado uno que regresaba 50 años después de la última vez a luchar por la victoria general. El triunfo de Ferrari con el #51 de Antonio Giovinazzi, ex de F1, James Calado y Alessandro Pier Guidi devuelve una corona que los de Maranello no se endosaban desde 1965, con el 250LM de Jochen Rindt y Masten Gregory.

La batalla por la victoria absoluta se desató desde la primera vuelta, cuando los dos Toyota se colaron entre los dos Ferrari, que salían en las dos primeras posiciones. Pero el primer sobresalto entre los 16 Hypercar en liza no esperó a que se acabasen los primeros 13,62 km de carrera, cuando unos de los Cadillac se fue contra las protecciones y provocó el primer Safety Car, que supuso un primer gatillazo durante 40 minutos de reparaciones. El murmullo de las gradas se levantó de nuevo en la relanzada y los Toyota no desaprovecharon la ocasión para colocarse al frente, por delante del Ferrari #50 del español Miguel Molina, pero pilotado por uno de sus compañeros.

Aunque la primera hora anticipó un duelo cerrado entre Toyota y Ferrari, lo cierto es que los múltiples accidente durante la tarde condicionaron a ambas estructuras y permitieron que Cadillac, Porsche y Peugeot (12 años después) llegasen a comandar la carrera y se diesen un homenaje, aunque lejos siempre del ritmo de los candidatos al triunfo final.

En mitad de todo el caos provocado por la lluvia que empezó a caer sobre las 22.00h de la noche, Peugeot se dio el lujo de liderar la carrera con el #94, tras un error nada habitual de Pier Guidi en el Ferrari #51, que había aguantado el liderato hasta el momento. Pero el gran varapalo para uno de los principales favoritos llegó a 15h55 del final, cuando el Toyota #7 de Kamui Kobayashi se quedó parado en pista y abandonó tras recibir por detrás el impacto de dos doblados (el Ferrari 66 y el Alpine 35).

Hasta ese momento, solo se habían disputado 3h11 de bandera verde, de las 8h47 de carrera y se habían producido 12 abandonos, frente a los ocho totales de 2022. Pero el pasar de las horas y la llegada de la noche arrojó un jarro de agua fría en las opciones del Ferrari 50 de Miguel Molina, que sufrió la rotura de un radiador del ERS (sistema de recuperación de energía eléctrica) causada por una piedra y cedió seis vueltas en torno a las dos de la madrugada, mientras sus mecánicos lo reparaban. Esto les dejó fuera de toda posibilidad y él y sus compañeros, Nicklas Nielsen y Antonio Fuoco, se tuvieron que conformar con el quinto puesto final.

Un estreno por todo lo alto

Quien no ha dejado piedra sin remover desde que le llamaron en febrero para sumarse al proyecto (modesto) del equipo polaco Inter Europol es Albert Costa. Y su estreno en Le Mans es digno de enmarcar. El piloto catalán, que estuvo cuatro años alejados del volante después de que en 2012 colgase momentáneamente el casco tras ser estafado a las puertas de la F1, ha demostrado la calidad que atesora, completando cuatro relevos estelares para un total de 8h40 a bordo del Oreca #34 y tirando del carro ante rivales más experimentados y con más hábito a pelear arriba.

Su stint final contrarrestando el ritmo del WRT #41 pilotado por nada menos que Robert Kubica, todo un ganador en la F1 y uno de los grandes talentos de su generación, es un buen reflejo de que estamos ante un piloto que merece la oportunidad de un contrato con alguno de los grandes fabricantes de la principal división de la resistencia mundial. Cabe recordar que en la primera vuelta de la carrera el equipo estaba 20º de los LMP2.

Pero para llegar allí, tanto él como sus compañeros, Fabio Scherer (al que le pasó un rival por encima del pie a primera hora de la tarde del sábado y que ha corrido dolorido) y Jakub Smiechowski no cometieron fallos en las complicadas horas nocturnas y el equipo Inter Europol acertó de pleno con la estrategia. Todo ello pese a tener que cumplir un Drive Through a 3h15 del final, lo que les hizo contar con solo 16 segundos de margen sobre su más directo rival para el tramo definitivo de la carrera. Un fallo en la radio durante el último relevo de Scherer hizo temer lo peor, ante un Deletraz que apretaba con todo en el 41. Pero el #34 puede saborear ya una victoria histórica y muy trabajada.

La batalla final en Hypercar

El amanecer encarriló las posiciones de honor de las tres categorías, y Brendon Hartley (Toyota 8) y Antonio Giovinazzi (en el Ferrari 51) se marcaron un relevo estratosférico vuelta rápida tras vuelta rápida en dos de las últimas cuatro horas para mantener las distancias en torno a los 10 segundos... y con la misma estrategia. Pero la entrada de Ryo Hirakawa en el Toyota puso punto y final al duelo. El japonés se salió de pista a 1h43 del final y sentenció la 91ª edición de las 24h de Le Mans.

El tercer escalón del podio fue a parar a Cadillac, que con su #2 confirmó su solidez en carrera, aunque con la ausencia de ese puntito más para estar peleando de tú a tú hasta el final. En GTE Am, el único Chevrolet de toda la parrilla se hizo con el triunfo por delante del Aston Martin #25 y el Porsche #86. Las Iron Dames (equipo 100% femenino) se quedaron a las puertas de un histórico podio en Le Mans, después de haber estado peleando de principio a fin por la victoria y haber liderado durante parte de la carrera.

La victoria de Ferrari es un ejemplo de lo que es capaz de lograr Maranello cuando todos suman en la misma dirección. Un triunfo único con el que destronan a Toyota después de cinco años consecutivos de los japoneses en lo más alto, que iniciaron con la de Fernando Alonso, Buemi y Nakajima en 2018. Ferrari está de vuelta y ahora es el rival a batir.

RESULTADOS COMPLETOS - 24 HORAS DE LE MANS 2023