No podía ser en otro sitio: Mari Boya es profeta en su tierra y gana la Sprint de F3

José María Navalón Boya, o Mari Boya, como todos en el paddock lo conocen, ha cortado la cinta inaugural del Gran Premio de Barcelona de la mejor manera posible para el público de casa: ganando la Sprint Race de su categoría, F3. Es su primera victoria en la categoría, y no podía llegar en ningún otro lugar que en su querida Cataluña, ante su gente.

El de Lés (Lleida), aprovechó el toque entre los Trident (Ramos y Meguetounif) para hacerse con el primer puesto de la mano de Campos Racing, y estuvo además acompañado por su compañero de equipo Oliver Goethe, tercero. Solo Alexander Dunne los pudo separar. Le vino como anillo al dedo el toque entre los compañeros, que salían en primera línea, ya que partiendo desde la tercera posición supo aguantar la presión tras el coche de seguridad desplegado a raíz del toque.

Ya cuando el Safety Car se retiró, arrancó en el momento más preciso la marcha y terminó resistiendo como un jabato el intento de Dunne de acercarse, incluso con el DRS a disposición del piloto de MP Motorsport. Con el irlandés apretándole las tuercas, un nuevo accidente entre Minì y Montoya le permitió descansar hasta la última vuelta de nuevo bajo el ritmo del coche de seguridad. Así, queda octavo en el Mundial de Pilotos con 40 puntos, superando al propio Meguetounif.

Se está convirtiendo en costumbre ver a un piloto español a los mandos de este coche campeonar en el Circuit de Barcelona. El año pasado fue el prometedor Pepe Martí, ahora ascendido a Fórmula 2, el encargado de llevar al equipo a la victoria, y hace dos el ganador resultó ser David Vidales. Ahora, con apenas 20 años cumplidos en el pasado mes de abril. Mari Boya se suma a la lista.