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Miguel Ángel Lozano, el 'pistolero' al que Topuria da galones: "Sin las MMA no sé que habría sido de mi vida"

Miguel Ángel Lozano, más conocido como Colombo, disputa este sábado en WOW 17 el combate más importante de su carrera. El pegador se enfrenta a otro hombre de características similares, Umakhan Ibragimov.

Miguel Ángel Lozano./WOW
Miguel Ángel Lozano. WOW
Álvaro Carrera

Álvaro Carrera

"Una vez, corrí a casa a pedir ayuda a mi hermana porque unos niños me estaban tirando piedras. Ella bajó a ayudarme y cuando vi que uno le quería pegar dentro de mí salió algo instintivo… noqueé al niño y descubrí que lo de pelear se me podía dar bien", reconoce Miguel Ángel Lozano. Nacido en Cali (Colombia), con ocho años se mudó junto a su madre y su hermana a Aranjuez, dónde se ha criado. "Siempre digo con orgullo que soy de allí. Tengo el síndrome del emigrante. Los españoles me dicen que no lo soy del todo y los colombianos… opinan igual. Yo lo veo diferente. Tengo el honor de poder representar a dos países", reconoce con una sonrisa.

Colombo, como es apodado, no tuvo una integración sencilla en nuestro país. "Había expresiones que allí en Colombia son mucho más fuertes que aquí. No lo entendía y acaba a golpes. Ya de adolescente, tenía casi todos los vicios malos que se pueden tener. Me apunté a un gimnasio al lado de casa porque era tan delgadito que los musculados me "quitaban" las chicas que me gustaban y allí vi una clase de grappling. La probé y me enamoré. Desde ese día se acabó el alcohol, el tabaco y todos los malos hábitos. Mi prioridad pasó a ser entrenar. En casa siempre me sentí apoyado, pero pensaban que sería una moda… hasta que vieron que renunciaba a cosas por las MMA", reconoce.

La disciplina que aprendió en el gimnasio le sirvió para rechazar las malas compañías y hábitos. "Sin las MMA no sé qué habría sido de mi vida. En este momento, con 28 años, estaría mal", admite sin titubeos. El deporte fue su válvula de escape y sueña con que lo sea también para su familia. "Mi sueño es llegar a UFC y ser campeón, pero mi mayor logro sería poder darle una gran vida a mi madre. Comprarle una casa en Cali y que pueda vivir allí tranquila, sin agobios", afirma emocionado. Su familia, y su pareja, son su motor. "No quiero nada para mí. Si llego donde quiero estaré contento por poder ayudar a los míos", añade.

Con esa premisa de buscar un futuro mejor, Colombo se ha ido labrando un nombre en las MMA nacionales, pero le ha costado. Tras una breve etapa amateur, en septiembre de 2016 debutó profesionalmente. Ganó antes del límite. Su pegada, conocida de sobra en el mundillo, le lastró tanto que no fue hasta mayo de 2021 cuando pudo volver a disputar un combate. "Se me cayeron un montón de peleas. Me ha seguido pasando, pero esa oportunidad estoy muy agradecido de ella. Me avisaron con corto aviso e iba a perder contra el chico de la empresa, pero para mí pelear en AFL era un sueño. Fui y sorprendí a todos. Con esta empresa no puedo tener más que palabras de agradecimiento. Me dieron la oportunidad que necesitaba", apunta.

En AFL disputó cinco combates. Finalizó en todos menos en uno. Colombo creció a pasos agigantados, logrando en su último pleito allí una victoria ante un ex de Bellator al que noqueó en el primer asalto. Su pegada es su mayor activo. "Salgo a ganar, no a pelear", repite una y otra vez. En verano de 2024 decidió dar un giro a su carrera. Sabía que si quería llegar a lo máximo debía cambiar cosas. Dejó su trabajo en un almacén y firmó con Iridium Sports, una de las empresas líderes en el sector. Tienen un montón de luchadores en nómina en UFC. Ese es el objetivo, pero necesita pelear y en España él está siendo el dueño de su destino.

Así llegó a WOW en septiembre. Ilia Topuria acababa de entrar en el accionariado de la empresa. Colombo ganó en el primer asalto y El Matador anotó su nombre. Para el primer show de WOW en Madrid bajo su batuta, Topuria contactó con Lozano. "Me contactaron de su equipo y para mí fue un honor", reconoce el luchador. Querían ponerle en el estelar de WOW 17 (este sábado). Le ofrecieron la mayor pelea entre españoles que se recuerda. Debía enfrentarse a Ignacio Capella. Todo estaba cerrado, pero el balear tuvo que apearse del pleito por una lesión. El hispanocolombiano, con un récord de 7-0, no le tema a nada y no dudó en aceptar el nuevo nombre: Umakhan Ibragimov, quien posee 8 victorias en nueve combates profesionales. Todos sus pleitos han terminado en el primer asalto.

"Me encanta la idea de pelear contra Capella y si en el futuro me vuelven a ofrecer el combate lo aceptaré sin ningún problema. No obstante, prefiero pelear contra alguien que no sea español ya que en nuestro país somos muy pocos. Ibragimov, por su origen, me puede dar mayor repercusión internacional", admite. Nacido en Daguestán (Rusia), vive y tiene nacionalidad inglesa. Su registro asusta, pero a Colombo le motiva: "No ha peleado contra alguien como yo. Nadie le ha pegado cómo lo voy a hacer yo. Va a ser una pelea breve". Ibragimov no es mucho de hablar, pero lo poco que dijo en la rueda de prensa de presentación fue claro: "He venido aquí para ser campeón. Para mí es una gran oportunidad. Soy un luchador y soy daguestaní. Hablaré en la jaula". El duelo de pegadores se presenta impredecible y excitante. Para Miguel Ángel Lozano es la pelea. La victoria le podría abrir muchas puertas, esas por las que renunció a su trabajo. Quiere abrirlas para cambiar la vida a su familia gracias a las MMA, un deporte que, pase lo que pase, a él ya le ha salvado.