Mikel Fernández hace historia para el muaythai español: "Me avisaron con diez días como reclamo para los apostantes"
El vasco se convirtió en el primer español que gana un título en el estadio más antiguo de Tailandia, el Rajadamnern. Con su triunfo está entre los diez mejores luchadores del recinto.

Tailandia busca en los últimos años un cambio. El país asiático es la cuna del muaythai. Es el deporte nacional y buscan que la tradición se mantenga, pero el empuje de las Artes Marciales Mixtas complica todo. Por ello, tras la pandemia el modelo de negocio está cambiando. Los grandes estadios han abierto su mente. Han permitido que las mujeres peleen allí, ya que antes estaban prohibidos al considerar la tradición que el ring es "un lugar sagrado" y las mujeres "lo violaban por tener la menstruación". Además, también permiten que más extranjeros tengan su lugar en los principales estadios. Es una vía aperturista clara, lo que les está otorgando mayor visibilidad internacional. Lo que querían.
Este proceso está haciendo que la mayoría de los eventos en los grandes estadios puedan verse a través de televisión o streaming. Positivo, pero a la vez negativo. Quitando los grandes eventos, en Tailandia donde más se gana es con las apuestas in situ. Es algo cultural y que está muy arraigado. La gente va y al igual que pide comida y bebida, apuesta a favor de sus luchadores favoritos. Por ello, cuando no son megaveladas, algunos promotores están optando por no darlas en televisión. De esta manera obligan a los aficionados a ir al estadio y de esta manera aumentan el número de apuestas.
Uniendo los dos factores encontramos a Mikel Fernández. El vasco, de 32 años, regresó a Tailandia en 2022. Ya había vivido en el país asiático de 2017 a 2019, pero en su segunda etapa todo es diferente. "Antes peleabas en un evento grande, como fue mi caso, y se notaba, pero ahora la nueva manera de vender el deporte ha reconectado a la gente. Eres una superestrella, lo que se nota también en las bolsas", admite el peleador. Mikel había tenido un 2023 muy cargado. Las Rajadamnern World Series (RWS) han dado una segunda vida al Rajadamnern, estadio más antiguo de Tailandia (cumple 78 años en diciembre).
"Es una liga seria. Ellos se encargan de ti si tienes alguna lesión, te dan continuidad… es un lujo y sobre todo no tienes que preocuparte de irte buscando la vida tras cada pelea. A mí este año me han dado la oportunidad de pelear contra los mejores de mi peso (supergallo). He ganado y he perdido, pero he vivido algo único y he aprendido mucho", admite Fernández. Tras una intensa temporada, Mikel estaba preparando los World Combat Games que se celebraban en Arabia Saudí (20-30 octubre), una competición amateur que reúne a diferentes disciplinas de combate y llama a los cuatro mejores luchadores de cada peso. El español, que compagina el muaythai profesional con la selección amateur, estaba centrado, pero todo cambió.
"Mi manager, Bernat Palanques, me llamó porque le habían ofrecido pelear por un título el 17 de octubre. Faltaban diez días, pero no dudé. Podría haberme costado ir a los World Combat, pero era un ocasión única", admite Mikel. La llamada corresponde a la suerte trabajada. GSV, el mismo promotor de RWS, organizaba un show en el Rajadamnern con un cinturón Mundial WMO (una de las organizaciones tailandesas más prestigiosas), pero la caída de uno de los contendientes les hizo buscar otro plan. Entonces entraron en juego las apuestas.
"El evento no fue televisado en directo, por ello buscaron un poco vender la dinámica de las películas. Pusieron a un local y a un extranjero, en este caso yo. La narrativa se vendía sola y saben que eso en Tailandia hace que un número mayor de gente apueste. Además, pusieron el cinturón Intercontinental WMO en juego. Lo vendieron como una lucha de continentes, algo que allí gusta mucho", reconoce el español.
Mikel Fernández siempre da batalla, por lo que muchos promotores lo tienen presente. Dar espectáculo es un plus a la hora de casar combates. Le dieron la oportunidad y Manos de Plomo no lo desaprovechó. Hizo honor a su apodo y noqueó al local Chatsuer Or.Bor.Tor Lampongtamai. Ese triunfo le permitió hacer historia. Ningún español había ganado un título en el Rajadamner. Otro hito conquistado. "Todavía lo estoy asimilando ahora mismo. Tras esa pelea me fui a Arabia Saudí y en el fragor de la competición no lo asimilas. Es algo que me costará hacerlo. Lo importante es que este cinturón me ranquea entre los diez mejores del estadio en mi peso, lo que significa que soy seleccionable para disputar el título. Ese es mi objetivo para 2024", espeta confiado.
Bronce en los World Combat Games
Todavía con el subidón en el cuerpo, Mikel viajó a Arabia Saudí, donde obviamente no llegaba en las mejores condiciones. "El combate lo gané por KO, pero había sido duro, pero no quedaba otra que apretar los dientes e ir con todo. Fue difícil, porque en la primera mano que me conectaron en el mentón noté cómo me partieron la mandíbula", reconoce. Luchaba contra el representante saudí y la pelea iba igualada tras dos asaltos. Con la adrenalina del momento pudo ir a por el KO y lo consiguió en el tercer asalto. Era momento para la reflexión. El formato de los World Combat Games es diferente al tradicional. Ponen en liza cuatro luchadores y los enfrentan en formato liguilla. Con dos derrotas el luchador es eliminado y el primero pasa a la final. El otro puesto se lo juegan segundo y tercero.
Con ese sistema en la cabeza, Mikel se aplicó hielo en la mandíbula para que no notasen la inflamación y "le permitiesen pelear". "Con la mano pegada al mentón y el pateo pude llevar el segundo combate. No podía permitir que me golpeasen en el lado derecho de la cara. No aguantaría el dolor", afirma. Estaba a las puertas de la medalla y ahí entró la picaresca. Con Saray Medina, seleccionadora nacional, crearon un sistema de signos. En el ring de al lado, al mismo tiempo, peleaba el rival al que él había ganado por KO. Si ganaba, se clasificaba para la siguiente ronda y asegura medalla. "Saray estaba atenta y en cuando dieron el resultado que nos interesaba tiró la toalla. No merecía la pena sufrir más. Era bronce", añade. Con el metal en el bolsillo, Fernández no concurrió en semifinales. Encadenó dos éxitos y ahora está de regreso en España. Esta semana pasará por el quirófano para operarse la mandíbula y tras la recuperación regresará a Tailandia. Está en su prime y los grandes combates le están esperando.