MUAY THAI

Antonio Orden, la odisea de ser chatarrero y campeón mundial de muay thai: "Pierdo dinero cada vez que peleo"

El madrileño consiguió el cinturón de la WBC el pasado 4 de febrero.

Antonio Orden posa en el vestuario con su cinturón de campeón mundial./Pablo García Sacristán
Antonio Orden posa en el vestuario con su cinturón de campeón mundial. Pablo García Sacristán
Álvaro Carrera

Álvaro Carrera

Solo el speaker fue capaz de mandar a la lona a Antonio Orden el pasado 4 de febrero. El madrileño, de 31 años, acababa de cumplir uno de sus sueños. "El nuevo campeón mundial WBC de muay thai del peso pluma es Antonio Orden", comunicó el presentador del evento. En ese momento, las lágrimas empezaron a correr por el rostro del luchador y su primer impulso fue arrodillarse. El árbitro le pidió rápidamente que se levantase. Había dado una exhibición ante el brasileño Noelison Silva (ganó por amplia decisión unánime) y debía alzar su cinturón.

Antonio Orden, en el vestuario minutos previos al combate por el campeonato del mundo. PABLO GARCIA SACRISTÁN
Antonio Orden, en el vestuario minutos previos al combate por el campeonato del mundo. PABLO GARCIA SACRISTÁN

El público que abarrotó el Polideportivo José Caballero de Alcobendas gritaba de emoción por ver a su ídolo triunfar, pero Orden no podía parar de llorar. Por su cabeza estaba todo lo que había tenido que pasar para llegar a ese momento. Era campeón, pero su pensamiento estaba en todo el tiempo que le "tiene que quitar a su familia" para cumplir sus metas. Hace dos años que se jugó todo por él mismo y la primera parte del premio la recibió en Alcobendas.

La vida de Antonio Orden puede parecer la de un luchador mas. En España la gran mayoría de ellos no pueden dedicarse al deporte al completo, pero la suya es diferente al resto. Hace dos años, cansado de la "falta de oportunidades" fue uno de los creadores de Union Promotions. Con esa promotora perseguía un objetivo personal y otro general. Su meta es llegar a One Championship, una de las principales empresas de deportes de contacto y líder en cuanto a muay thai y kickboxing.

Para llegar a One Championship, Orden sólo encontró un camino. "Sin un padrino, es difícil. Ellos para fichar extranjeros tienen muy en cuenta los títulos del Consejo Mundial de Boxeo (WBC, en inglés) en su parte de muay thai por su prestigio. Ese fue el camino que elegí" recuerda a Relevo. Además, incluyendo estos cinturones (intermedios de inicio) en sus eventos, lograba generar "ilusión" en el resto de peleadores. "Que tengan un objetivo claro y que vean que pueden cumplirlo es clave para que sigan creciendo", añade.

Los luchadores en España no ganan lo suficiente como para vivir del deporte y los promotores, tampoco. De hecho, los que arriesgan el dinero en ocasiones ven como la inversión no retorna. Si en una misma persona juntas la misma figura, te queda Antonio Orden. "A mí me cuesta dinero pelear, pero es por cumplir un sueño", afirma sin titubeos un campeón mundial que en la mañana de su pelea estaba en el pabellón colocando sillas y revisando que todo estuviese en su sitio. Los cinturones, como el del pasado 4 de febrero, reconfortan, pero la nevera no se llena con ellos.

El madrileño tiene un gimnasio, en el que da clases todos los días, además, cuando no está en preparación también trabaja por las mañanas en la chatarrería que tiene su suegro. "Sin pelea a la vista entreno, pero tengo una vida mas similar a la de un padre normal", apunta. Su hija "todavía no se da cuenta" de lo que su padre logra, pero en su familia siempre ha encontrado un apoyo.

Antonio Orden y Noelison Silva intercambian golpes durante su combate. Pablo García Sacristán
Antonio Orden y Noelison Silva intercambian golpes durante su combate. Pablo García Sacristán

Los deportes de contacto siempre han formado parte de la vida de Antonio. Cuando era un niño disfrutaba viendo por televisión K-1 World Grand Prix en Japón. Cuando pisó un gimnasio por primera vez tenía como objetivo llegar a ese evento. Años después tarde lo logró. Era joven y le quedaba todavía un largo camino por delante. Despunta cada vez que pelea, pero tras la pandemia sus objetivos se volvieron más ambiciosos y quiso ir un paso más allá. España se le quedaba pequeña. Esa apuesta algunos pueden tildarla como "una locura", pero Orden lo ve como "una inversión".

"Cuando firme con One Championship (él tiene claro que la oportunidad le acabará llegando). Me llevaré a mi familia conmigo para poder devolverles el tiempo que les he quitado para lograr mi sueño. El dinero va y viene, pero lo que mas echo en falta son los momentos que no puedo estar con ellas", reconoce el luchador. Esa rúbrica la ha visualizado y aunque sería cumplir un sueño más, tampoco se volvería loco. "Si esa llamada llega, les daré un abrazo a mi mujer y mi hija y les diré: 'lo hemos conseguido'. Después seguiré trabajando para poder hacer una buena carrera allí", concluye. El hombre de los retos pone otro check en su lista. Los pies no los levanta del suelo. El esfuerzo diario es su mayor virtud.