MMA

Raquel González: la terapeuta ocupacional que descubrió los deportes de combate en Brasil y ahora es subcampeona mundial de MMA

Raquel González logró la plata en la categoría de 56,7 kilos en el Mundial IMMAF celebrado en Serbia el pasado febrero.

Raquel González caminando hacia la jaula antes de un combate./
Raquel González caminando hacia la jaula antes de un combate.
Álvaro Carrera

Álvaro Carrera

El crecimiento de la base de las Artes Marciales Mixtas en España es evidente. Se muestra en que cada vez hay más competiciones y de mejor nivel, pero el mejor ejemplo viene en los grandes torneos. El pasado febrero, en Serbia, se celebró el Mundial IMMAF (principal organización de MMA amateur) y la Selección regresó con dos medallas. Un hito. David Hervías, campeón continental el pasado año, fue bronce (83,9 kg) y Raquel González (56,7 kg) fue plata. Ambos, como el resto de los internacionales, deben sufragarse los gastos de sus viajes al torneo.

"Tenía la esperanza de que si lograba un gran resultado apareciese algún patrocinador para por lo menos no tener que poner dinero por ir a competir. Lo hago con gusto porque es mi pasión, pero una ayuda siempre viene bien", reconoce González a Relevo. La leonesa, de 27 años, vive en Irlanda por trabajo. Es terapeuta ocupacional allí, pero su tiempo libre lo emplea en crecer en el deporte. "No me quedan ni días de vacaciones para poder ir a Astorga", bromea. El esfuerzo ha tenido su recompensa en forma de medalla. "La de IMMAF era la que me faltaba. Había ido dos veces más y me faltaba creérmelo. Era capaz de ver los fallos y en este Mundial me visualicé en el podio. Una vez que pasé la primera ronda tenía claro que lograría el objetivo. Las otras veces no lo hice y ahí fallé", admite.

Pese a que ya han pasado muchos días del subcampeonato mundial, González todavía "sigue asimilando la noticia". "En el momento estaba triste por la derrota en la final, pero en cuanto me pusieron la medalla pude valorar lo que significaba. Es la recompensa a todo el esfuerzo", apunta. Su persistencia ha sido clave, ya que no ha podido tener gran continuidad y sus inicios fueron duros.

Con 21 años, Raquel acabó en Brasil. Estaba haciendo su Erasmus en Portugal y vio la posibilidad de vivir en Brasil becada. No dudó y apareció allí. El deporte siempre estuvo presente en su día a día y cuando llegó a su nueva residencia siguió jugando al fútbol. Un día, cerca de su casa, vio un anuncio de clases de jiu-jitsu y decidió apuntarse. Le enamoró. De vuelta en España continuó con el deporte, aunque en su versión japonesa. Era una afición, sin mayor ambición. En 2019 había logrado tener mayor continuidad y la incitaron a comenzar a practicar MMA. "No quería llevarme golpes en la cara (risas), pero probé y me decían que adquiría todos los conceptos muy rápido. En ese momento de mi vida fue importante para mí, necesitaba algo en lo que sentirme buena. Hice tres peleas en poco tiempo. Me faltaba experiencia y perdí", relata.

Pese al mal inicio, González no dudó en que quería seguir con ese camino. La oportunidad de trabajar en Irlanda provocó un importante cambio en su vida, pero una vez estabilizada buscó un gimnasio. "Peleé también muy pronto y volví a perder. No me desanimó en absoluto. El problema fue la pandemia, que siendo sanitaria me obligó a parar. Seguía entrenando online, estaba decidida", recuerda. Su persistencia le sirvió para que cuando la situación sanitaria mejoró, pudiese volver al gimnasio con ganas renovadas. "Desde finales de 2021 pude comenzar a entrenar con regularidad y eso provocó que los resultados empezasen a salir", apunta.

Raquel González festeja una victoria en el Mundial.
Raquel González festeja una victoria en el Mundial.

Con la continuidad necesaria, esta trotamundos fue creciendo hasta llegar al subcampeonato mundial. El campo profesional debería presionarla, pero esa palabra no va con ella. "Sabía que me lo ibas a preguntar (risas). No me he pensado nada ni he cambiado ningún plan. Tengo muy claro que mi profesión es otra, entonces ser 'profesional' en el deporte no lo veo ahora mismo. Quiero seguir entrenando y disfrutando. Tengo la suerte de que en Irlanda hay muy buen nivel en los gimnasios y eso me hace evolucionar a ritmo mayor del que podría hacer en España. Tengo varias peleas ya en mente y mi intención es ir al Europeo IMMAF de este año. De momento no han cambiado los planes", concluye.