Erceg roza la proeza ante Pantoja en el UFC 301

Negaba con la cabeza Steve Erceg mientras Bruce Buffer, speaker de la UFC, daba el veredicto de su combate contra Alexandre Pantoja. El brasileño ganó por decisión unánime, pero ajustada: 48-47, 48-47 y 49-46. El local, para alegría del público de Río de Janeiro, retuvo el Campeonato de la UFC del peso mosca. Fue un pleito que sorprendió para bien y en el que el aspirante pudo ganar. Los dos minutos finales del duelo fueron los que decidieron todo. Erceg llegaba a la oportunidad de rebote desde el décimo puesto del ranking de la división. Nadie contaba con él y tuvo la victoria en su mano. Él lo sabía y por ello se lamentaba.

Pantoja, como acostumbra, salió muy fuerte, pero la sensación era que si Erceg lograba mantener la pelea arriba tenía peligro. Así se evidenció en el segundo round, que lo gana. El tercero fue para el campeón y el cuarto de nuevo para el aspirante. En pie el australiano era mejor. La estadística final fue clara: el australiano golpeó más. La clave para Pantoja estuvo en otras facetas, sobre todo en el wrestling. Logró 9 de 19 derribos, lo que le dio casi seis minutos de control a ras de lona durante el duelo. Estuvo claro cuál fue el plan de cada uno. Choque de estilos que fue parejo. El tercero cayó del lado de Pantoja, pero Erceg le cortó con un codo de manera brutal. En otra tesitura podría haber caído de su lado, pero el brasileño era el campeón.

Después de los tres primeros rounds, las dos esquinas dijeron a sus pupilos que iban ganando 3-0. Obviamente se equivocaron. Todo debía decidirse en los cinco minutos finales y dentro de ese breve espacio de tiempo, los último 120 segundos fueron clave. Erceg intentó un derribo y falló. A ras de lona era mejor Pantoja, quien estaba con la gasolina en reserva y la acción le sirvió para tomar oxígeno y dominar. Fue la clave y el aspirante se dio cuenta al escuchar las cartulinas. Si esos dos minutos hubiesen caído de su lado sería el nuevo campeón. Erceg llegó con poco aviso (alrededor de seis semanas) y fue a casa del rey de la división. Dio la cara y merece una nueva oportunidad. El australiano es de Perth, dónde UFC tiene un PPV programado para el 18 de agosto (UFC 305) una revancha allí parece lo justo.

El rey de la noche para los locales fue José Aldo. El excampeón del peso pluma regresaba tras un retiro de casi dos años. No había estado parado, ya que se dedicó a boxear. Se le notó su actividad, porque no perdió ni un ápice de ritmo. Aldo, que ahora está en el peso gallo, volvió ante un ranqueado como Jonathan Martínez, al quien ganó con comodidad (triple 30-27). La UFC le sacó de la jubilación porque necesitaban un nombre potente para la cartelera (no hubo lleno). Aldo cumplió su función con la pelea que le restaba en su contrato. Lo hizo tan bien que no descartó que su rentree no sea algo puntual. El Rey de Río está de vuelta.