Henry Cejudo y el ejemplo de Jon Jones

Henry Cejudo es uno de esos campeones especiales. Lo es por su talento dentro de la jaula, pero también por el uso del micrófono fuera de ella. El estadounidense, de 35 años, suele dejar perlas cada vez que hace alguna declaración, por lo que no sorprendió el movimiento que realizó en mayo de 2020. Estaba en su primer, era dominador absoluto y podía rentabilizar mucho estar activo en plena pandemia… pero decidió dejarlo. Tras noquear a Dominik Cruz y retener su cinturón del peso gallo, Cejudo quiso dejarlo. Quería hacerlo en un buen punto de su carrera y disfrutar de su vida. Entendible.

Pese a su juventud (32 años en ese momento) se podía entender su justificación. Fue campeón olímpico en lucha en 2008, por lo que lleva toda la vida dedicado al deporte. Ya en UFC, logró ser campeón del peso mosca y del gallo de manera simultánea. Pasó a ser Triple C, lo que le otorgaba un hype especial. Tocaba asimilarlo, pero pronto el luchador dejó claro que ese adiós no era definitivo. Comenzó a lanzar retos, hablar demasiado… un parón para coger fuerza y generar mas expectación al regreso. Entre tanto aprovechó para potenciar su imagen en cualquier lugar y llegó a hacer alguna internación en shows de lucha libre. Nada nuevo en los deportes de contacto.

Ese parón, eso sí, fue bastante más largo de lo previsto. Este sábado volverá al octágono tras tres años casi exactos. Mucho tiempo. Pese a ello, alguien de su calidad puede tener una larga inactividad y no notarlo en absoluto. El mejor ejemplo es muy reciente, ya que Jon Jones hizo lo mismo y volvió en febrero aplastando a Gane. Ese es el objetivo que tiene Cejudo, quien para empezar a desafiado a Aljamain Sterling, campeón del peso gallo. El mosca parece descartado y sus planes, según ha contado, podrían pasar por intentar ser campeón en el pluma. Nadie en la historia de UFC ha conseguido reinar en tres divisiones. Sería un órdago mayúsculo que lo metería de lleno en la pelea por ser el GOAT de la empresa y del deporte.

El objetivo está marcado y el plan trazado, pero Sterling tiene mucho que decir. El estadounidense, de 33 años, está en su prime. Acumula ocho triunfos consecutivos y los tres últimos en disputa de título. Ganó a Petr Yan por un error del ruso (golpe ilegal) en su primer pleito, pero desde entonces ha crecido mucho. Le dio la revancha y la ganó. Después, destrozó a TJ Dillashaw, quien también volvía de un largo parón y se lesionó. Pese a todos los condicionantes, es un campeón contrastado y confiado.

"Creo que lo detendré en la segunda ronda. Ese es el plan y para ello estoy entrenando. Creo que va a ser difícil salir de allí en el primer round. Será de tanteo, pero si puedo bajarlo será ideal. Una vez que asegure el derribo simplemente lo golpeará y él entregará su cuello", vaticina el campeón en una entrevista en Inside fighting. En su cabeza lo tiene muy claro, pero en la realidad habrá que verlo. La pegada de Cejudo es su mayor virtud y aunque viene del wrestling, en el suelo la ventaja es para Sterling. Esperamos un posible choque de estilos, pero todo estará marcado por el "óxido" que pueda tener Cejudo. Tres años son muchos, pero el ejemplo de Jones puede animarlo. Dejarlo cuando nadie lo espera y volver como si nada hubiese pasado… ese plan está al alcance de muy pocos. Triple C quiere entrar en otro selecto club.