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Los pasos que debe seguir Ilia Topuria para desafiar al campeón del peso ligero

El hispanogeorgiano a apuntado a Islam Makhachev y el ruso acepta el reto. Aunque se desean hay plazos que deben cumplirse para ambos.

Ilia Topuria./EFE
Ilia Topuria. EFE
Álvaro Carrera

Álvaro Carrera

Los deportes de contacto tienen sus propios tiempos. Los luchadores no de primer nivel no superan los tres combates al año, lo que provoca que todo se extienda en el calendario. Es algo habitual, pero que puede llamar la atención a los más inexpertos. Que todo se cocine a fuego lento hace que los grandes combates se barrunten desde meses e incluso años antes. El mejor ejemplo fue el duelo que enfrentó a Floyd Mayweather y Manny Pacquiao. Tardó en cerrarse cinco años desde que empezaron los rumores. Es el mayor extremo, pero el plan siempre genera expectación y la expectación, beneficios.

Ilia Topuria es consciente del negocio en el que se mueve. Antes de enfrentarse a Josh Emmett, en junio de 2023, empezó a hablar de traer la UFC a España. Esa frase, que parecía lejana, apunta a realidad en 2024. Por tanto, hay que trabajar con previsión. Eso ha comenzado a hacer el hispanogeorgiano. Lo primero es hacer un evento en nuestro país, con el Bernabéu como lugar predilecto, y después habrá que pensar la ruta. El Matador quiere llegar a ser el "mejor luchador de la UFC" y para ello ha puesto su mira en quién ocupa ese lugar en el ranking libra por libra, Islam Makhachev.

El ruso es un peso ligero y Topuria, pluma. Por tanto, físicamente es más que posible que acaben peleando. Lo normal, con el paso de los años, es que los luchadores vayan subiendo de división. Con la edad es más complicado hacer los recortes de peso. El propio Ilia, llegó a disputar un combate en el gallo, pero prefirió el pluma ya que lo hizo en sus inicios y vio que era insostenible. El pluma es una división en la que está cómodo. De hecho, en el UFC 298 es el corte de peso que mejor ha tenido en su vida. Se acostó en peso y no necesitó tomar la tradicional copa de vino para acabar de deshidratarse por el alcohol.

¿Qué tendría que hacer Topuria para pelear en el peso ligero? Nada. Simplemente debería recortar menos peso. El hispanogeorgiano vive y entrena alrededor de los 80 kilos. El límite del peso ligero está en 70,3 kilos. Es decir, bajaría casi cinco kilos menos de lo habitual. Ante Volkanovski, Ilia rebotó hasta los 77 kilos y podría haber subido un poco más. Por tanto, en cuanto a peso no tendría una gran desventaja. Sería diferente mirando el tamaño, ya que hay pesos ligeros mucho más altos. Topuria mide 1,7 metros, pero ya peleó ante Jai Herbert, en 2022, que mide 1,85 kg. En el caso concreto de Makhachev sería más pequeño (8 centímetros), pero nada insalvable. Por tanto, la diferencia actual de categoría no sería un problema.

En los despachos es donde por el momento el duelo no es posible. Ambos tienen compromisos. Makhachev aseguró en un mensaje en redes sociales que acometerá la pelea que tiene programada para junio (ante Oliveira, la cual se preveía para el UFC 300 en abril) y que después está listo. Habrá que ver también cuándo pelea Topuria y qué piensa la UFC. La compañía no ve con malos ojos los duelos entre campeones, pero quiere que sea clara la superioridad, como le ocurrió a Volkanovski, en una división para dejarle subir de peso (siempre y cuando no abandone el título).

Por tanto, quizá Ilia necesite un par de defensas para poder llegar a su objetivo. O no, ya que todo depende del rival y la manera de ganar en su primera defensa. Hay muchos posibles por delante, pero la realidad es una: Ilia Topuria e Islam Makhachev han comenzado su historia. Ambos quieren que culmine, pero el futuro será quien dice si esos retos llegan a algo o se quedan en las redes sociales.