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Cuál es el KO más rápido de la historia de la UFC

En ocasiones, un combate de MMA puede ser cuestión de segundos.

Jorge Masvidal en un combate. /Twitter Jorge Masvidal
Jorge Masvidal en un combate. Twitter Jorge Masvidal
Javier Mercadal

Javier Mercadal

La UFC es un deporte de contacto extremo, en el que dos luchadores se citan en el octógono y solo puede haber un ganador. Fundamentalmente existen dos vías para terminar un combate: KO o sumisión, esto es que uno de los dos contendientes se rinda de manera audible. Puede darse el caso de que una pelea llegue al tercer asalto, o al quinto en caso de los grandes eventos, sin un ganador y este deba ser determinado por la votación del jurado, aunque son las menos veces. Como se dice en la jerga, generalmente los dos peleadores van a buscar siempre finalizar al rival. Y si es rápido, mejor.

El camino más corto para conseguir una victoria en la UFC es el KO. Igual que sucede en el boxeo, un KO en UFC consiste en dejar inconsciente al rival. Generalmente, por medio de un golpe, aunque en este caso valen las cuatro extremidades. Además, en las artes marciales mixtas también se puede lograr el objetivo por medio del estrangulamiento.

Cuál es el KO más rápido en la historia de la UFC

No obstante, si lo que se busca es la vía rápida, esa siempre va a ser la del golpe. El KO más rápido en la historia de la UFC está en posesión de Jorge Masvidal, quien logró noquear a Ben Askren en solo cinco segundos. El hito estadístico sucedió en el evento UFC 239, celebrado el 6 de julio de 2019 en el T-Mobile Arena de Las Vegas. El luchador de ascendencia cubana era uno de los grandes nombres emergentes de la empresa dirigida por Dana White, y aquella noche quiso dejar su huella. Lo hizo muy rápido.

Nada más sonar la campana, Masvidal se dirigió corriendo contra su oponente, al que asestó un brutal rodillazo en la cara. Askren cayó completamente inconsciente al suelo. Fruto del ardor de la pelea, Masvidal fue contra él para seguir propinándole puñetazos. El árbitro de la pelea tuvo que meterse por medio para evitar que el daño fuese mayor. A pesar de lo breve, el enfrentamiento fue galardonado como pelea de la noche. Además, el KO fue elegido como el mejor KO de 2019 por medios especializados como MMAfigthing.com o Cageside Press.

El KO, tan brutal, le valió a Masvidal para firmar un nuevo contrato con la UFC por ocho peleas más. Además de la oportunidad de retar a Nate Díaz por el cinturón BMF (Baddest Motherfucker), creado para la ocasión. En su ascenso imparable, Masvidal también ganó aquel combate. En esta ocasión por un KO técnico entre el tercer y cuarto asalto, después de que el médico decidiese detener el combate al estimar que la herida de Díaz en el ojo le imposibilitaba para seguir peleando.

Aunque la cifra de cinco segundos es impresionante, lo cierto es que los KO express no son algo especialmente extraordinario en la UFC. De hecho, la marca establecida por Masvidal superó en solo un segundo a su predecesora, cuando en 2006 Duane Ludwig noqueó a Jonathan Goulet en seis segundos durante la UFC Fight Night 3. Por su parte, los récords oficiales de la empresa reconocen hasta cuatro knock-outs conseguidos en siete segundos, que empatar en la tercera posición.

Los KO más rápidos en la historia de la UFC

  • 1.- Jorge Masvidal (vs Ben Askre): 5 segundos
  • 2.- Duane Ludwig (vs Jonathan Goulet): 6 segundos
  • 3.- Todd Duffee (vs Tim Hauge): 7 segundos
  • 3.- Chan Sung Jung (vs Mark Hominick): 7 segundos
  • 3.- Ryan Jimmo (vs Anthony Perosh): 7 segundos
  • 3.- Terrance McKinney (vs Matt Frevola): 7 segundos
  • 7.- James Irving (vs Houston Alexander) : 8 segundos
  • 7.- Makwan Amirkhani (vs Andy Ogle): 8 segundos
  • 7.- Leon Edwards (vs Seth Baczynski): 8 segundos
  • 10.- Gary Maynard (vs Joe Veres): 9 segundos
  • 10.- Jairzinho Rozenstruik (vs Allen Crowder): 9 segundos

El auge y caída de Jorge Masvidal

Visto en perspectiva, aquel KO en 5 segundos supuso el punto álgido de la carrera de Masvidal en la UFC. El peleador de orígenes cubanos, que un día pareció que podía convertirse incluso en la cara de la compañía, terminó preso de su propio hype y reputación de chico malo. Una fama que criada desde sus inicios como peleador callejero, cuando sus actuaciones en peleas no regladas le ayudaron a hacerse un nombre entre los aficionados a estos eventos más extremos. En cierto modo, su historia podría haberse tratado de una violenta versión de la Cenicienta. Empezando de la nada y llegando a conquistas la compañía de MMA más importante del mundo. Sin embargo, no llegó a cumplir las expectativas.

El 12 de julio de 2020, en plena pandemia, aceptó ser el reemplazo de última hora de Gilbert Burns, quien acababa de dar positivo en Covid-19, con solo siete días de antelación. Se trataba de una oportunidad de luchar por el título del peso Welter y no la quiso dejar escapar. Sin embargo, el vigente campeón Kamaru Usman retuvo su cinturón al imponerse por decisión unánime (50–45, 50–45, 49–46). Masvidal tuvo la revancha en la UFC 261, pero esta vez Usman le finalizó por KO en el segundo asalto. Su momentum había pasado.

Un chico listo como supo encontrar la manera de mantenerse relevante. De esta manera llevó al octógono su enemistad personal con Colby Covignton. Los dos habían sido compañeros de entrenamiento e incluso amigos. Sin embargo, un día todo se rompió. Covington, además, se había establecido como el villano de la UFC a través de declaraciones fuera de lugar, algunas incluso bordeando el racismo. La expectación por su pelea fue máxima, pero Masvidal perdió de forma unánime nuevamente. Quizá resentido por el resultado de la pelea, a las dos semanas asaltó a Covington en un restaurante de Florida. Aquello manchó no solo su imagen, sino también la de la UFC. Había tenido una oportunidad legal de solventar sus problemas a golpes y, como no pido, eligió una vía más deshonrosa.

Peleó una vez más en la UFC, contra Gilbert Burns. Volvió a perder por decisión unánime y, en la entrevista post pelea anunció su retirada definitiva del octógono. Se marchó con un récord difícil de batir, eso sí: el KO más rápido en la historia de la UFC.