El salvador de la UFC que se convirtió en leyenda en 11 combates
Alex Pereira será estelarista, sin ser el plan A, en su tercer gran PPV consecutivo. Este sábado se enfrenta, con el cinturón del semipesado en juego, a Jiri Prochazka en el UFC 303.

Si algo falla en UFC la mejor opción siempre es llamar a Alex Pereira. El brasileño, de 36 años, siempre está disponible para salvar la situación por compleja que sea. Se ha convertido en una de las mayores estrellas de la empresa gracias a su valentía y también a su disposición de sumar. Este sábado cerrará el UFC 303 defendiendo el Campeonato de la UFC del peso semipesado ante Jiri Prochazka. Es una pelea compleja, pero ambos la aceptaron con poco más de 15 días de aviso. Con la de Las Vegas será la tercera vez que Pereira salva a la empresa en menos de un año. Él gana foco y UFC un gran combate. Nadie pierde, pero no todos son capaces de aceptar.
Pereira es un tipo peculiar. Tiene un gran carisma, pero no es un hombre de muchas palabras. Su seriedad, incluso, provocó que su cara hecha 'piedra' se convirtiese en meme. Él lo usó a su favor y en el UFC 300, tras noquear a Hill, le echó leña al fuego celebrándolo como el creador de contenido Khaby Lame. No necesita el micro para ganarse a la gente. Su personalidad es arrolladora y en la jaula siempre da espectáculo. Por unas cosas u otras, Poatan se ha convertido en una de las mayores estrellas de UFC.
Múltiple campeón en kickboxing, el brasileño transicionó a las MMA en octubre de 2015, pero no se lo tomó en serio hasta 2020. La UFC le quería como posible antagonista de Israel Adesanya, una de sus grandes estrellas y al que había noqueado en el kickboxing. A la empresa le hacía falta un rival de futuro para el nigeriano y en tres peleas en la empresa le pusieron ante él. Era arriesgado, pero no rechazó la oportunidad y se proclamó campeón de la UFC del peso medio en su octavo combate como profesional. Lo hizo además en una lucha épica que ganó al final después de pasarlo realmente mal. Seis meses después le dio la revancha a Adesanya y perdió. El peso medio se le quedaba pequeño y decidió pasar al semipesado.
Otra vez la UFC le utilizó como agitador en julio de 2023. Su estreno en el semipesado era ante Blachowicz. Ir contra el excampeón no le asustó y le ganó. Eso le abrió las puertas del título en noviembre de 2023. Debía responder a las dudas generadas ante el polaco, ya que muchos decían que ganar a Adesanya era porque le tenía tomada la medida. Pereira calló a todos dando un paso al frente. A pocas semanas del evento, Jon Jones se lesionó y se cayó del combate estelar. El evento era en el Garden de Nueva York y servía de fiesta del 30 aniversario de UFC. No le tembló la mano y ofreció una de las peleas del año ante Jiri Prochazka. No se achantó y ese foco le dio la fama que hoy en día tiene. Pereira ganó y se convirtió en campeón en dos divisiones. Necesitó sólo 11 combates para ser leyenda.
En ese punto él podría pedir, pero siguió con su mentalidad. La UFC tuvo muchos problemas para completar el UFC 300 y finalmente le dieron la oportunidad de cerrar el show. Los dos eventos más importantes del último año los cerró él. El mas difícil todavía sucedió en junio. El campeón peleó en abril, pero la lesión de Conor McGregor hizo que hiciese falta un salvador. Ahí apareció Poatan de nuevo. Dos semanas, estando fuera del campo de entrenamiento en uno de sus múltiples viajes, fue el tiempo que tuvo. Aceptó y este sábado estará en un pleito mucho más interesante de lo que podría ser el Chandler vs McGregor. En su posición lo lógico era no aceptar, pero Pereira no tiene esa opción en su cerebro.
Así, salvando otra vez a la empresa, Pereira ofrece una revancha muy interesante a Jiri Prochazka. La primera pelea fue una locura, ya que el checo es uno de los oponentes más completos de la división, y la segunda se prevé igual con el condicionante de que los dos vienen cortos de preparación y pelearon en abril. La guerra puede ser absoluta desde el segundo uno. Prochazka derrotó a Rakic en el UFC 300 y no dudó tampoco cuando sonó el teléfono. Son dos luchadores valientes que pelean por la gloria. En Las Vegas la encontrará uno, pero el agradecimiento del público y, sobre todo, de la UFC ya lo tienen. Una de las situaciones más complejas de los últimos tiempos se ha salvado, de manera satisfactoria, gracias a ellos.
En lo puramente deportivo, Pereira es favorito. Ganó el primer duelo, algo clave a la hora de analizar el combate. La clave en noviembre fue la potencia del brasileño. Gracias a su pegada acabó con Prochazka. El pleito duró dos asaltos, pero tuvo de todo. Eso hace que el aspirante tenga opciones, pero el campeón viene de noquearle y de finalizar, de manera sencilla, al excampeón Hill. El aura que rodea a Poatan es muy grande, pero el duelo no será fácil para ninguno. Ese morbo hace que gracias a su combate, y el de Brian Ortega vs Diego Lopes, el UFC 303 sea mucho mejor evento de lo que era. No estará McGregor ni habrá récord de ventas en PPV, pero la empresa puede estar tranquila. Su salvador no les defraudará.