UFC

Topuria, una pesadilla para sus rivales: ha finalizado a 12 de 14

El hispano-georgiano está invicto en 14 combates. Sólo dos veces ha necesitado las cartulinas. Fuera de UFC sometió a siete de sus ocho rivales. Ahora destaca por sus KO's.

Ilia Topuria festeja su victoria sobre Josh Emmett./
Ilia Topuria festeja su victoria sobre Josh Emmett.
Álvaro Carrera

Álvaro Carrera

El currículum de Ilia Topuria es extraordinario. Con 27 años recién cumplidos (21 enero), el hispano-georgiano está invicto en 14 combates. De esos 14 triunfos ha logrado finalizar a 12 rivales. Es un aniquilador, lo que le ha permitido crecer muy rápido en la mejor empresa de MMA del mundo. La UFC valora los triunfos, pero sobre todo valora el método utilizado. Topuria es puro espectáculo y por ello ha sido premiado. Disputará el título en su séptima pelea en la empresa.

Repasando su récord, llama poderosamente la atención la 'mutación' que ha sufrido El Matador en UFC. Antes de entrar en la compañía era un poderoso finalizador en el suelo. No ha perdido esa capacidad y encima le ha añadido el poder de KO. Topuria practicó desde su infancia lucha grecorromana, lo que le ha permitido tener siempre un altísimo nivel de wrestling. En su adolescencia, una vez ya en España, comenzó a practicar MMA en el Climent Club. Los hermanos Climent, tanto Agustín como Jorge, tienen un importante palmarés en grappling (sistema de lucha cuerpo a cuerpo que se basan en agarres y no golpes). Su base es el suelo y se lo inculcan a todos sus pupilos.

Así, con esa base, Topuria logró finalizar por sumisión (es cinturón negro de Jiu-Jitsu Brasileño) a sus siete primeros rivales como profesional. Su primer KO llegó en el octavo combate. Con esa carta de presentación le reclamó UFC en octubre de 2020. En su estreno, con diez días de aviso, ganó, pero necesitó por primera vez los puntos ante Youssef Zalal. Acababa de superar el covid y no había entrenado, condicionantes a los que hubo que sumarle un agresivo corte de peso. La finalización esa vez se le escapó. Después llegó el cambio. Noqueó a los tres siguientes oponentes que tuvo. Bryce Mitchell, un especialista del grappling, llegó después y le sometió. Buscó ganarle en su terreno.

El poder de KO es evidente, tiene ese don, pero detrás de los datos hay mucho trabajo. Topuria sabía que dónde más debía trabajar era en el striking, por ello lleva años dándole mayor importancia. Un factor clave, además del trabajo con sus entrenadores de toda la vida, fue la incursión al equipo de Javi Climent. El alicantino, sin relación familiar con sus head coach, fue un boxeador amateur que tuvo que centrarse en la docencia muy pronto por las lesiones. Aleksandre, hermano de Ilia, lo conoció y ambos lo sumaron al equipo tras su entrada a UFC (2021). Ese plus se ha notado en el striking del aspirante.

El mejor ejemplo sucedió en el último combate de El Matador, en junio de 2023, Topuria se enfrentó a todo un golpeador como Josh Emmett. En lugar de ir por el camino fácil, que era llevarle al suelo, Ilia decidió boxearle. Lo hizo de diez y le dio la mayor paliza que se le recuerda. La mutación fue completa. Topuria no tiene fisuras y con esa confianza desafía este sábado, en el estelar del UFC 298, a Alexander Volkanovski.