El trono de Ilia Topuria tendrá un nuevo dueño en Miami

El peso pluma de la UFC vive tiempos de incertidumbre. El hombre que lo gobernó durante un año con autoridad, Ilia Topuria, ha dejado el cinturón atrás para buscar nuevos desafíos en el peso ligero. Con su partida, la división se encuentra en una encrucijada: un viejo rey busca recuperar su corona, mientras que un retador inesperado sueña con su primer reinado. Alexander Volkanovski y Diego Lopes se enfrentarán, este sábado, en UFC 314 por el título vacante, en una pelea que definirá el futuro de las 145 libras.

Ilia Topuria irrumpió en el peso pluma como un huracán. Con su victoria por nocaut sobre Alexander Volkanovski en febrero de 2024, no solo se coronó campeón, sino que también simbolizó el cambio de guardia en la división. El KO a Holloway ratificó esa narrativa, pero la historia del georgianoespañol tomó un giro inesperado a finales de 2024. Los problemas para dar el peso pluma le llevaron a subir al peso ligero. Quiere desafiar a Islam Makhachev, también buscando la gloria, y para ello tuvo que dejar su corona. El movimiento abrió una puerta para el resto de la división. El rey había dejado su trono y, ahora, dos guerreros se preparan para reclamarlo.

Alexander Volkanovski no necesita presentación. El australiano de 37 años es, para muchos, uno de los mejores peleadores de la historia del peso pluma. Defendió su título en múltiples ocasiones y dominó a figuras como Max Holloway, Brian Ortega y Yair Rodríguez. Sin embargo, su carrera tomó un rumbo difícil en el último año.

Después de su derrota ante Topuria, Volkanovski quedó en un limbo. Ya no era campeón, pero seguía siendo uno de los peleadores más peligrosos de la categoría. Ahora, con la oportunidad de recuperar el cinturón, se encuentra ante un dilema: si gana, regresará a la cima, pero si pierde, su legado podría quedar en entredicho.

"No estoy listo para dejar este deporte. Mi historia aún no ha terminado", dijo Volkanovski en una reciente entrevista. Para él, esta pelea no es solo una cuestión de títulos, sino de legado. La revancha contra Topuria parecía hecha, pero el hispanogeorgiano quiso otro camino y Volk no abandonó su objetivo.

Si la historia de Volkanovski es la de un campeón buscando redención, la de Diego Lopes es la de un hombre que ha esperado toda su vida por esta oportunidad. El brasileño-mexicano llegó a la UFC en 2023 como un peleador poco conocido. Su debut terminó en derrota, pero en los meses siguientes, Lopes protagonizó una de las ascensiones más espectaculares de la división. Encadenó cinco victorias consecutivas, incluyendo una impresionante sumisión sobre Brian Ortega, y se convirtió en el contendiente del momento.

Ahora, con solo 29 años, se encuentra ante el reto más grande de su carrera: destronar a un ex campeón legendario y convertirse en el nuevo rostro del peso pluma. "Siempre soñé con este momento. Nadie pensaba que llegaría tan rápido, pero estoy listo para demostrar que pertenezco aquí", dijo Lopes en una reciente conferencia de prensa.

El choque entre Volkanovski y Lopes representa dos realidades opuestas: la experiencia contra la juventud, la consolidación contra el ascenso, la última oportunidad contra el primer gran sueño. Para Volkanovski, una victoria le permitiría cerrar su carrera como doble campeón de la UFC. Para Lopes, sería el inicio de una nueva era en la división.

Más allá de los cinturones, este combate también es una lucha por la identidad del peso pluma. Con Topuria en otra división, la categoría necesita un nuevo líder, alguien que pueda sostener la división en los próximos años. El combate estelar del UFC 314 marcará un nuevo inicio en la división. Volkanovski, un luchador muy completo, se enfrentará a alguien también que destaca en todos los campos. Tiene el poder de finalizar en el suelo, y quizá sea lo que busque para no arriesgar ante un striker de tanto ritmo contra Volk. Quien marque el ritmo tendrá la pelea de cara, pero no será el único factor clave. Cinco asaltos se hacen muy largos cuando un título está en juego. Volkanovski ya lo sabe, lo que juega a su favor, Lopes quiere experimentarlo y representar a la nueva generación. Un choque generacional cerrará un show mágico en Miami.