UFC

Tai Tuivasa, el peso pesado de UFC que dejó el rugby por una adicción al juego

El australiano tenía todas las condiciones para ser profesional del rugby en la mejor liga de su país, pero el entorno del deporte le hizo abandonarlo. Este sábado disputa su decimoquinta pelea en UFC.

Tai Tuivasa./
Tai Tuivasa.
Álvaro Carrera

Álvaro Carrera

Tai Tuivasa es uno de los luchadores que más sentimientos despierta en el público. El australiano es un peso pesado de 120 kilos que ha ganado 14 de 15 combates por la vía del KO. En el lado de las derrotas suma seis y en cinco ocasiones le han finalizado. Es decir, es uno de esos hombres que cuando se mete en el octágono asegura espectáculo. Actualmente viene de perder, antes del límite, en sus tres últimos combates. No importa, siempre genera expectación.

Tuivasa, de madre indígena australiana y padre samoano, es uno de los luchadores con mayor currículum en el peso pesado de UFC actualmente. Este sábado, en el estelar del UFC Las Vegas 88, disputará su combate número 15 en UFC. Es luchador de MMA, pero sus inicios no fueron estos. Tai estaba llamado a ser una referencia en el rugby en su país. Lo dejó a los 20 años. Los grandes equipos de la mayor liga de Australia tocaban a su puerta, pero el entorno del deporte le hizo cambiar de vida.

"Decidí dejar el rugby cuando una noche perdí en el casino 20.000 dólares. Pensé, por un momento, que iba a ganar un millón. En ese instante, al salir de allí sin dinero ni para llamar a un taxi, me di cuenta que debía volver a casa y focalizarme en otra cosa", reveló el luchador en la versión australiana del Daily Telegraph antes de debutar en UFC (2017). Aunque estaba a poco más de 50 kilómetros de su familia, Tuivasa se metió en una vorágine que le provocó adicciones. Los captadores de talento le dijeron que se tomase unos días libres, pero su decisión era definitiva.

Tuivasa ya había hecho su primera pelea de MMA en julio de 2012. Ese era el camino que quería seguir. Tiempo después, en una columna en el medio australiano The Area, también reveló que la "manera de ser" que querían imponerle en los equipos de rugby no iba con él. "Aquí puedo ser yo mismo y marcar mi camino", admitió. Así lo hizo. Fue irregular. En 2012 hizo tres combates y no volvió a competir hasta 2015. Tomó ritmo y con seis peleas, todas ellas finalizadas por KO en el primer asalto, recibió la llamada de UFC.

Su irrupción en la compañía, su personalidad, tatuajes y aspectos encandilaron al público. Ganó sus tres primeros combates, pero cedió en los tres siguientes. Su progresión se vio frenada. Tomó de nuevo ritmo acumulando cinco triunfos consecutivos. Su carrera en UFC es de altos y bajos. Ahora se encuentra en un mal momento. Ha sido finalizado en sus tres últimos combates. Cuando le han subido el nivel, ha pinchado. Aún así, quiere redimirse y volver a su vivir. El renacimiento podría llegarle en un día muy especial, y es que este sábado cumple 31 años. No hay mejor momento para retomar el vuelo.

Tuivasa se enfrenta al polaco Marcin Tybura, quien se presenta tras perder frente a Tom Aspinall el pasado verano. Pese a que la racha del australiano es peor, Tuivasa se encuentra número 9 del ranking y Tybura es el 10. Es una pelea casada con todo el sentido. El ganador no escalará demasiado en el ranking, pero es un triunfo que ambos necesitan. El polaco, de 38 años, sabe que está ante el momento definitivo. Si quiere soñar con algo grande necesita ganar. Sus opciones pasan por el suelo. No es un grandísimo finalizador, pero 7 de sus 24 victorias las ha logrado por sumisión. Debe llevar el pleito ahí, porque en 5 de sus 8 derrotas ha sido noqueado. Es cierto que como todo peso pesado también tiene pegada, pero en el striking el papel de favorito es de Tuivasa. Será un duelo de estilos en el peso pesado. Nadie puede pestañear. Esa es la magia de esta división.