La agridulce victoria de Suzuki
¿Cómo puede desaparecer una moto ganadora de MotoGP? Esta es la paradoja que ha dejado el triunfo de Álex Rins en Australia.

Circuito de Sepang (Malasia).-Suzuki afrontaba el actual curso con la intención de pelear por el Mundial de MotoGP, con un prototipo mejorado respecto al de 2021 y con dos pilotos con opciones, sobre todo uno, Joan Mir, el campeón de 2020. Pero la moto que ha ganado la antepenúltima carrera de la temporada 2022 no estará en la parrilla de salida en 2023. Una paradoja que tiene cierta explicación.
En el primer test de preparación de la temporada, en noviembre de 2021 en Jerez, Álex Rins terminaba sexto y Joan Mir, noveno. En el segundo, en Sepang ya en 2022, Rins era cuarto, y después fue séptimo en el último en Indonesia, en el que Mir se perdió día y medio por problemas estomacales. En cualquier caso, la conclusión de los dos era la misma: se mantenían las muchas virtudes de la Suzuki, y se ganaba en motor, uno de sus puntos débiles. Todo listo para la temporada.
Hasta que llegó el fatídico 2 de mayo, el lunes posterior al Gran Premio de España disputado en Jerez. Hasta ese momento, Rins era cuarto de la general, empatado con el tercero y a 20 puntos del líder Fabio Quartararo (con un tercer puesto en Argentina y un segundo en Estados Unidos); Mir era sexto a 13 puntos de su compañero. El mallorquín había sumado 56 (en seis carreras), pero desde ese momento hasta Australia apenas ha logrado 21 (en 12 Grandes Premios). Rins contaba con 69 y ahora tiene 68 más, 25 de ellos merced a su triunfo de este pasado domingo.
En ese 2 de mayo Suzuki anunciaba que esta sería su última temporada en el Mundial, un golpe psicológico que afectó a los pilotos y a todos los miembros del equipo. Mir ha conseguido sitio en el Repsol Honda para competir al lado de Marc Márquez; Rins, en el LCR Honda como sustituto de Álex Márquez. Y muchos de los trabajadores de Suzuki han conseguido puesto para 2023. Una situación que da más valor aún al triunfo de Rins en Phillip Island. Por lo emocional, y por lo absurdo que parece que una moto ganadora se vaya de la parrilla de la clase reina.
"La verdad es que es una pena, es una verdadera pena que el año que viene no siga Suzuki en el campeonato, pero, al final, si han tomado la decisión será por algo, y hay que respetarlo", se limitaba a decir Rins tras su simbólica victoria en Australia, una pequeña gran alegría para ese garaje. "Me sabe mal por la gente que no ha podido encontrar nada de cara al año que viene, que no son muchos, pero son unos cuantos, tres o cuatro personas. Pero mejor acabar por todo lo alto que no".
“This one is for all the @suzukimotogp team” 🎙️ - @Rins42
— MotoGP™🏁 (@MotoGP) October 16, 2022
A small slice of history for Alex as he pays tribute to his team 💙#AustralianGP 🇦🇺 pic.twitter.com/eBnAa8eRSz
Un tono políticamente correcto que ha presidido desde este pasado mayo las opiniones surgidas desde el box azul, tanto desde sus pilotos como lo que comenta su máximo portavoz, el Team Manager, Livio Suppo, que siempre destaca la variable del efecto psicológico que está teniendo todo lo que ha sucedido. Una fábrica, Suzuki, que, paradójicamente, ha estado probando piezas de aerodinámica nuevas este martes y miércoles en el Circuito de Motegi con su equipo de pruebas. "Si me preguntas el por qué, te diré que no lo sé. Seguro que no tiene mucho sentido", concluía un escéptico Rins, que junto a Mir encara desde este viernes su penúltima experiencia sobre la moto japonesa en Sepang.