Fermín Aldeguer y Ducati: historia de un fichaje
El piloto murciano correrá a partir de 2025 en Ducati rubricando el interés que generó para MotoGP desde el inicio de 2022.

Luca Boscoscuro contaba en 2021 con dos pilotos españoles en su equipo de Moto2 del Europeo de la categoría, una prueba que se disputaba dentro del FIM Junior. Uno, Alonso López, se había quedado a última hora sin sitio en el Mundial de Moto3. Otro, Fermín Aldeguer, había tenido que desistir de seguir una ruta habitual dentro del motociclismo. Las complicaciones económicas generadas por la pandemia frustraron un proyecto en Moto3, y no tuvo más remedio que continuar su andadura en ese 2020 con una Yamaha de 600cc, que por entonces compartían carreras con las Moto2 en el Europeo.
"Yo si quieres te ayudo, económicamente, y con el equipo, para meterte en 600, porque te veo. Y le expliqué cuál era mi idea: empezar aquí, pasar a Moto2, ganarlo, e ir al Mundial. Pero como no era un recorrido muy natural, él y su familia me dijeron que no lo querían", rememora Héctor Faubel, expiloto mundialista de 125cc (subcampeón del mundo en 2007), 250cc y Moto2, que rige ahora la carrera del murciano. "Y a 15 días de la primera carrera, que se iba a correr en Estoril, me dijeron que sí, porque no habían conseguido el dinero". Aldeguer había llegado a Faubel a través de José Manuel Ruiz, que había sido mecánico suyo en el Mundial, y que estaba trabajando como jefe de mecánicos en el campeonato del mundo. Curiosamente, Ruiz es ahora el que está al cargo de la moto de Alonso López, compañero de Aldeguer en Moto2 en la estructura de Boscoscuro.
Porque los dos pilotos españoles terminaron llegando a su escuadra en el Mundial casi por casualidad, como sustitutos (de Yari Montella y de Romano Fenati). Porque los dos estaban arrasando en el Europeo de Moto2, rodando en tiempos mundialistas. Aldeguer, que se llevó ese título, además compitió en MotoE en ese 2021 que le vio estrenarse en el Mundial en el Gran Premio de Italia, en un fin de semana en el que llamó mucho la atención y en el que fue capaz de puntuar en uno de los trazados más complicados del calendario, Mugello. "A Luca se le lesionó en Le Mans uno de sus pilotos, Montella, y decidió poner a Fermín. Y aceptamos ir a Mugello. Y Luca nos tenía preparado un contrato de tres años, y si no lo firmábamos, no se iba a subir a la moto: y no tuvimos otra opción". Ese es el contrato que impidió que subiese ya a MotoGP este año.
En 2022, ya con plaza fija, empezó a asomar muy pronto. En el segundo gran premio, en Indonesia, terminó séptimo. En el siguiente, en Argentina, fue primero en el primer entrenamiento libre, también en el segundo, y se hizo con la pole. En la carrera estuvo fajándose por el primer puesto con Celestino Vietti, hasta que sufrió una caída en la vuelta 7 tras un polémico movimiento del italiano. Pero esa manera de irrumpir hizo que ya empezasen a fijarse en él equipos de MotoGP, ávidos por captar talento joven.
"El primero que me preguntó por Fermín fue Livio Suppo. En Suzuki el proyecto era muy chulo, en todos los sentidos. Y después vino Ducati", recuerda Faubel, aunque luego el piloto entró en una pequeña crisis. "La caída de Argentina, la entrada de Alonso por Fenati… Ni siquiera sabe él lo que le pasó. Perdió confianza en sí mismo, pero trabajamos con el coach que tiene, que para mí es el número 1, que se llama Iván Conejero, y lo logró encauzar".
La opción de Suzuki se desvaneció porque la fábrica japonesa anunció poco después que dejaba MotoGP. "No es que se olvidasen de él, pero decidimos tomárnoslo con calma, porque Fermín tenía sólo 16 años, y había que dejar que se forjase", analiza su mentor sobre este parón. Su carrera y la de su compañero, Alonso López, parecían tener líneas cruzadas. El madrileño brillaba, y al murciano le costaba; de hecho, el nombre del primero también empezó a sonar para MotoGP. Ya en 2023, la explosión de Aldeguer coincidió con un bajón de resultados de su compañero. Ganó en Silverstone, pero sobre todo explotó en las últimas carreras del año: segundo en Australia en una carrera marcada por un fuerte temporal de lluvia y viento y después de que hubiese arrasado en los entrenamientos; y, después, llegaron cuatro victorias consecutivas en Tailandia, Malasia, Catar y Valencia, todos triunfos poderosos.
"Y la cosa se fue de las manos. No creo que no hubiese nadie que no nos llamara. Hubo un poco de vacío, porque justo en esas carreras yo no estuve", cuenta Faubel, en un periodo en el que apareció Honda (en busca de piloto tras la marcha de Marc Márquez, para un proyecto demasiado complejo), y en el que, sobre todo, resurgió el interés de Ducati. "En Catar, Fermín sentía que estaba preparado para dar el salto, y estuvimos muy, muy cerca de hacerlo con VR46, nos gustaba. No hablamos directamente con Pramac, aunque Campinoti (NdR: Paolo, dueño del equipo) siempre le decía 'tú vas a correr conmigo'. Pero era algo informal. Quería subir a MotoGP, pero yo prefería que hiciese un año más de Moto2. En ese sentido, yo sólo le aconsejo. Fermín tiene amigos en MotoGP y les preguntaba y ninguno le dijo que se quedase en Moto2. Que cuanto antes subiese, mejor. Eso reforzaba su idea".
Esos amigos son Jorge Martín y Aleix Espargaró. El segundo fue muy explícito en sus declaraciones acerca de lo que creía que debía hacer un piloto que había cumplido ese año los 18. Su continuidad en Moto2 se decidió porque tenía un contrato vigente con Boscoscuro, que viendo el revuelo que se estaba generando se había plantado en Catar con su abogado. Pero ahí ya se decidió que en 2025 iba a estar con Ducati, un contrato que se rubricó a principios de este 2024, después de que Aldeguer visitase en enero la sede de la fábrica italiana, un viaje que se pospuso porque el murciano quería tomarse unas vacaciones tras el ajetreado final de curso.
"Es un tío que tiene el mix, es agresivo y a la vez fino. Tiene las dos vertientes. Su punto fuerte es que se adapta a cualquier cosa, va rápido con cualquier moto", afirma Faubel, que no tiene ninguna duda de que irá rápido en MotoGP. Ducati le ha firmado un contrato de dos años ampliable a dos más, y el próximo curso pondrá en sus manos un modelo 2024 de su Desmosedici, sin que se haya anunciado aún en qué estructura le ubicarán. Mientras tanto, le tocará cumplir con las nada fáciles expectativas de ser el máximo favorito para ganar el título de Moto2.