MOTO2

Del orgullo por sus tatuajes al espejo de Jorge Lorenzo: Canet rompe su techo en Moto2

70 carreras después de su debut en la clase intermedia el valenciano consigue ganar y se hace con el liderato.

Canet besa el trofeo del Gran Premio de Portugal en la categoría de Moto2. /AFP
Canet besa el trofeo del Gran Premio de Portugal en la categoría de Moto2. AFP
Borja González

Borja González

Que la salud del motociclismo español es de hierro es algo que nadie pone en duda. Independientemente del número de títulos que se consiga cada año, porque lograr un Mundial son palabras mayores y exige que confluyan muchos elementos, cada fin de semana suele terminar en una lluvia de premios, como se ha comprobado en el último de Portugal: victoria de Jorge Martín en MotoGP con Pedro Acosta tercero, más el segundo de Marc Márquez en el sprint y el tercero de Martín; triplete en el podio de Moto3; y el triunfo de Arón Canet en Moto2, con Manu González tercero.

Esto hace que, tras dos grandes premios, los tres líderes sean españoles. Y de las tres cilindradas es Moto2 la que mantiene el pleno de triunfos de los nuestros, sin que todavía se haya estrenado el teórico favorito a llevarse la corona, Fermín Aldeguer, que ya tiene su sitio en MotoGP para 2025. De hecho, si Alonso López no se hubiese caído en Portimao mientras lideraba la prueba y hubiese sumado su segunda victoria consecutiva, es muy probable que se retomase su entrada en la lista de futuribles de la clase reina, donde ya ha estado, y donde en realidad sigue, porque hay varios equipos que no quitan ojo de su progresión. Dicho esto, el fin de semana terminó siendo el de Arón Canet.

Desde que subió de Moto3, el valenciano siempre ha sido uno de los hombres fuertes de la clase intermedia, aunque últimamente se hablaba más de él porque no llegaba la primera victoria, un muro que no era capaz de saltar. "Yo no lo pensaba, pero de tanto que te lo dicen... Si te dicen lo mismo 25 o 30 veces, al final te lo crees y te pones un peso encima. Pero era el mismo ganando en Catar que sin ganar, y aquí soy el mismo ganando que si no hubiese ganado". Canet se había hecho con la pole en Losail (en una parrilla con siete españoles entre los diez primeros), aunque luego pagó la gestión de neumáticos. En Portimao salió tercero (otra vez siete de diez para los nuestros), pero supo entender la prueba tras unos entrenamientos muy sólidos, con mucho trabajo de cara a la carrera.

"Ahora hago simulacros de carrera para entender las gomas y es lo que nos ha dado aquí poder gestionar muy bien y saber en qué momento se podía apretar", analizaba, un piloto que vivió un momento complicado que ejemplificó con una pajarita de madera: cada vez que subía a un podio se la ponía, con la promesa de romperla el día que ganase, aunque tras pasar mucho tiempo decidió deshacerse de ella. "La pajarita representaba a un sector que no está muy respetado por la sociedad, que es cuando vas tatuado o tienes piercings o el pelo rosa. De primeras impactas, y dicen de ti que eres un bandido o un delincuente. Parece que te tienes que poner una pajarita para que vean que eres buena persona, y no es así".

Y es que una de las señas de identidad (externa) de Canet va ligada a su amor por los tatuajes, que inundan su cuerpo. Hubo un momento en el que su nombre apareció ligado a un posible salto a MotoGP (con Aprilia), y a él le quedó la sensación de que la valoración de su estética no ayudó a que se concretase. Y aquello le dolió, y mucho. "Cuando tienes 21 años te toca un poco la moral, pero ahora no. Alcarria (NdR: Luis Alcarria, la persona que más tiempo ha estado a su lado en el paddock) me dijo: 'Si te ofrecieran algo por quitarte los tatuajes del cuello, ¿te los quitarías?' Ahora mismo, no, porque estoy representando un sector del que estoy orgulloso. Me da exactamente igual. Respeto la opinión que tengan hacia mí, aunque sea negativa, pero me da igual".

Canet celebra con su equipo el triunfo en Portugal. AFP
Canet celebra con su equipo el triunfo en Portugal. AFP

Esa confianza en sí mismo es uno de los pilares en los que quiere apoyarse Canet para tratar de pelear por el título de Moto2, con el espejo delante de Jorge Lorenzo. "Yo fui el primero en decir que parecía prepotente, pero me quito el sombrero, y ole por él. Parecía prepotente de lo claro que lo tenía, y nos tapaba la boca a todos. Era confianza en él mismo. Tal vez Márquez tenía más talento y Rossi más experiencia, pero él decía: 'Aquí estoy yo y por mis tal que lo hago, voy a trabajar y voy a hacerlo'. Lo tenía muy claro. Aunque pareciera prepotente no lo era. Era egocéntrico y eso le daba la confianza de salir diciendo que iba a ganar, y ganaba".

Una actitud que quiere trabajar, aunque luego tome su propio camino. "Voy aprendiendo, pero no puedo ser Jorge porque soy Arón. No tiene nada que ver, pero es un referente". Ahora habrá que ver si es capaz de mantener esta línea y si se convierte de verdad en uno de los que peleen este año por la corona de Moto2, porque la batalla acaba de arrancar.