Aleix Espargaró: "Fue una cagada enorme, de las más grandes que he hecho en mi carrera deportiva"
El de Aprilia entona el mea culpa tras sufrir este jueves un accidente con la bicicleta que le puede arruinar el GP de Italia.

Circuito de Mugello (Italia).- Este jueves por la tarde, Aleix Espargaró aparecía ante los medios cojeando ostensiblemente, pero sin querer dar importancia a una lesión de la que no se tenía constancia. Por la mañana, después de homenajear con un casco réplica al multi campeón italiano Max Biaggi, embajador de su marca, Aprilia, comenzaba con el trabajo sobre su moto para este Gran Premio de Italia, la prueba de casa para su fábrica. Pero en su primera parada en el box era incapaz de reprimir las lágrimas por el fuerte dolor que sentía.
¿Qué había pasado? Los rumores comenzaban y terminaban apuntando a una inoportuna caída el jueves por la mañana, entrenando con la bicicleta, de la que es un obseso (suele entrenar cada día y muchas veces con ciclistas pro Tour). Por la tarde, Espargaró confirmaba este extremo acompañado de un brutal mea culpa. "Fue una cagada enorme, de las más grandes que he hecho en mi carrera deportiva. Creo que al final caerte entrenando, para un atleta, y hacerte daño, forma parte del juego, pero no un jueves en el gran premio más especial para Aprilia por usar el puto teléfono móvil".
Un arranque de sinceridad, una característica del piloto de Granollers (como se suele decir, para lo bueno y para lo malo), empujada también por una filtración a la televisión italiana. "No lo sé, tenía mucho sentimiento de culpa y no quería tampoco…", reconocía. "No sé cómo se enteró Sky Italia, imagino que se lo dijo el equipo. Yo no quería decir nada. Tenía muchísimo dolor en el pie y ya se ve que no puedo andar, pero no quería decir nada porque tampoco gano nada. Pero al no poder andar…".
Tras esa primera dolorosa salida a pista, Espargaró volvió a probarlo para cumplir con el plan técnico de su equipo, pero la limitación provocada por el tobillo derecho hizo que se fuese al suelo y diese por finalizada esa primera sesión. "Esta mañana me he despertado y me dolían casi más todas las quemadas y la espalda que el tobillo. Podía andar más o menos bien, pero me he subido a la moto y he alucinado. En las curvas de derechas no era capaz de conducir, y le he dicho al equipo 'no puedo rodar'.
Y Antonio (NdR: Jiménez, su jefe técnico) quería probar una cosa de la segunda moto, he salido con esa segunda moto y no podía mover el pie, sólo frenaba con el freno delantero y he bloqueado con ese y me he caído. Y no he vuelto a salir porque no podía pilotar. "Espargaró recibió la visita en su mismo garaje del responsable médico del campeonato, Ángel Charte, que le hizo más exploraciones en la clínica del circuito y que decidió tratarle para ver podía mejorar su situación para el entrenamiento vespertino. "Por la tarde me he infiltrado, me han sacado mucha sangre que había. Con el ecógrafo lo han visto y me han sacado la sangre, me he infiltrado, pero no ha mejorado muchísimo".
Aún así, fue capaz de cuadrar un giro y meter su moto entre los diez mejores, la única Aprilia en esa situación. "Lo que más me duele no es el tobillo, es la sensación de vergüenza con el equipo de haber hecho una cagada inadmisible. Así que lo he dado todo hoy para intentar meter la moto hoy entre los diez primeros y espero hacerlo bien en el fin de semana", confesaba, repitiendo una y otra vez lo importante que le parecía su error. "La verdad es que Rivola (NdR: Massimo, administrador delegado de Aprilia) me ha dicho que se ha comido un marrón guapo con el presidente, pero no me ha dicho nada, y creo que ha sido suficiente con lo jodido que me ha visto. Le he pedido perdón al equipo tres veces, a todos".
Ahora Espargaró, que se cayó en la recta de Mugello después de haber decidido no salir a entrenar por las carreteras de alrededor del circuito por la suma de la peligrosidad (se había programado una ruta con dos puertos) y de la inestabilidad climatológica, va a tener que pasar el trago de sacar adelante un fin de semana duro, el primero de los tres consecutivos que afronta el Mundial. Este lunes se someterá a una resonancia en Andorra para descartar daños mayores. El que le va a costar más solucionar es el anímico.