"Aún no consigo perdonarme": las consecuencias del enfado de Aleix Espargaró con su equipo en India
El de Aprilia ha decidido recurrir a la ayuda de una psicóloga y está tirando del apoyo de su familia en esta parte de la temporada.
Circuito de Mandalika (Indonesia)-. Aleix Espargaró, un asiduo (casi adicto) a las redes sociales, desapareció de Instagram la semana siguiente al Gran Premio de Japón. No se había notado en público, pero había vivido dos semanas muy difíciles en lo personal. ¿El motivo? El famoso incidente que protagonizó en la India, un enfado con su equipo por un error estratégico en el entrenamiento oficial, que le llevó a encenderse de una manera muy notoria, lo que dejó unas imágenes que dieron la vuelta al mundo. Y un hecho que, como suele ocurrir en estos casos, generó una cascada de reacciones muy críticas con su actitud, muchísimas fuera de la más mínima decencia.
"La verdad es que fueron dos grandes premios complicados y difíciles para mí. Llego con algunos cambios. He viajado ya con toda la familia así que a intentar ser positivos a tope. Vienen siete semanas seguidas que no serán fáciles, pero a intentar divertirse al máximo. Creo que esta será una buena pista para la Aprilia y estoy con muchas ganas", comenzaba Espargaró su charla con los pocos medios españoles escritos desplazados hasta Lombok (Indonesia). En concreto, tres: el diario AS, la agencia EFE y Relevo. Porque el piloto más veterano de la parrilla de la clase reina ha emprendido esta ruta que llegará hasta el final del campeonato acompañado de su mujer Laura y de sus hijos, Mia y Max, un apoyo que había echado mucho de menos en India y Japón.
"Obviamente que mi vida no es difícil y siempre lo digo, pero no es tan fácil como parece y no todo es tan bonito como a veces parece. Hay momentos complicados y lo de India me costó mucho digerirlo. Claro que le pedí disculpas a todo el equipo después, y ellos no entendían por qué se las pedía. Me decían: 'Pero tío, si tú eres de corazón. No pasa nada'. Pero no era hacia ellos, era hacia mí. No soy capaz de perdonarme lo que le hice a mi gente y eso me está costando aún mucho. Necesitaba un poco de tiempo, de paz, de estar solo, con mi familia, y me ha venido muy bien. He venido aquí con mi familia para estas semanas, un poco como volviendo a los orígenes, a intentar pasarlo bien y divertirme". Porque Aleix es así, directo para lo bueno y para lo malo.
Aleix is furious! 😮#IndianGP 🇮🇳 pic.twitter.com/j3HbnCpVmx
— MotoGP™🏁 (@MotoGP) September 23, 2023
"No, no, de verdad que no está causado por la reacción de la gente. La reacción la entiendo perfectamente, porque yo hubiera reaccionado exactamente igual. Lo que hice es... No me gusta la palabra imperdonable, pero lo es. Yo he hecho mil liadas con la gente y al cabo de 24 horas he dicho que no pasaba nada, que colgaba otra foto y chimpún. Pero esta vez era yo el que no me perdonaba a mí mismo. Eso no me había pasado en toda mi carrera deportiva, y lo dice un tío que ha hecho 1.357 cagadas, pero esta es la primera en que no soy capaz aún de perdonarme. Estoy intentándolo a tope, cambiando cosas, trabajando con profesionales y me está costando mucho, porque no entiendo el porqué".
Espargaró ha tenido que recurrir a la ayuda de una psicóloga para asumir este momento, porque la intensidad de la competición exige trabajar cada área: ningún cabo puede estar suelto. "Desde el lunes antes de Japón", explica que había comenzado este trabajo. "Porque sobre todo intentaba buscar respuestas que yo no era capaz de encontrar. Me considero una persona inteligente, espabilada, que siempre he sido capaz de encontrar respuestas y caminos en mi vida, y hacerme yo mi vida, pero esta vez no era capaz. Sigo casi sin ser capaz de entender el porqué de lo de India". Un runrún que no se ha quitado de la cabeza tras un incidente que, como todo lo que suele triunfar en redes sociales, duró unas pocas horas; aunque no así sus efectos.