MOTOGP

Las cuestiones a resolver alrededor de la exhibición de Viñales en Estados Unidos

El técnico del piloto español analiza el momento del cambio en el rendimiento del ganador del último sprint y carrera de 2024.

Maverick Viñales, antes de proclamarse campeón en Austin./Reuters
Maverick Viñales, antes de proclamarse campeón en Austin. Reuters
Borja González

Borja González

Circuito de Las Américas (Estados Unidos)-. "No se puede ganar cada fin de semana, pero hay que luchar por ello. Desde que hemos tenido el balance que necesito en esta moto, somos capaces de ir muy rápido. Los técnicos lo han encontrado y eso es increíble. Creo que vamos a estar ahí cada carrera, independientemente del circuito. El balance lo encontré en el FP1 de Portugal, cuando estaba a punto de desmayarme". A Maverick Viñales le gusta repetir eso de 'encontrar el balance de su moto', eso que le ha permitido alcanzar el punto de competitividad que apuntó en Portugal, cuando solo un problema mecánico le impidió terminar segundo, y que ha corroborado de una manera espectacular en Estados Unidos.

Viñales había sufrido durante la pretemporada, y en el primer gran premio en Catar, pero en el segundo empezó a ver la luz, en unos días en los que estuvo muy limitado por una gastroenteritis. "Cuando viene a Aprilia no encuentra una moto fácil, no estaba puesta para él. Hace todo el 2022 y yo me reencuentro con él al principio de 2023, que para mí era un concepto de moto completamente diferente a lo que estaba acostumbrado, que era la Suzuki", cuenta a Relevo Manu Cazeaux, el técnico del piloto español. El argentino, afincado en la provincia de Málaga, ya había trabajado con Viñales en sus dos primeros años en la clase reina, cuando sumó su primer triunfo. Y fue una petición expresa a Aprilia en un momento en el que, tras algo más de un año en la fábrica italiana, no encontraba lo que buscaba.

"Él no iba cómodo, y el año pasado sirvió un poco para aprender cómo reaccionaba la moto y que es lo que faltaba. Y hacia el final del año nos dimos cuenta de que estaba mal balanceada", explica Cazeaux, como respuesta a una de las preguntas que rodean a su piloto, cuál fue el punto de inflexión. "Cuando se habla de balances es distribución de pesos, y hoy en día eso está relacionado también a cómo se distribuyen las fuerzas aerodinámicas. Y nos dimos cuenta de dónde estaba el problema y ya terminó muy fuerte con la moto 2023, la empezó a tener en mano, y en Valencia hizo el récord y la pole".

Una situación que no se mantuvo de inicio para este curso, por los cambios de Aprilia en su prototipo 2024. "Era una moto con más potencial, pero que cambió bastante. Y tuvimos problemas técnicos en Malasia que nos retrasaron muchísimo. Fue prácticamente un entrenamiento perdido. Y llegamos a Catar con todos los demás que estaban finos y a nosotros nos faltaban esas dos décimas para cuadrar la base de la moto. Y tal y como está MotoGP dos décimas es terminar décimo, y fue lo que pasó", analiza el argentino sobre el arranque de curso de su piloto. "Pero tuvimos buenos datos, vimos lo que había funcionado al final del año anterior y nos centramos en Portimao".

En ese primer entrenamiento libre que el ganador en Austin señaló como el momento del cambio. "Cada circuito necesita su ajuste, pero la base es importante para poder ser rápido en cada sitio". Esta es una de las preguntas alrededor de Viñales. Otra es esa de si este estado lo va a poder mantener a partir de ahora, incluyendo esa estabilidad de la que presume. "Tú ya sabes que todos los pilotos son especiales. Lo que tiene Maverick es una ventaja y una desventaja a la vez: consigue ir rápido con lo que funciona y con lo que no funciona. Y eso a veces si no hay una buena conexión entre él y la fábrica a través del equipo puede generar que pierdas el camino. Cuando sientes que eres un piloto muy bueno y las cosas no están saliendo eso genera a veces frustración y va todo a peor. Y cuando llegué aquí esa impresión me causó, que no terminaba de transmitir o de conectarse con la fábrica para entender qué necesitaba. Fuimos mejorando y eso le hizo ir ganando tranquilidad".

Y es el que vínculo técnico-piloto es especial desde el punto de vista mental, y eso es algo que Viñales esperaba encontrar recuperando a Cazeaux, lo que parece que se está confirmando. "Es difícil decirte por qué le pasó en Yamaha, pero en Suzuki no tuvo ningún bajón, no diría que es inconstante", apunta el argentino. "El año pasado no tuvo la moto en mano en todo el año, solo en el final, y ahora espero que sea como en 2016, que pudo sacar el máximo en cada fin de semana". El máximo en Estados Unidos fue arrasar en sprint y en carrera, y destrozar el récord del circuito, mostrando un nivel imposible para la competencia.

"La verdad es que no me sorprendió", señala su técnico. "Después de Catar yo sabía dónde teníamos que terminar. Lo que no podía garantizar es si iba a ser en Portimao, en Austin. Hablé con Rivola (NdR: Massimo, el jefe del equipo) y le dije que lo intentaríamos antes de Jerez, máximo en el test de Jerez. Lo conseguimos en Portimao. Y pensé que o iba siempre como allí o quería decir que no habíamos entendido nada de los datos. ¿Remontar desde el once? Yo cuando le vi ahí pienso que no vamos a ganar la carrera, eso es verdad, pero no tanto porque no fuera a pelearla sino porque en la MotoGP de hoy si hay uno que se escapa, es difícil ir a por él. Pero por suerte pudo pasar bien. Para eso sirvieron las carreras del año pasado y lo ha podido poner en práctica". Un análisis que puede responder las dos cuestiones que giran alrededor del piloto español.