Las 'heridas' abiertas que el nuevo formato de MotoGP ha provocado en el final de temporada
Las últimas citas de una campaña intensa, con el nuevo formato sprint, dejó varias cuentas pendientes de cara a MotoGP 2024.
20 Grandes Premios y 40 carreras después, la temporada 2023 de MotoGP ha bajado la persiana. El curso más largo que se recuerda ha puesto el broche final a un año en el que el nuevo formato ha sido el protagonista absoluto. El resumen, una temporada en la que se ha batido el récord de lesionados y donde en los 20 Grandes Premios disputados la parrilla de la categoría reina ha estado incompleta. Además de más de una rencilla que ha quedado pendiente de cara al próximo curso.
Y no es para menos si tenemos en cuenta que con el nuevo formato los pilotos tienen que competir al máximo nivel desde el viernes, donde se juegan el pase a la Q2. Es decir, más estrés igual a más tensión. Y si a eso le sumamos un final de temporada en el que la decisión por el título se ha alargado hasta la última cita en Valencia, el resultado es una acumulación de tensión que traspasa los límites de la pista pero que, en la mayoría de casos, queda en agua de borrajas. Porque lo bueno que tienen los 'calentones', es que se pasan.
De hecho, el claro ejemplo se vivió en el pasado Gran Premio de Catar. Franco Morbidelli y Aleix Espargaró protagonizaron un encuentro en pista durante la tercera sesión de entrenamientos de la cita qatarí que se saldó con una colleja del catalán al italiano -por la que fue sancionado con seis posiciones en parrilla y una gran penalización económica-, y un intercambio de declaraciones llena de reproches.
The full thing as to why Bez gave @polespargaro a few little nudges 👇#QatarGP 🇶🇦 pic.twitter.com/p70WVKXL4v
— MotoGP™🏁 (@MotoGP) November 17, 2023
Pero si hay algo que suele caracterizar a los pilotos, al menos a gran parte de ellos, es su capacidad de resarcirse "Esta mañana he ido a su motorhome y he estado hablando con él porque me apetecía sentarme a hablar y darle un abrazo. Que quede entre él y yo lo que haya pasado", confesaba Aleix Espargaró en el pasado Gran Premio de Valencia.
Aunque este no fue el único incidente que se vivió en el Circuito de Losail. Otro de los temas candentes de las últimas citas fue el encuentro que protagonizaron Pol Espargaró y Marco Bezzecchi durante la FP1 de la penúltima cita del año. Ambos pilotos mantuvieron varios piques en pista que concluyeron en el ensayo de salida con el italiano propinándole varios toques al catalán en su rueda trasera. En esta ocasión, ambos se mostraron bastante pacíficos en las declaraciones, sin querer entrar en polémicas y concluyeron el tema con un abrazo.
Cuentas pendientes que siguen latentes
Aunque la historia no siempre tiene un final feliz. Precisamente, uno de los contendientes al título, Jorge Martín también se mostró disgustado con Maverick Viñales después de que este le molestase en su intento de remontar para lograr arrebatarle el título a Pecco Bagnaia. "He llegado a Viñales, no he entendido muy bien hasta qué punto necesitaba molestarme y no dejarme progresar", reconoció el madrileño a DAZN tras acabar la carrera. Una rencilla que no ha ido más allá pero que queda pendiente de cara al próximo curso.
Otro de los casos más polémicos fue el de Marc Márquez y Marco Bezzecchi, donde la historia va más allá. Es de siempre conocida la tensión entre el piloto catalán y todo lo que tenga que ver con el que fuera uno de sus máximos rivales, Valentino Rossi. Precisamente, en la carrera del Gran Premio de Valencia, un incidente entre el que ya es piloto de Gresini y el tercero de la general acabó con 'Bez' fuera de combate en los primeros compases. Pero lejos de quedar todo en un simple incidente, al acabar la carrera el italiano se acercó hasta el camión de Márquez para reprocharle varios temas.
"Soy alguien que tuvo las pelotas de ir y decirle lo que pensaba. Es lo que hice porque es lo que hago con todo el mundo, digo lo que pienso, me importan un pimiento los comentarios", reconocía el propio Bezzecchi tras acabar la carrera. "No voy a perder el tiempo con este personaje. Ha venido al camión, pero haría algún comentario que no sería adecuado. Creo que él se va a arrepentir de lo que ha dicho en el camión, pero cuando madure más", respondía el catalán. Un incidente que, pese a haber terminado en reproches, no traspasa fronteras. Y es que, como bien dice el dicho, "no hay mal que 100 años dure".