Honda tiene dos semanas de margen para entender si necesitan un cambio drástico
Los pilotos de HRC firman un fin de semana desastroso y encaran 15 días clave con dos tests además del Gran Premio de España.

Austin (Estados Unidos)-. El Circuito de Las Américas ha sido un trazado exitoso para Honda. Desde 2013 hasta 2018, ambos años incluidos, Marc Márquez había arrasado en el trazado tejano. Perdió la victoria en 2019, pero volvió a lograrla en 2021, ya en un momento complicado en lo físico y en lo técnico: su moto ya no le permitía hacer la magia del pasado. En 2023, con Márquez ausente por lesión (en 2022 había protagonizado una gran remontada del vigésimo cuarto puesto al sexto), fue Alex Rins, con la Honda del equipo LCR, el que impactó en Austin.
En el sprint de este sábado Luca Marini fue la única RCV en cruzar la meta, en la última posición y a cuatro segundos del penúltimo (Rins con la Yamaha), y en la carrera del domingo fue otra vez el hermano de Valentino Rossi el único en terminar, decimosexto, incluso por detrás de Alex Márquez, que se había caído a mitad de la prueba. Y lo peor que se puede decir en este caso es que nadie se sorprendió por lo visto a lo largo del fin de semana. De hecho, Joan Mir, ya había apuntado en Portugal a que estaban empezando a pensar que habían errado en la dirección de desarrollo tomada, en un circuito que previamente había señalado como potencialmente positivo para su moto.
"He hecho una primera vuelta más rápida que los que peleaban por el top diez, una segunda vuelta más rápida que los que peleaban por el top diez, y en la tercera, al suelo…", explicaba a Relevo el mallorquín al terminar la carrera. Un Mir, eso sí, que muestra un espíritu muy alejado del decaimiento que presidió su temporada 2023. Es más, dentro del box está contento con la manera que están teniendo de trabajar los pilotos, tanto él con la dirección técnica de Santi Hernández, el ex 'jefe' de Marc Márquez, como Marini, al que se da crédito por su capacidad de entender los problemas que van surgiendo sobre la moto.
"Vas comprando boletos, haces una vuelta, dos vueltas… ¿Qué quieres que te diga? ¿Qué prefiero yo? Pues seguramente eso, porque estoy dando intensidad, intento ir rápido, pero el tema es que ahora mismo la moto no nos lo permite. Es así. La situación es muy desesperante. No acabamos. En carreras largas como estas, con calor, las motos se mueven, intentas estar por ahí delante y la verdad es que no hay margen", nos analizaba Mir con un enfoque muy realista sobre dónde se encuentran, en un momento clave en el plan de trabajo que se han fijado en la casa japonesa.
Porque esta misma semana sus pilotos van a participar en un entrenamiento privado en el Circuito de Barcelona-Catalunya, con piezas importantes que probar, antes de que la semana que viene compitan en el de Jerez-Ángel Nieto, en el Gran Premio de España. Y después de la cuarta prueba del calendario tendrán otro test más, en el trazado andaluz, que puede marcar un punto de inflexión en los planes de una fábrica que en las primeras pruebas de este año creía haber dado en la tecla, algo importante por dos motivos: uno, obvio, para acercarse a los dominadores de MotoGP y salir de su pozo; y, dos, para ofrecer al mercado de fichajes una moto atractiva para los pilotos referencia de la categoría, con el sueño no confesado de convencer a Marc Márquez para un retorno.
"Hemos sacado conclusiones muy importantes este fin de semana", volvía a expresar con optimismo Mir. "Estamos apretando mucho a los japoneses para que realmente traigan algo que funcione, y confío que en Montmeló podamos entender si algo funciona. Luego en Jerez también hay otro test muy importante, y a partir de Jerez si lo que se trae tampoco funciona, pues hay que plantearse cambiar algo grande de la moto, hay que plantearse hacer un paso en otra dirección completamente distinta. Han trabajado en toda esta parte de la temporada para esos dos tests, entonces ahí vamos a entender qué pasa. Y si no funciona hay que tomar medidas y tomar otra dirección".
Un mensaje nítido por parte del piloto que más peso tiene ahora en la estructura nipona, porque tanto Marini como Johann Zarco son nuevos, y Takaaki Nakagami siempre ha sido considerado más como un empleado de la fábrica y como un buen enlace idiomático con los ingenieros de Honda. Porque Mir, que sigue planteándose como primera opción continuar donde está ahora mismo, está siendo muy franco con su actual situación: "Han trabajado en esta línea con el piloto de pruebas y han traído mejoras para mejorar la moto con esta configuración, pero hay que ver si es el camino. Pero no hay que perder más tiempo que el lunes en Jerez".