El día que el 'imperio japonés' cayó a manos de Europa
En unas declaraciones a Motorsport.es, el líder de Yamaha, Fabio Quartararo invita a las marcas japonesas a arriesgar si quieren salir de la crisis que atraviesan.
![Marc Márquez, Takaaki Nakagami, Iker Lecuona y Franco Morbidelli en la sprint de Silverstone. /HRC](http://s3.sportstatics.com/relevo/www/multimedia/202308/25/media/cortadas/japon-motogp-RhlX2e4UhCkVuDDICEegkDI-1200x648@Relevo.jpg)
"Hace unos días vi mi moto de campeón del mundo de 2021, y al lado estaba la de Lorenzo, de 2015. Son prácticamente iguales", confesaba Fabio Quartararo en unas declaraciones a Motorsport.com. Desde hace varios años- exactamente desde la pandemia por coronavirus que paralizó al mundo entero-, las marcas japonesas atraviesan una grave crisis que ha cambiado el rumbo de la categoría reina tal y como se conocía. Las que antes eran las referentes en un Mundial dominado por la cultura japonesa es ahora una nueva era en MotoGP.
Actualmente, son las marcas europeas las que han cogido el mando de una categoría en la que los nipones son claramente los damnificados de la llegada de la aerodinámica, entre otras cosas. Ducati, pionera en todas las mejoras que se han ido incorporando en MotoGP en las últimas temporadas, es la gran dominadora- con ocho victorias de las 10 posibles esta temporada, llevan sin bajarse del podio desde hace más de un año y van camino de su segundo título de Campeones del Mundo-. Mientras Honda y Yamaha tratan de sobrevivir a base de intentos fallidos.
"Yo creo que Ducati, KTM y Aprilia arriesgan mucho más que las fábricas japonesas. Las diferencias que hay entre las KTM, Ducati y Aprilia de hace cinco años respecto a las actuales, son brutales. Nuestra moto es la misma. Yo no tengo tanta experiencia como otros pilotos, pero el Mundial ha pasado de blanco a negro en los cuatro años que llevo aquí", expresaba el galo al medio español. Sus pilotos comienzan a impacientarse y las marcas deben actuar pronto si quieren retener a sus diamantes en bruto.
Una mirada puesta en el próximo test de Misano
La mirada está puesta en el próximo test de Misano- la primera cita en la que las escuderías suelen llevan un primer su primer prototipo para el próximo curso-. Entonces, el Repsol Honda ya afirmó estar trabajando para dotar a sus pilotos de un buen material que les permita recuperar la ilusión de cara a la próxima temporada. Lo mismo que el Monster Yamaha a quien su punta de lanza, Fabio Quartararo ha puesto como límite la cita italiana para demostrar su compromiso de futuro.
"En el test de Misano quiero tener pruebas. Tienen un mes. Yamaha lleva tres años prometiéndome cosas en un documento PDF de 10 páginas, de las cuales nueve y media no se cumplen. No quiero ver cosas escritas, lo que quiero ver es la moto de Misano, porque esa será, en un 95%, la que correrá en 2024. Ahí se verá si Yamaha realmente me quiere para el futuro. Yamaha es la prioridad porque es la marca que me trajo a MotoGP. Confío en Yamaha y les di una oportunidad, pero no habrá una segunda", expresaba hace unos meses el galo en unas declaraciones al mismo medio.
Teniendo en cuenta que la crisis que atraviesan es la peor de las últimas décadas- ambas marcas podrían contar con concesiones de cara al próximo año-, se antoja complicado pensar en que el test previsto tras el fin de semana de Misano sea suficiente para solventar una situación que cada vez pinta más difícil. Mientras tanto solo queda esperar a que el 'imperio japonés' contraataque.