MOTOGP

Las 72 horas de Marc Márquez entre el "no me hubiese subido a la moto" y el "he aprendido a disfrutar los buenos momentos"

El catalán remontó desde la 13ª posición hasta la segunda del podio en la carrera de este domingo.

Marc Márquez en el parque cerrado. /EFE
Marc Márquez en el parque cerrado. EFE
Raquel Jiménez

Raquel Jiménez

Cuando Marc Márquez llegó a Sachsenring este jueves ya sabía que, para bien o para mal, gran parte de las miradas este fin de semana se iban a centrar en él. El año pasado, en plena crisis de Honda ya fue protagonista, en el plano negativo, por tener que retirarse tras irse al suelo cinco veces en apenas 48 horas y sufrir varias fracturas. Y en este caso, el catalán llegaba con la incertidumbre y el hilo negro entre revivir un recuerdo negativo o volver a coronarse como ya ocurrió anteriormente -ocho ocasiones en total desde que llegó a MotoGP-, como el rey de Sachsenring.

Y como en todas las buenas historias los inicios no son fáciles. El viernes la película pintaba muy mal. Por momentos llegó a mostrar los matices del Márquez dominador en tierra alemana, dominando y enseñando que la desventaja de la GP23 desaparecía. Sin embargo, una caída en la primera sesión de entrenamientos ya fue el presagio de lo que sería un inicio complicado de fin de semana. Caída y sensaciones agridulce a pesar de que logró rascar una importante segunda posición que demostraba el buen hacer del de Cervera en territorio alemán.

Por la tarde, la historia se repitió, el ilerdense trataba de marcar el mejor tiempo cuando se fue al suelo protagonizando un inesperado highside que le obligó a pasar por el centro médico. Por suerte sin grandes consecuencias físicas. Márquez volvía a salir a pista, daba una vuelta que le valía la primera posición y volvía a retirarse por molestias en el costado. "Sufre una fuerte contusión costal derecha, pero que no afecta a la parte ósea. Le hemos hecho cinco proyecciones radiológicas y no hay fractura costal, en absoluto. Le vamos a someter a tratamiento de fisioterapia y le daremos anti inflamatorios, pero descartamos cualquier tipo de fractura costal", añadía entonces el galeno.

A los dolores se sumaba que el catalán se vería obligado a pasar por la Q1 tras no poder volver a salir a pista. Y como suele ser habitual en la vida y suele decirse, cuando viene lo malo, viene todo junto y su paso por la primera tanda de clasificación no estuvo exenta de polémica. Por ritmo y estado, Márquez tenía todo para convertirse en uno de los elegidos a disputarse la pole -y ¿por qué no? uno de los favoritos-, pero un error (posteriormente penalizado) por parte de Bradl le acabó complicando su último time attack desterrándole hasta la 13ª posición de parrilla. Nuevo revés en el fin de semana del catalán.

"Tal y como estaba ayer no me habría subido hoy, pero me he levantado medio bien, y he decidido probar tres vueltas, sobre todo después de hablar con los doctores y que chequearan bien todo, mi principal preocupación es que pudiera ir a peor, las costillas y sobre todo el dedo, porque tengo una fractura y se va moviendo un poco. Pero me han dicho que si lo fuerzo hoy y mañana no pasará nada", confesaba entonces el múlticampeón.

Un giro de los acontecimientos

Pero si hay algo que suele caracterizar a un piloto como Márquez es saber redimirse -no es la primera vez que lo hace-. Solo unas horas más tarde de su encuentro con Bradl, el catalán protagonizó una remontada que ya sorprendió a más de uno. De la 13ª a la sexta posición, con el añadido de la confianza de que podía ser rápido, y un claro mensaje de redención.

"Es verdad que en un fin de semana que pintaba bien, y luego sales a pista en el primer entrenamiento y te encuentras muy bien, pues dices 'esto irá bien'. Pero se empezó a torcer con cambios de motos, saliendo tarde a pista, saliendo con la moto que no tocaba, luego la caída en la 11… Se ha torcido todo. ¿Lo bueno? Que todo y así hemos estado sextos en carrera, y en las vueltas que tenía limpias rodaba en un tiempo muy similar al grupo de cabeza".

Y como no podía ser de otra manera, la película solo podía tener un final feliz. Este domingo, Márquez volvía a ser el rey, después de remontar desde la 13ª a la segunda posición, protagonizar un incidente con Morbidelli, romper la cúpula y correr con el airbag activado. "Estoy súper relajado, disfrutando cada momento. Este segundo puesto me sabe a victoria, y ya he celebrado segundos y terceros este año. ¿Por qué? Porque he aprendido que lo malo llega solo y lo bueno hay que lucharlo, hay que perseguirlo y cuando llega hay que disfrutarlo", confirmaba. Y entonces todo cobró sentido.