MOTOGP | GP DE ALEMANIA

Jorge Martín: "Será difícil de aceptar pero no queda otra, hay que levantarse de esto"

El madrileño pasa de poder cerrar un fin de semana perfecto en Alemania a terminar frustrado y envuelto en dudas.

Jorge Martín se lleva las manos a la cabeza tras su caída este domingo. /Reuters
Jorge Martín se lleva las manos a la cabeza tras su caída este domingo. Reuters
Borja González

Borja González

Circuito de Sachsenring (Alemania)-. Jorge Martín regresaba a su box en scooter desde la curva 1 del Circuito de Sachsenring, el punto en el que se había caído, un incidente que dio el giro dramático a una carrera en la que parecía que iba a ganar para cerrar un fin de semana glorioso. Al madrileño le había recogido en ese punto, cercano al paddock, su padre, Ángel, sin que se pudiese entender cuál había sido su reacción, porque no se quitó el casco hasta que no entró en la oficina que tiene en el camión de su equipo. Allí, para desahogarse, dio un fuerte golpe a la pared, y se puso a respirar y a tratar de sacar la ira que llevaba dentro, también para cumplir con el trabajo que le quedaba por delante.

"Es frustrante caer después de 27 vueltas liderando, y duele", reconocía cuando Relevo le preguntaba por sus sensaciones, en realidad una manera de romper el hielo, porque era obvio que se había llevado un fuerte palo anímico. "Será difícil de aceptar, pero no queda otra, hay que levantarse de esto", razonaba, para después enlazar con la preocupación que se le había quedado en la cabeza. ¿Cómo puede ser que se repitan este tipo de errores? El año pasado, en Indonesia, se fue al suelo cuando lideraba con solvencia la carrera, en un momento en el que estaba enfrascado en la pelea por el título frente a Pecco Bagnaia. El de este domingo ha sido su tercer error en 2024, los tres yendo primero (en la carrera de Jerez y en el sprint de Mugello).

"Es un momento importante en mi carrera para entender por qué me pasa esto, porque ya van dos carreras este año en que me caigo cuando estoy liderando y en una situación muy similar y bueno, hay algo ahí que no sé si es a nivel mental o a nivel de conducción, pero no me queda otra que levantarme y seguir peleando, analizar con frialdad qué ha pasado y enfocar en volver a dar mi mejor versión". Una cuestión que, en cierta medida, preocupa también en su garaje. Porque nadie duda de la calidad de Martín, y de su fortaleza, pero en el Prima Pramac entienden que deben ayudar a su piloto a sacar una conclusión útil a este cuestionamiento que él mismo se está haciendo.

"No es momento para poner excusas, y si hay una caída es que hay un error, y es lo que hay que entender y analizarlo bien", respondía a Relevo en esa búsqueda de un porqué a esta caída, y después de que tras la de Jerez, esa misma tarde, nos dijese que no se explicaba lo que había pasado, porque había hecho exactamente lo mismo que en la vuelta anterior, aunque después supimos que había cambiado levemente la trazada para defenderse de un posible ataque de Bagnaia. "Ahora mismo te podría decir lo mismo que en Jerez, pero no sería cierto, así que prefiero analizar con tiempo por qué me pasa esto. Duele, obviamente, y no he tenido tampoco tiempo de mirarlo, así que nada, será una noche difícil para dormir y mañana empezaremos otra vez a currar".

Y es que la charla con Martín estuvo envuelta del tono apesadumbrado que acompañaba al protagonista, en un día duro que cerró un fin de semana que podría haber sido mayúsculo. Uno en el que en vez de romper la racha victoriosa de Bagnaia terminó permitiendo que se alargase, y que este se hiciese con el liderato de MotoGP que el español había alcanzado tras el segundo gran premio del año, el de Portugal. "Dos vueltas antes de caer era el rey del paddock, así que ahora tampoco soy el peor. Son cosas que pueden pasar, pero tengo que ver con frialdad qué es, porque ahora mismo no lo sé y no podría decirlo", volvía a añadir, dándole vueltas a un asunto que le martilleará en la cabeza en los próximos días.

"Tanto la caída de Jerez como la de Mugello, o esta, han sido idénticas, tocando el freno entrando a curvas de derechas, así que hay algo. A falta de dos vueltas ya lo tenía prácticamente hecho y bastante controlado, estaba pilotando bien y tenía ritmo, tenía controlado a Pecco, tenía ese 0.5 y podía seguir manteniéndolo en esa última vuelta, porque está claro que los dos íbamos bastante al límite. Pero, bueno, creo que he pilotado bien", se consolaba, para luego transmitir que no quiere que esto le taladre en la cabeza más de la cuenta.

"Es lo que decía antes, ni hace dos vueltas era el mejor piloto del mundo... No es fácil asimilar estas cosas y muchas veces no sabes cómo asimilarlas. Al final puedes dar un puñetazo al camión, que lo he hecho, puedes ponerte a llorar, pero tampoco sirve de nada y se trata de que al final hay que soltarlo, tiene que salir, hay que aceptarlo y mirar hacia adelante y nada más, me centraré mucho en mejorar y corregir estos errores y volveré a estar donde tengo que estar, volveré a ganar y todo esto será una anécdota".

Porque Martín sí que demostró a lo largo del fin de semana que ha sido capaz de rebajar esa ventaja que parecía haber tomado Bagnaia en cuanto al pilotaje, como él mismo había reconocido el jueves. "Considero que a nivel de pilotaje he sido superior todo el fin de semana. Está claro que me he caído y no he terminado el trabajo, pero ayer gané, hice la pole e iba a acabar de cerrar el círculo. Habría sido muy guay irme de vacaciones pensando que soy el rey, que soy el 'king', pero no es así. Así que es una oportunidad para seguir currando, y para ver la realidad como en realidad es". Una realidad que coloca a Bagnaia, el bicampeón, como el nuevo líder de MotoGP. "Ahora la presión se la paso a Pecco, y yo a seguir trabajando", se consolaba con una ligera sonrisa.