MOTOGP | GP DE MALASIA

Jorge Martín: "He visto que si seguía apretando iba a cometer un error"

El madrileño salva los muebles en un domingo tensionado por el problema generado por la norma de la presión de los neumáticos.

Jorge Martín. /EFE
Jorge Martín. EFE
Borja González

Borja González

Circuito de Sepang (Malasia)-. La lucha Pecco Bagnaia-Jorge Martín de este domingo no fue de esas que hacen afición. La de Malasia fue una carrera tensa, pero un punto de tediosa, algo a lo que se llega por las altas temperaturas, por la preocupación de los pilotos acerca del desgaste del neumático y, desde este año, porque tienen que estar muy atentos a la presión del delantero. Y es que las MotoGP han evolucionado tanto, sobre todo en la parte aerodinámica, que Michelin ha empezado a preocuparse por la seguridad de la goma delantera. Es por eso que ha conseguido que se imponga una regla técnica que prohíbe que ese neumático esté por debajo de una presión mínima que consideran peligrosa, aunque hasta el momento no ha habido ningún ejemplo (esto mientras trabajan en el desarrollo de un compuesto delantero nuevo).

Desde el Gran Premio Británico de agosto estas presiones están monitorizadas y después de la carrera se informa sobre si ha habido algún incumplimiento. Los equipos tratan de controlarlo, aunque hay dos variables que tienen en cuenta. Una, que a partir de una presión considerada alta, a los pilotos les cuesta manejar el tren delantero, lo que hace que este tienda a cerrarse y que se aumente el nivel de riesgo de caída; es decir, tienen que evitar esa zona roja. Y dos, que las presiones varían en función de circunstancias de carrera, por la propia temperatura de la carrera, un factor que ha sido muy habitual en las últimas (asfixiantes) pruebas disputadas en Asia, o por el efecto de tener otra moto delante, lo que obliga a los pilotos a jugar con la distancia respecto a los rivales, y lo que complica los adelantamientos. Como se ha visto este domingo.

"Detrás, cuando el neumático delantero coge temperatura y estás a 0.5 segundos, luchas contra un muro; o sea, te vas a 0.7, vuelves a 0.5, vuelves a 0.8", explicaba Alex Márquez, segundo en la carrera de Sepang, y que no pudo batir al ganador, Enea Bastianini. Inesperado vencedor, aunque no tanto para el de Gresini Racing. "Yo lo sabía. Y en parrilla en DAZN lo he dicho. Ayer en la clínica me lo encontré y le dije que mañana iba a ser peligroso", nos confesaba. "Y él se reía, porque lo sabía. Ayer cortó gas, es así. Dijo que no se sintió para atacarle, pero para no cometer un error por el equipo", explicaba sobre por qué el sábado Bastianini no había rebasado a Pecco Bagnaia, lo que se interpretó como una clara estrategia de equipo. "Enea es alguien que va muy por feeling, y lo ves. Ya cuando una vuelta le sale es que tiene ritmo para carrera. Cuando sufre más es a una vuelta, así que, si en el oficial está, en carrera estará. Dicho y hecho, cuida muy bien los neumáticos, es muy fino. Hoy ha vuelto el Enea del 2022".

Porque eso, la gestión de los neumáticos fue clave para la victoria de Márquez en el sprint, y para la de Bastianini en la carrera. Y para lo que se vio en la pelea importante, la del título. Una batalla que cayó del lado de Bagnaia por un punto, aunque Jorge Martín recibió una buena noticia ya por la tarde: su rival había infringido la norma de las presiones, por lo que recibía un aviso, lo mismo que le había sucedido a él en Tailandia. Es decir, están empatados en esto, y el italiano se ha quedado sin margen para usar esta baza. "Podremos usar esa ventaja, es algo que nos puede ayudar en alguna situación", había apuntado el líder el jueves, aunque ahora la cosa ha cambiado. Porque una segunda ofensa provoca una penalización de tres segundos en la prueba en cuestión (como le sucedió a Aleix Espargaró en Tailandia), una tercera de seis segundos, y la cuarta de doce.

"No estoy feliz, obviamente, con el resultado final", reconocía Martín sobre su posición. "He salvado los muebles como he podido acabando cuarto. No era obviamente lo que esperaba, esperaba pelear incluso por la victoria, hoy me veía fuerte incluso para ganar. He intentado empezar a recuperar posiciones, pasar a Pecco, porque me encontraba mejor, pero al no poder pasarle he visto que la temperatura de delante se me ha disparado otra vez, estaba sufriendo para hacer las curvas… He intentado mantener esa presión sobre Pecco, estar a 0.6 o 0.8 para ver si cometía un error, pero ha habido un punto en el que he visto que si seguía apretando el que iba a hacer el error iba a ser yo, y ahí pues he decidido, no rendirme, pero sí bajar el ritmo". Esto después de haber confesado el sábado no haber disfrutado del sprint, pese a acabar segundo.

"No puedes hacer paso por curva, no puedes frenar fuerte, he tenido que cambiar mucho, frenar más en pico y hacer trazadas que no había hecho en todo el fin de semana. No es fácil entenderlo de la mañana a la tarde y tener que cambiar todo, pero para eso nos pagan". Tampoco Bagnaia disfrutó del domingo, aunque sí que lo hizo con el saldo del fin de semana, que le deja un poco más cerca del bicampeonato. "Ha sido muy importante hoy terminar por delante de él, pero no ha sido fácil. Hemos perdido tiempo en esta lucha respecto a los dos primeros, pero después he empezado a tirar fuerte para cerrar la ventaja. No ha sido suficiente. Tenía mucho bloqueo delante y pienso que era por la temperatura del aire y del asfalto. Alcanzarles iba a ser muy difícil, iba a tomar muchos riesgos, así que el tercero está muy bien". Los de Qatar y Valencia deberían de ser trazados menos críticos en este sentido, por lo que esta norma que amenaza en convertirse en el factor invitado inesperado (e indeseado) podría tener mucha menos relevancia.