Jorge Martín: "Estoy disfrutando del momento porque nunca sabes qué puede pasar"
El de Ducati está demostrando ser el más fuerte en estos momentos en MotoGP y es el favorito para la carrera de Japón.
![Jorge Martín, tras lograr la pole en el GP de Japón. /EFE](http://s2.sportstatics.com/relevo/www/multimedia/202309/30/media/cortadas/jorge-martin-RCmD1dUCio4Kl6duEB9F7sJ-1200x648@Relevo.jpg)
Circuito de Motegi (Japón)-. Cuando termina cualquier prueba deportiva llega la avalancha de titulares, o de tuits o como se llamen ahora en la rebautizada red social. Uno muy repetido este sábado era ese un tanto tópico de 'Jorge Martín está de dulce'. Y es que el piloto español ha cogido carrerilla. Hace pocas semanas, tras el Gran Premio de Austria, salía a 62 puntos del líder Pecco Bagnaia, que había hecho un fin de semana perfecto. Martín era segundo de la general, así que había que vender que tenía opciones de pelear por el título, aunque era complicado no tener fisuras en la fe en que pudiese lograrlo. Tres grandes premios después, y un sprint, está a ocho puntos, con tres pruebas cortas consecutivas ganadas, más el triunfo en la carrera de Misano.
"Sí, estoy disfrutando del momento, porque nunca sabes qué puede pasar la carrera que viene o el año que viene. Estoy ganando carreras y no puedo pedir más", confesaba este sábado en Motegi, transmitiendo una seguridad total en sus posibilidades. "Está siendo un fin de semana muy bueno, con récord de la pista y victoria en el sprint. No puedo estar más contento. Esperaba que la carrera fuera más lenta, pero Brad me estaba apretando las tuercas y he tenido que apretar hasta el límite para marcar la diferencia. Pero es una buena información para la carrera de mañana. Y con ganas, porque creo que ahora mismo tenemos un poco más". Brad es Binder, el único que le plantó cara, aunque Martín supo gestionar ese momento entendiendo que el sudafricano iba a terminar por desfallecer.
Todo esto en una prueba que antes de su inicio le dio un momento de tensión. Con su moto ya parada en la casilla del primero de la parrilla, los inspectores técnicos se acercaban y empezaba a verse movimiento alrededor de su Ducati. "Había un problema con un sensor y daba error. Ha sido un momento de tensión, pero hemos podido comprobar que todo estaba en su sitio y que podía correr". A partir de ahí, semáforo apagado, y salida fulgurante para poner tierra de por medio y comenzar a tirar como un loco para dejar sin posibilidades a la competencia. Y para cumplir con el segundo de los objetivos marcados para Japón, ganar la prueba corta. El primero era lograr la pole, algo que hizo con mucha solvencia tras las dudas con las que se fue a la cama el viernes, cuando vio cómo sólo había podido ser cuarto, a 0.354 segundos del primero.
"Voy cogiendo confianza, cada vuelta un poquito más. Hoy había trabajado con mucha gasolina y gomas muy usadas, así que cuando hemos puesto poca gasolina y gomas nuevas, iba solo casi", explicaba a preguntas de Relevo. "Está claro que mentalmente me encuentro en un buen momento. Por eso no quiero tocar mucho, incluso hay veces que no me encuentro cómodo con la moto y prefiero dejarlo todo igual y seguir, porque sé que la moto está funcionando. Cuando he tenido temporadas buenas en mi carrera hice lo mismo, saber qué moto tengo y no tocar nada". Un método que le está permitiendo continuar metiendo en tensión al líder de su marca y actual campeón del mundo, un piloto con el que había compartido box en 2015 y 2016 bajo el paraguas de Jorge Martínez Aspar.
"Yo sigo teniendo la misma relación con él", confesaba después de asegurar que no ve síntomas de debilidad ahora mismo en Bagnaia, al que está batiendo en los últimos fines de semana. "A mí no me cambia nada, aunque si él cambia esta relación no depende de mí. Tenemos una buena relación y creo que ahora es importante no cambiar la mentalidad. Creo que está siendo la clave. Yo espero hacer mañana mi carrera y luego a ver dónde acaba él". "Están trabajando bien, seguro. Si es más fuerte, no lo sé", señalaba por su parte el italiano sobre el momento de su rival, con una sonrisa, pero dejando la sensación de que el tercer puesto del sprint no le había valido para mucho. Ahora le tocará afrontar una carrera, la de Japón, de la que podría salir matemáticamente sin el liderato de MotoGP y, lo que es peor, con el miedo en el cuerpo por el nivel que ha alcanzado su rival por el título.