MOTOGP | GP DE CATALUÑA

La espectacular instantánea que Jorge Martín busca cada viernes en Montmeló

El líder de MotoGP ha vuelto a cumplir con su tradición no escrita de buscar tocar con su hombro en el piano de la curva 5.

Jorge Martín, durante el GP de Cataluña. /DAZN
Jorge Martín, durante el GP de Cataluña. DAZN
Borja González

Borja González

Circuito de Barcelona-Catalunya-. "Sé que la gente está esperando que lo haga cada año. Y tengo que buscar esa parte de pasármelo bien". Jorge Martín, el líder del Mundial de MotoGP, cumplió este viernes con algo que casi se podría decir que se ha convertido en una tradición en el Circuito de Barcelona-Catalunya: sale a la primera sesión, hace unas vueltas para comprobar que todo está en su sitio, y antes de comenzar a trabajar y de ponerse a afinar en la puesta a punto de su moto pensando ya en el fin de semana, deja una de las imágenes de cada temporada en la curva 5 del trazado catalán, rodando algo menos de 50 kilómetros por hora, con una inclinación de unos 57 grados.

"Estaba deseando salir y hacerlo. En la segunda vuelta ya estaba tocando con el hombro, y un poquito más que el año pasado". Porque empieza a inclinar y, en vez de mover hacia dentro su hombro izquierdo para evitar perder tiempo, como hace después en los intentos de vuelta rápida, lo lleva a su máximo, para dejar una instantánea espectacular en la que parece casi estar tumbado sobre el asfalto, con la cabeza muy cerca del piano. Una foto que busca nada más terminar la sesión, y un vídeo que las televisiones no se cansan de repetir a cámara lenta. Porque, sí, a los pilotos de MotoGP, los más rápidos del planeta sobre dos ruedas, les da tiempo también a pensar en este tipo de cosas.

"Al final es postureo, que decimos nosotros", nos confesaba entre risas de este momento buscado. "El año pasado tocaba y no lo notaba, era más con el brazo; pero este año he tocado con el hombro, y podía escuchar el ruidito del mono rozando contra el suelo", reconocía, un mono que deja cada año marcado, y que tiene que pasar por el taller de reparación de su marca, Alpinestars, que tiene un servicio en los circuitos en el que pueden hacer este tipo de arreglos menores, a base de unas pinturas. "La verdad es que ha sido una imagen bonita".

"Pierdes un pelín de tiempo, está claro, pero en esas primeras vueltas del día no importa. Porque al apoyarte con el hombro te frena. Aunque en unos años podemos acabar así… Es curioso que los otros pilotos no lo hagan, porque yo lo veo súper fácil. En fin, ya tengo la foto del año". Porque a Martín se le nota que disfruta de este momento, más allá de cómo haya podido acabar el primer día en Montmeló, que en su caso terminó resultando bastante positivo. El piloto de Prima Pramac terminó sexto, por detrás de la Aprilia de Aleix Espargaró, de las KTM de Brad Binder y de Jack Miller, de la GasGas de Pedro Acosta y de Pecco Bagnaia, el segundo de la general (fue cuarto), aunque más satisfecho con el ritmo que con lo que hizo en su vuelta rápida.

"He hecho un gran trabajo", nos decía con una sonrisa de oreja a oreja y dando la sensación de estar muy relajado. "Hemos probado diferentes motos y no hemos tenido el mejor intento de vuelta rápida, no tenía toda la confianza, pero porque iba con una moto muy diferente a la que suelo llevar. Pero en cuanto a ritmo creo que soy de los más fuertes, he probado la blanda y la media, que he sido el único en probar las dos gomas muy usadas". Unas sensaciones, las de larga distancia, que le permiten confiar que, en este punto, ha conseguido recortar la distancia con respecto al más rápido, Espargaró, si tomamos la referencia de 2023, cuando el de Aprilia empezó el viernes dos pasos por encima de los demás.

"Buscamos eso que nos faltaba el año pasado para cerrar la distancia con las Aprilia, y creo que lo hemos encontrado", apuntaba a pregunta de Relevo sobre las pruebas del día. "Me he encontrado muy rápido en cuanto a ritmo, es una moto que me ayuda mucho a girar, pero quizás no estoy transfiriendo el peso que me gustaría a la parte trasera para hacer metros. Pero giro mucho mejor, que es en lo que el año pasado perdía con las Aprilia. Entonces tenemos que seguir dándole un poco de tiempo a esta moto, por eso también cuando he tirado en el 'time attack' no sentía que era mi moto, y no he podido tirar al cien por cien. Creo que mañana puedo hacer un gran paso".

Así que el primero de la general pudo terminar la jornada inaugural (en pista) de este gran premio con una doble sonrisa. La importante, la que le dio las sensaciones sobre su moto con los cambios hechos y pensando en prolongar su momento, aunque este no es un circuito en el que su moto es tan dominante como en otros. Y la más intrascendente, aunque buscada, esa de haber salido otra vez con esa foto que buscaba en el inicio del viernes y que habrá podido compartir un año más en sus redes sociales. "Hay que buscar esa parte de pasármelo bien, y de eso va tocar con el hombro, hacer algún caballito cuando acaba el entreno. Es importante para que no sea sólo trabajo y disfrutar de la MotoGP".