MOTOGP | GP DE LA COMUNITAT VALENCIANA

Jorge Martín cumple con la primera parte del milagro

El español gana su noveno sprint de la temporada y recorta siete puntos a Pecco Bagnaia, que sólo pudo ser quinto.

Jorge Martín cumple con la primera parte del milagro
Borja González

Borja González

Circuito Ricardo Tormo (Valencia)-. Si el viernes todo pareció cuadrar de la mejor manera posible para Jorge Martín, con el pase sobrado a la Q2 y los problemas de Pecco Bagnaia (más el show de intimidación del español), la mañana del sábado dio un golpe a la balanza del título a favor de los intereses del líder de MotoGP, y actual campeón. El italiano pasaba sin problemas a la Q2, y resolvía la pelea por la pole con solvencia y con un buen segundo puesto. Por su parte, Martín dejaba una imagen más dubitativa, con cambio de moto y de neumático delantero incluido (terminó usando el compuesto más duro delante, lo que le hizo fallar en sus últimos intentos de vuelta rápida), y con tan solo un sexto puesto. Un escenario poco prometedor para afrontar la gesta de remontar 21 puntos con 37 en juego.

Pero el español salió convencido, como siempre, al sprint, la prueba de la que es el auténtico rey (había ganado ocho hasta este sábado). Y a su convencimiento se sumó el inesperado pobre nivel de su rival, que pese a mantener su posición en el arranque, a rueda del autor de la pole, Maverick Viñales, empezó a mostrar signos de flaqueza. En realidad, una cuestión de neumáticos: los que terminaron en los tres primeros puestos eligieron el compuesto blando trasero, Viñales y Bagnaia el medio. Bagnaia se vio superado en nada por Martín, Brad Binder y Marc Márquez, para empezar a perder poco a poco terreno respecto a los de delante. Primero, con Viñales en modo fuga. Después, sin que sorprenda, porque sucede demasiado a menudo, con el de Aprilia cayendo puesto a puesto y cediendo el sitio a los otros tres de la fuga. Porque Viñales sigue sin terminar de cuadrar las pruebas. Es capaz, como en Catar el domingo, de ir de menos a más y de estar a punto de subirse al podio después de haber sido noveno; o de esto, de perder una buena ventaja y quedarse sin premio. Aunque, en esta ocasión, por una cuestión de neumáticos.

La batalla delante quedó en manos de Martín, que impuso su poderío pese a la amenaza de Binder. Y es muy probable que el sudafricano refrenase sus ansias habituales (de animal de carreras) consciente de que un error podría terminar señalándole ahora que está a punto de resolverse el Mundial de MotoGP. Cómodo, en su tercer puesto, Márquez terminaba con una medalla colgada al cuello en su penúltimo día con el Repsol Honda, y seguro que con la mirada puesta en cerrar su colosal y exitosa aventura subido una vez más a un podio. Porque ya lo dijo este viernes, su objetivo en este gran premio es terminar entre los tres mejores, como un regalo a la fábrica con la que ha ganado seis coronas de la clase reina.

Viñales fue capaz de mantener su cuarta plaza, para alegría de Martín, porque en estos momentos cada punto cuenta. Y Bagnaia su quinto, que no es moco de pavo, porque antes de empezar ya sabía que dos quintos le daban el título hiciese lo que hiciese el madrileño. Pese a parecer en el último tercio del sprint que era capaz de sacar algo más, con la posibilidad de amenazar con llegar al cuarto puesto y sumar un punto más, el italiano se quedó estancado en una posición a la que probablemente habrían podido aspirar Marco Bezzecchi, pero sobre todo Fabio Di Giannantonio, el piloto revelación de esta segunda parte de la temporada.

Aunque el primero por amigo, y el segundo por no querer perder esa opción de continuar en MotoGP en la moto que va a dejar Luca Marini en el VR46 (para la que los gestores de Ducati le han bendecido), no hicieron amago de adelantarlo. Porque, como se ha mencionado anteriormente, cada punto puede valer. Un punto que pudo haberle quitado un inspirado Fabio Quartararo, el único que le rebasó, aunque para terminar por los suelos y cerca de provocar una caída al de Ducati. Ahora Bagnaia llegará al domingo con 14 puntos de ventaja sobre Martín que, en el fondo, deberá encomendarse a una segunda parte del milagro. Ganar, y que el líder termine quinto o peor, le haría campeón. Y no será fácil que Bagnaia falle dos veces dos veces en dos días.