Le Mans no desvela si el chasis Kalex es la solución para Honda

Circuito de Le Mans (Francia)-. Marc Márquez terminó cansado después del sprint de Le Mans. Muy cansado. Llevaba seis semanas sin subirse a una moto y encaraba un gran premio lleno de la tensión habitual, con los competidores lanzados después de cuatro citas, tres de las cuales se había perdido el del Repsol Honda. "Estoy cansado", reconocía con una sonrisa. "Hoy me he levantado con el cuerpo como el segundo día del test de Malasia, que te levantas con agujetas en el cuello y en los brazos después de todo el invierno sin rodar. Aunque luego te calientas y sales, y te pones en acción".

Porque Márquez necesita poco para entrar en calor. Desde el viernes se le vio muy activo. Cumplió metiéndose entre los diez primeros, como ya había advertido el jueves, buscándose la vida. El sábado firmó un brillante segundo puesto para la parrilla de salida, y después fue uno de los protagonistas del sprint, donde terminó quinto después de rondar durante muchas vueltas las posiciones de honor.

"Hubiera firmado tranquilamente un día así, ni esperaba estar en primera línea de salida, ni esperaba estar en el top cinco. Y estar entre los ocho primeros ya era una muy buena posición. Honestamente, con la carrera perfecta podríamos haber terminado terceros, porque he fallado en la salida, en la primera vuelta iba rígido y en la segunda también, no iba del todo suelto y luego en el primer adelantamiento con Bagnaia, he fallado, he estado demasiado permisivo y me la ha devuelto". Y es que ahí se le notaba cierta falta de rodaje y, como reconocía, tener la imagen en la retina del lío que montó en Portimao.

"En la segunda oportunidad ya he sido un poquito más agresivo y ya me he podido defender bien. Son cositas que, lógicamente, después de retomar así de golpe la competición, pueden pasar". Márquez terminó siendo la mejor Honda con diferencia, en un fin de semana en el que tanto él como su compañero en Repsol, Joan Mir, usaron el famoso chasis de Kalex: una unidad para el mallorquín, y dos para el 93. "Ayer llegó uno a última hora, y a los mecánicos les agradezco mucho su trabajo, porque estuvieron trabajando hasta la una de la madrugada". Una novedad técnica que, en cualquier caso, no parece que le haya cambiado demasiado la vida.

"Lógicamente hay diferencias, porque es un concepto diferente. Aunque es verdad que ayer iba muy similar con los dos chasis, iba rápido y bastante bien con los dos, la diferencia en tiempos era poca, pero sí que en sensaciones era muy diferente". Un análisis que parece bajar un poco el suflé inicial del viernes por la mañana, cuando pareció que tanto él como Mir habían encontrado por fin la solución a sus problemas, aunque parece que estos son más profundos que para solucionarlos con un bastidor fabricado por una pequeña ingeniería incomparable con un gigante como Honda.

Una persona que ha estado vinculada a Honda comentaba a Relevo que hay una cuestión filosófica que se puede enlazar también con cómo está Yamaha en estos momentos. Una falta de capacidad de reacción que sí que están mostrando las fábricas europeas, que es lo que les ha llevado al punto en el que están en estos momentos: domina Ducati, Aprilia ya ha asomado y KTM lleva semanas apuntando a ser el próximo contendiente en la categoría, las tres casas por delante de las dos japonesas que quedan en la parrilla tras la marcha de Suzuki.

"He decidido montar el Kalex para entender también qué pasa en una carrera larga, qué pasará en la carrera de mañana", continuaba el análisis de Márquez, que volverá a salir segundo mañana, aunque esta vez con 27 vueltas por delante en vez de las 13 de este sábado. "Pero en Mugello no descarto, por ejemplo, volver a probar los dos chasis. Porque ya habéis visto que Mir también ha montado el Kalex y ha sufrido más, y hay que seguir probándolo. En cualquier caso, no cambia la moto, la moto sigue teniendo el mismo concepto".