Las lágrimas de un niño tailandés recuerdan el sacrificio de Marc Márquez durante los 1931 días sin liderar el Mundial
El catalán venció en la primera sprint de la temporada y se convierte en el primer líder de este campeonato.

Fácil, si hubiese que describir la primera victoria de Marc Márquez a lomos de la Ducati oficial sería bajo dicho calificativo. El catalán partía con el papel de favorito por primera vez desde su último título en 2019, 1931 días después, y tenía todas las papeletas para comenzar su romance con el Ducati Lenovo de la mejor manera posible. Las apuestas así lo pronosticaban, y los números también. Solo unas horas antes, el ilerdense había logrado su primera pole del curso, solo quedaba completarlo y lo hizo, liderando de principio a fin.
Al cruzar la línea de meta resonó una frase que describe a la perfección los casi 2000 días de Marc Márquez de sequía. "Este año no te haré llorar", le prometía el octacampeón a un niño tailandés este viernes después de liderar su primer entrenamiento. La historia es que hace un año, en la primera temporada de Marc Márquez defendiendo los colores de Gresini, el catalán se fue al suelo en su visita al circuito de Buriram. Automáticamente todas las cámaras enfocaron a un niño que se lamentaba entre lágrimas por el error del octacampeón.
What a difference a year makes 😭😁 #ThaiGP🇹🇭 pic.twitter.com/BYZvjGJuU6
— MotoGP™🏁 (@MotoGP) February 28, 2025
Este viernes, tras acabar la primera jornada de entrenamientos ambos se encontraron. "Marc, ¿te acuerdas de él?", le preguntaban. "Recuerdo que el año pasado lloró. Este año te prometo que no vas a llorar, ¿vale?", le prometía Márquez a uno de los tantos fans que acumula alrededor del mundo. Este sábado, las lágrimas del niño tailandés se han transformado en una celebración plena al ver a su ídolo cruzar la línea de meta en primera posición y convertirse en el primer líder del mundial 2025. Un claro símbolo de la historia de resiliencia y superación que el de Cervera lleva demostrando desde hace ya algunos años.
Más de cinco años de sequía
Porque los primeros 12 puntos de la temporada permiten a Marc Márquez volver a liderar un mundial que no encabezaba desde hace cinco años y medio, en el último Gran Premio de Valencia en 2019. "No puedo decir otra cosa que sábado perfecto y la mejor manera de arrancar esta nueva aventura con el equipo Ducati oficial, consiguiendo la pole, consiguiendo la victoria en la sprint y la guinda del pastel compartir esa primera y segunda posición con mi hermano me ha puesto muy feliz. Pero no me quiero dejar llevar por esa felicidad, quiero tener los pies en el suelo porque sabemos que mañana es lo importante y es donde hay que rematar el fin de semana de la mejor manera", confesaba el catalán al acabar la sprint.
A pesar de su perfil bajo, lo cierto es que la victoria de este sábado es el inicio de recogida de todos los frutos que el catalán ha ido sembrando desde que se fue al suelo en la prueba inaugural de 2020, cuando sufrió un tremendo highside que acabó derivando en la lesión más grave de su carrera deportiva. Entonces el de Cervera decidió apostar hasta su integridad para volver a ser el piloto más rápido de la parrilla. Una apuesta que permite cocinar lentamente el que podría ser su noveno suflé.
"Mejor equipo, mejor moto también, mejor piloto, te lo digo en noviembre, ahí es donde se ve la realidad, es un campeonato larguísimo, de una carrera a otra puede cambiar mucho. Pecco (Bagnaia) es un piloto de domingos, ya lo demostró el año pasado ganando 11 domingos de 20, así que mañana intentaremos salir, hacer una gran carrera y hoy la verdad es que me ha sorprendido el ritmo de Alex porque estábamos yendo rápidos, el tercero se estaba quedando entonces Alex también será un candidato a la victoria mañana", revelaba.
Las expectativas y los números le colocan inevitablemente como el gran favorito para llevarse el título esta temporada. "Ducati confió en mí, me dio el asiento y yo lo único que intento hacer es ser lo máximo profesional dentro del box, lo máximo profesional en pista y sacar el máximo jugo de la situación. Habrá fines de semana que lo podré hacer, habrá fines por qué ha pasado, pero esperemos que no. Pero hay que ser realistas y en las carreras todo puede pasar. Pero ya te digo, de momento la confianza es alta y hay que saber gestionarla", concluía.
Este domingo, el octacampeón tiene todos los números para lograr el pleno en su estreno con el Ducati Lenovo. De ser así, el idilio del catalán con el equipo italiano terminaría de confirmar lo que gran parte de las apuestas pronostican: este puede ser el año del noveno mundial de Marc Márquez.