La madre de Marc Márquez descubre el recuerdo más amargo del octocampeón: "Cuando lo veías hundido, tenías que hacer de tripas corazón"

Si había una persona más alegre que Marc y Álex Márquez tras el doblete histórico de los pilotos de Cervera, esa era su madre. Roser Alentà lleva casi toda su vida con la fragancia a gasolina y goma quemada como el perfume que la acompaña desde que nació su hijo mayor Marc. Un olor que aumentó cuando dio a luz a Álex. Dos niños que han hecho de la velocidad su forma de vida y que el pasado fin de semana hicieron historia al convertirse en la primera pareja de hermanos que lidera un Mundial.

Marc primero y Álex segundo, los Márquez dominaron el Gran Premio de Tailandia. Y su primera frase según cruzaron la línea de meta fue para su madre, aunque fuera de broma. "Mamá estará llorando en el sofá, seguro", aseguraba Marc ante las cámaras. Mientras, a miles de kilómetros de distancia, Alentà lo vivía con calma. "Si te soy sincera, estaba muy tranquila dentro del sufrimiento normal, porque tienes a los dos niños allí", confesaba esta pasada noche en El Larguero.

Roser vive las carreras con la tranquilidad que le da la experiencia y el nerviosismo de una madre que ve a sus hijos pilotar monturas que superan los 200 kilómetros por hora. Una mezcla de sentimientos, como si de la gasolina se tratase, que puede explotar si los Márquez terminan jugándose el Mundial el próximo mes de octubre. "No creo que vayan a entrar en peleas malvadas. Se pueden pelear pero sanamente, porque si no, la bronca que les caerá en casa será monumental", reconocía entre risas Alentà sobre cómo se viviría en casa un duelo fratricida.

"Saben lo que sufro, aunque sea mi decisión quedarme en casa sola y sufrir las carreras en silencio. Les he dicho que ni se les ocurriera enzarzarse entre ellos. Y me dice el Álex: 'A veces hay que hacerlo porque así los aficionados no se aburren'. Los mandé a tomar viento", asegura Alentà, que también habló del mal momento que pasó durante la lesión de Marc y la liberación que ha supuesto para él volver a subir a lo más alto del podio y al primer puesto del Mundial más de 1900 días después.

Un tiempo en el que ni Marc ni su madre lo pasaron bien y eso les llevó a valorar y "a llorar" hasta con los quintos puestos. Algo que ahora parece lejano, pero no lo es tanto. "Cuando lo veías hundido, tenías que hacer de tripas corazón. Ha sido muy largo y muy doloroso", recuerda la madre del ocho veces campeón del mundo.

El mayor de los Márquez quiere su noveno entorchado, pero para ello tendrá que luchar con su hermano Àlex, que es el candidato de su madre cuando le preguntan quién prefiere que gane. "Prefiero que gane Álex, porque en el tiempo que lleva en MotoGP, siempre le han dicho que él corre porque es el 'hermano de'. Y eso es mentira, porque es un currante nato. Mi ilusión sería que él tuviera al menos un campeonato, Marc ya tiene ocho".

Álex también cuenta con el beneplácito de su hermano mayor si finalmente se lleva el Mundial. Un campeonato que Marc ganó siempre con Honda hasta que el año pasado decidió cambiar por completo. ¿Cómo se vivió esa decisión en casa de los Márquez? "Cuando me dijo que se iba de Honda, le dije que si estaba loco. Me preguntó si prefería verlo feliz o los contratos y le dije que por delante estaba su felicidad, su persona y su vida", concluye la madre de los dos primeros clasificados del Mundial de MotoGP.