MOTOGP | GP DE ALEMANIA

Morbidelli desata a la bestia Márquez que termina logrando un podio de ensueño

El 93 vuelve a protagonizar una genial remontada en carrera y cumple su deseo de compartir cajón con su hermano Alex.

Marc Márquez celebra el segundo puesto en Alemania. /Reuters
Marc Márquez celebra el segundo puesto en Alemania. Reuters
Borja González

Borja González

Circuito de Sachsenring (Alemania)-. Franco Morbidelli desató a la bestia. Y, después, Jorge Martín le devolvió la sonrisa que había perdido a lo largo de un accidentado fin de semana, uno del que esperaba mucho. Marc Márquez vivió y protagonizó un domingo inolvidable, tras una carrera dramática, marcada por la caída del que era el líder de MotoGP, aunque también por el nivel mostrado por el 93, que hizo algo similar a lo que asombró en el pasado Gran Premio de Francia: salir decimotercero y terminar segundo, un logro que en Le Mans firmó tanto el sábado como el domingo. En este caso, con el añadido de que se había acostado el sábado por la noche agobiado por los incidentes que había vivido en las dos primeras jornadas de la cita de Alemania.

Agobiado, y dolorido por el impacto que la caída del viernes había tenido en sus costillas, a lo que se añadió una pequeña fractura en un dedo de la mano izquierda. "Yo cuando estoy tieso no me escondo. Ayer tenía ese fuerte impacto en las costillas, que se había descartado fractura y era todo muscular, y hoy los fisios han hecho un gran trabajo, y el doctor Charte también. Es verdad que he salido con un cóctel potente para la carrera, pero me he encontrado mucho mejor y de hecho esta mañana he llegado al box y he dicho a mi equipo 'hoy no me va a dificultar nada'. El dedo duele, pero no afecta para pilotar, las costillas ayer sí, porque el tórax es con lo que mueves la moto, y hoy mejor". Así que su cuerpo no iba a ser una limitación.

Lo que sí iba a tener más difícil solución era lo de salir tan retrasado en la parrilla, pero Márquez había demostrado durante los entrenamientos que sigue sabiendo ser rapidísimo en Sachsenring, y que sigue siendo uno de los mejores a la hora de gestionar. "No te voy a engañar. Se ha visto. Estaba haciendo una remontada constante y muy precisa. Sin exagerar. Sabía que tenía ritmo, que los iría cogiendo y mantenía la calma. Con Morbidelli me estaba costando más, veía que estaba utilizando mucho el neumático e iba a ir a menos. Así que siempre tenía el podio entre ceja y ceja". Y lo que se había visto había sido el punto de inflexión en su cerebral carrera. Morbidelli, uno de los pilotos que más fama de duro en pista (interprétese esto como se quiera) tiene de los de MotoGP impactaba con él al tratar de no dejar que le rebasase.

Un fuerte golpe en el que se rompió la cúpula de la Ducati del 93 y en el que hasta le estalló el airbag de su mono, pero en el que, por encima de todo, se activó al piloto que no hace prisioneros. Y a partir de ahí puso un punto más en su pilotaje para cazar ese objetivo del podio. "Morbidelli ya se había ido largo dos vueltas antes y le había enseñado la moto, y cuando se ha ido más largo, digo 'voy'. Ha cerrado fuerte, contacto fuerte, casi me caigo, airbag hinchado… Y me ha tocado pelear con Bastianini. Así que cuando lo he tenido delante, he entrado fuerte. Pero es que era la única forma de entrar. Si tú juegas fuerte, yo juego fuerte". El Márquez de toda la vida.

Y, a partir de ahí, sólo le quedó como objetivo su hermano, con esa disyuntiva de si quitarle o no el podio, aunque el ritmo de carrera dejaba bien claro cuál de los dos era más rápido. Aunque, por suerte para él, y esta se le apareció tras dos días aciagos, Martín falló, lo que dejaba claro que los dos Márquez iban a estar en el cajón. "No me apetecía nada jugarme el podio con mi hermano en la última curva. Porque era el sitio donde me sentía más cómodo, y no me apetecía. Pero desafortunadamente para Martín, esta vez la suerte cayó de nuestro lado. He visto su caída y he visto también que mi hermano se relajaba. Nos hemos posicionado y en la bajada le he pasado limpiamente. Y esa última vuelta la hemos hecho más lento porque los dos hemos entendido cuál era nuestra posición en el podio, y que íbamos a celebrarlo juntos".

Un subidón especial por algo que confesaba no creer que fuese a llegar en este 2024, sobre todo por los problemas de Alex con la versión 2023 de la Ducati, la misma que él pilota. "Si el jueves me dicen 'no ganarás, pero compartirás podio con Álex', lo hubiera firmado", nos reconocía un piloto que no esconde la debilidad por su hermano pequeño. "Él ha hecho más por mí que yo por él. Él ha tenido que aguantar ser el 'hermano de' hasta que se ha convertido en Álex Márquez, y es a lo que le doy más mérito. Ha sabido darle la vuelta a la situación, crearse un nombre y ganarse una posición en MotoGP. Ha renovado dos años más en Gresini y esto es algo que da mucha tranquilidad a un piloto, y le ayuda. Lo ha celebrado de la mejor manera y estoy muy feliz por él".