Los hechos reales tras el ruido sobre el futuro de Marc Márquez
El ocho veces campeón del mundo de motociclismo desgrana las opciones de cara a su futuro. Relevo analiza la situación.

La decisión de Marc Márquez sobre su futuro está generando mucha expectación, lógica, por otra parte, siendo él uno de los deportistas más famosos y laureados de nuestro país, y a nivel mundial. De lo aclarado últimamente por el piloto español han quedado claros (fuera de sus juegos en redes sociales) varios aspectos que, en parte, son contradictorios entre sí. La contradicción viene porque repite su compromiso con Honda y su intención de trabajar en el proyecto con los ingenieros japoneses, mientras ya sabe que lo que han producido hasta ahora, la moto que probó el lunes posterior al Gran Premio de San Marino, no funciona.
"Hechos". Esta es una palabra que Márquez viene repitiendo de un tiempo a esta parte. El hecho 'nuevo prototipo', como hemos comentado, no ha pasado la primera prueba en pista, un concepto diferente, que exige un estilo de pilotaje distinto, pero que adolece de los mismos problemas que ese con el que actualmente compite. Y es algo en lo que coincide con su compañero de equipo, Joan Mir.
"Por supuesto que siempre espero más, pero todavía estamos trabajando, todavía estamos con las primeras impresiones, hay muchos ingenieros nuevos en el box. Con esa información ellos tendrán que trabajar y continuar", dejaba Márquez como uno de sus mensajes el lunes, algo que tiene un trasfondo positivo. Sin contaminación sobre especulaciones bien podría caer en la bandeja de la continuidad.
"Ha venido un ingeniero que creo que es de aerodinámica que trabajaba más en la F1, porque también hemos trabajado con una nueva aerodinámica. Al menos, cuando paro en el box hablo con una cara diferente, que aún no me han presentado, que creo que es el nuevo project leader, pero aún no me lo han dejado claro. También hay una transición en todo esto. Hay muchos ingenieros, veremos a ver si podemos seguir mejorando de cara al futuro".

Este sería un 'hecho', más implicación técnica/humana, como ya había prometido el presidente de HRC. Y la mención a "de cara al futuro", cuando se supone, ateniéndonos a los expresado por él mismo, que la decisión la tomará en los próximos días, en un horizonte temporal establecido alrededor de los grandes premios de India (fin de semana del 24 de septiembre) y de Japón (el del 1 de octubre).
Decisión porque Márquez confesó contar con tres escenarios posibles, tres planes: A, B y C, y ninguno de ellos pasa por tomarse un año sabático. Porque sus vaguedades han activado las obvias especulaciones con las que está jugando una parte de la prensa y los alrededores que suelen moverse en el terreno especulativo. Un poco como lo que viene ocurriendo desde hace un par de temporadas con Kylian Mbappé y la (de momento no) llegada al Real Madrid.
Los tres horizontes que puede manejar Marc Márquez
Es evidente que uno de esos tres planes pasa por seguir en Honda. Otro con los conocidos contactos con Gresini Racing, que compite con Ducati, fábrica que ahora mismo tiene otra vacante, la del compañero de Jorge Martín en Pramac Racing.
Preguntado por estas cuestiones, el director deportivo de Ducati competición, Paolo Ciabatti, dio un 99% de posibilidades a que esa moto en Pramac fuese para Franco Morbidelli, aunque a día de hoy no se ha llegado al 100%; y clarificó que la plaza en Gresini la decide la propia escudería italiana, una respuesta a la que añadió que ya verían cómo gestionarían una posible de llegada de Márquez, una respuesta de poca emoción.
Por su parte, Gigi Dall'Igna, comentaba en una entrevista este mismo fin de semana en Tuttosport que cómo podía molestarles que un gran campeón como él quiera correr con su moto: "Es un reconocimiento. Sinceramente, me gusta que se hablen de estas cosas". Aunque en ese honor tampoco hay una bienvenida. Sea como fuere, a Márquez le queda uno de los cuatro años por cumplir con Honda, que ha invertido mucho dinero en su ficha en este periodo. Y serían los japoneses los que tendrían que aceptar una ruptura de contrato sin poner peros.
Esa parte, la económica, es la que menos importa al campeón español en estos momentos, que piensa más en disfrutar y en contar con material competitivo una vez que a sus 30 años considera que no tiene mucho tiempo como para esperar, y lo mostrado por su actual fábrica (más los antecedentes) no le invitan a ser muy optimista con que los plazos para tener una moto para luchar por todo vayan a ser cortos. Porque nunca hay que olvidar que Honda, pese a todo, sigue siendo la fábrica con más recursos de MotoGP.
Estos son algunos de los factores que se mueven alrededor de Márquez, aunque la ecuación puede contemplar más variables. Su marcha desvestiría a Honda. Una hipotética llegada a Gresini volvería a colocar en su esfera a su hermano Álex, que justo este año ha empezado su propio camino. Y está por ver cómo de competitiva podría ser su moto, porque no está claro que Ducati quiera que un prototipo 2023 pueda batir a los 2024, y a la estructura oficial, muy bien liderada ahora mismo por Pecco Bagnaia. Todo sin olvidar que un movimiento de cara al año que viene también podría ser de transición de cara a 2025, cuando se abrirán los contratos en todas las escuadras oficiales (excepto el sitio de Brad Binder en KTM, ampliado hace unas semanas hasta finales de 2026).