MOTOGP | GP DE QATAR

Marc Márquez: del capote a Alberto Puig, a la sorpresa con la estrategia de Honda

El piloto español afronta su penúltimo gran premio con Honda con las expectativas bajas.

Marc Márquez, seguido de Di Giannantonio, Augusto Fernández, Joan Mir y Pol Espargaró durante el GP de Malasia./AFP
Marc Márquez, seguido de Di Giannantonio, Augusto Fernández, Joan Mir y Pol Espargaró durante el GP de Malasia. AFP
Borja González

Borja González

Circuito de Losail (Qatar)-. El jueves de la cita de Malasia, Marc Márquez anticipó dificultades para ese gran premio, un análisis previo en el que acertó, porque ofreció un fin de semana deportivamente intrascendente, con una única 'aparición' cuando intentó agarrar la rueda de Franco Morbidelli durante el entrenamiento oficial, y este se negó. Aquel jueves incluyó también a Catar como un escenario poco favorable. "Las expectativas son bajas y a ver qué me sale", nos comentaba ya desde Losail. "No sólo por la situación, sino porque es un circuito que para mi estilo de pilotaje me cuesta y tengo que trabajar en ello".

El trazado del desierto siempre ha sido considerado difícil por el astro español, aunque en las épocas buenas también fue capaz de lograr resultados relevantes. En la última visita, en 2022, terminó quinto, con su por entonces compañero Pol Espargaró tercero. En 2021 no pudo participar, y en 2020 la cita se canceló por la pandemia del coronavirus. Antes, en pleno dominio, fue primero en 2014, segundo en 2018 y 2019 (a 27 y 23 milésimas, respectivamente, de Andrea Dovizioso), y tercero en 2013 y 2016. Sea como fuere, en estos momentos, y con el dominio de Ducati, Márquez sabe medir bien su realidad, en estos últimos pasos con la Honda. Una marca que aún no ha anunciado a su sustituto, aunque el único nombre sobre la mesa es Luca Marini, que esperaba haber firmado ya su contrato el pasado domingo.

"Había un sitio en Honda y ahora parece que quieren a otro piloto. Estuvimos cerca, pero quieren a otro", se sinceraba Fabio Di Giannantonio este jueves, otro de los candidatos de un casting un tanto controvertido. Porque desde junio se sabía que Márquez estaba dudando si seguir o no, y mientras tomaba su decisión, Honda no movió un dedo para tener un plan B. Y eso le llevó a la situación actual: desmentido que Fermín Aldeguer fuese una opción (y Relevo puede confirmar que sí que hubo un acercamiento en Tailandia); negativa por parte de Pol Espargaró; y ofrecimientos por parte de los citados Di Giannantonio y Marini, este segundo pidiendo más de un año de contrato, algo que no estaba en la lista de condicionantes iniciales de Honda.

"Aquí en esto no voy a entrar ni voy a decir si uno está en contra o no, porque... no sé", contestaba Márquez cuando se le preguntaba por qué se fichaba al italiano en contra del criterio de Alberto Puig, el mánager de la escudería, muy señalado por la gestión de esta situación. "El paso natural, poniendo todo encima de la mesa, es fichar un piloto que no tiene contrato, que lo coges un año y luego ya para 2025 tienes las dos motos libres, ves cómo está el proyecto y puedes ir a por un Bagnaia, Martín, Acosta o Márquez, da igual, puedes ir realmente a por cualquier piloto si tienes un proyecto para ganar. Tiene pinta, porque estoy dentro de Honda, pero a la vez no estoy, de que será un contrato para dos años lo de Marini, así que me sorprende un poco, pero tendrán sus razones". Una duda a la que añadió una defensa de su actual jefe.

"Sé que hay gente que critica a Alberto, pero es que normalmente la gente que va de cara y es tan honesta tiene pocos amigos y Alberto, lo que siempre me ha demostrado, es que va de cara, es honesto y si tiene un pensamiento te podrá escuchar, pero luego te razona el suyo. Y creo que Alberto dentro del proyecto Honda es fundamental y hay muchas veces en las que un team manager no lo puede decidir todo. Y por mucho que quieras hacer algunas cosas hay un grupo, hay un staff, y se deciden conjuntamente. Pero para mí Alberto tiene ideas muy buenas de futuro para Honda y creo que sería un error que saliera tocado de esto porque siempre lo ha tenido muy claro y ha tenido un proyecto en mente, que algunas cosas se han hecho y otras cosas no, pero sus ideas siempre me han gustado". Un discurso que indica lo difícil que es gestionar este tipo de crisis en entornos como el de la marca japonesa, una compañía que ha pecado de exceso de rigidez en los últimos años.