Marc Márquez se sacude la presión tras dominar en Tailandia y superar sus fantasmas: "Para mí, yo ya soy campeón"
El de Cervera habló en un acto previo al Gran Premio de Argentina, segunda prueba del campeonato.

Marc Márquez vuelve a estar de dulce. Le ha costado, después de años de viajes de quirófano en quirófano en medio de un calvario que parecía interminable pero que, sin saberlo del todo, terminó con su llegada a Gresini. El catalán cuajó una gran temporada a lomos de la moto del filial de Ducati, acabando tercero el Mundial y dando la sensación a ratos de que amenazaba realmente el reinado de Pecco Bagnaia y la rompedora victoria de Jorge Martín.
Ahora en el equipo fábrica es feliz de nuevo. Aunque su vuelta a Argentina le trae recuerdos agridulces. Buenos Aires fue la última ciudad que lo vio brillar realmente con la Honda que lo hizo siete veces campeón del mundo. Allí ganó la última carrera que corrió en Termas del Río Hondo en 2019, la prueba anterior a su fatídica caída en Jerez. Ese episodio desencadenó su novela de intervenciones, terminada en historia de superación hasta volver a ponerse hoy por hoy en la pole para llevarse un octavo título.
A pesar de ser indiscutible dominador de la primera ronda en Tailandia, ganando la sprint y la carrera tras partir primero en las respectivas carreras, Márquez ya se siente campeón. "Para mí, yo ya soy campeón del mundo. He podido compartir con mi hermano un primero y un segundo puestos y puedo disfrutar de mi pasión", explicó en un acto de Ducati sobre la hazaña que completó hace ya dos semanas en el Circuito Internacional de Chang.
Todavía queda camino por recorrer, con sus respectivas subidas y bajadas de rendimiento, pero lo cierto es que en el paddock corre la sensación de que el piloto de 32 años puede volver a ser intocable. Aunque parece no sentir la presión: "Soy un veterano muy rejuvenecido. Siento la chispa dentro de mi cuerpo, siento que estoy en un momento relajado, en mi vida personal y profesional". Se ha quitado todo el peso de encima y todo lo que venga por delante habrá nacido de su naturaleza de campeón. "Siento que no estoy en deuda, ni conmigo mismo ni con la gente".
Márquez no olvida la sensación de emociones que ha vivido en el país sudamericano: "Es uno de los circuitos que se me ha dado bien, pero también es uno de los circuitos que me caí liderando una vez (en la temporada 2017). Me quedan más en la memoria los malos momentos que los buenos. Y lo de aquella vez se me quedó grabado". Sin embargo, se mostró plenamente confiado de que en 2025 "caerá del lado positivo".
Tras "cuatro años de infierno" que no desea "a nadie", Marc Márquez sigue estando en la pomada para ser el número 1 yha encontrado las claves para serlo de nuevo. La crucial, sentirse campeón con tan solo una carrera corrida.