MOTOGP | GP DE ALEMANIA

Marc Márquez: "Tal y como estaba ayer no me habría subido hoy"

El 93 salva el sprint pese a su condición física y bromea sobre el efecto positivo del triunfo de España en la Eurocopa.

Marc Márquez./Radek Mica / AFP
Marc Márquez. Radek Mica / AFP
Borja González

Borja González

Circuito de Sachsenring (Alemania)-. Si se lee entre líneas, el fin de semana de Marc Márquez enseña que, en este gran premio, en uno de sus circuitos favoritos, está para ganar. Pero como la famosa frase de la Armada Invencible, son los elementos contra los que está teniendo que pelear, y los que están haciendo que no pueda demostrar que esa posibilidad es realista. "Sí, sí, pero tendremos más, sé que no será la última", aceptaba cuando Relevo le preguntaba si le daba la impresión de estar perdiendo una gran oportunidad. Esto en la primera oportunidad para hablar con él, tras un duro viernes en el que tuvo que cancelar todo su programa de actividades vespertinas.

"Tal y como estaba ayer no me habría subido hoy a la moto, pero me he levantado medio bien, y he decidido probar tres vueltas, sobre todo después de hablar con los doctores y de que chequearan bien todo. Porque mi principal preocupación es que pudiera ir a peor, las costillas y sobre todo el dedo, porque tengo una fractura y se va moviendo un poco. Pero me han dicho que si lo forzaba hoy y mañana no pasará nada". Como explicamos ayer, el día de Márquez estuvo plagado de incidentes, coronado con sus dos caídas, sobre todo la de la tarde. El sábado comenzó con otro problema mecánico nada más salir del box, y otro más durante la Q1 que le obligó a jugarse el pase a la Q2 en un último intento, en el que se encontró con su excompañero en Honda Stefan Bradl.

"No, no diría que ha sido por Bradl, para mí ha sido el problema mecánico que he tenido con la segunda moto", afirmaba, no queriendo cargar las tintas sobre el alemán. "Sin ese problema mecánico pasábamos, porque me encontraba bien. Me estoy encontrando muy bien con la moto, pero saliendo el decimotercero, aquí en Sachsenring, donde se hace un tren, y sólo hay uno o dos sitios de adelantamiento, es muy difícil". Márquez pudo ir remontando poco a poco, hasta que llegó al segundo grupo de la prueba (en el primero estaban Jorge Martín, Miguel Oliveira, Pecco Bagnaia y Enea Bastianini), en el que rodaban Franco Morbidelli y otro de los tocados, Maverick Viñales, que se dio un fuerte golpe en la Q2 y al que batió por 3 milésimas de segundo en la simbólica batalla por el sexto puesto.

Para el 93 el principal problema vino por la lesión en las costillas, aunque afortunadamente para él se dañó las del lado derecho. Porque Sachsenring es un trazado que tiene la peculiaridad de tener muchas más curvas a izquierdas que a derechas, 10 frente a 3. "Y no hay frenadas fuertes", añadía, "sólo la de la curva 1, que es donde más sufro. Aun así me puedo defender bien". Dicho esto, el catalán aguantó también porque le ayudaron los analgésicos que le dieron en la clínica para poder aguantar la jornada. "De momento, aceptable", nos decía sobre su estado tras el esfuerzo hecho. "Te lo diré de aquí a dos horas cuando se pase el coctel que llevo dentro, ahí veré la realidad", añadía con una sonrisa.

Y volvemos al discurso inicial, el de la oportunidad perdida. "Es verdad que en un fin de semana que pintaba bien, y en el que luego sales a pista en el primer entrenamiento y te encuentras muy bien, pues dices 'esto irá bien'. Pero se empezó a torcer con cambios de motos, saliendo tarde a pista, saliendo con la moto que no tocaba, luego la caída en la 11… Se ha torcido todo. ¿Lo bueno? Que todo y así hemos estado sextos en carrera, y en las vueltas que tenía limpias rodaba en un tiempo muy similar al grupo de cabeza". Algo a lo que se aferrará para el domingo, aunque necesitará replicar una de sus salidas atómicas, como las que hizo en Le Mans, donde salió también decimotercero y donde terminó segundo en las dos pruebas.

Y ya en tono distendido, Márquez confesó haber tirado de algo no farmacéutico para superar el dolor el viernes por la noche. "Hombre, me ayudó a combatir el dolor", nos decía entre risas sobre la victoria de España ante Francia en los cuartos de final de la Eurocopa. "Lo que me dio más rabia es que no pude gritar el gol de Merino. No pude saltar. La verdad es que es una selección que gane o pierda, la eliminen o no, son chavales que lo dan todo en el campo, y todos los deportistas que lo dan todo, y ves que no hay más, que por ganas no ha sido, me da igual si pasan o no. Para mí Alemania era la favorita, o pintaba muy bien. Nos la hemos cargado, así que vamos a por Francia". Un partido que ya podrá ver desde casa.