MOTOGP | GP DE AUSTRALIA

El duelo por el Mundial llega a su parada más loca

El Circuito de Phillip Island va a ser el escenario de una nueva batalla de la guerra entre Jorge Martín y Pecco Bagnaia.

El duelo por el Mundial llega a su parada más loca
Borja González

Borja González

Circuito de Phillip Island (Australia)-. El Circuito de Phillip Island está situado en una isla (unida por un puente a la isla principal de Australia) para la que, en esta época del año, vale aquello de la canción de un grupo oriundo del país oceánico, Crowded House, titulada 'Four seasons in one day', esto es, cuatro estaciones en un día. Porque se puede pasar de un frío gélido casi invernal (aquí se pueden ver los pingüinos más pequeños del mundo), a un calor veraniego (es zona de surf), a lluvia otoñal acompañada de viento, o un medio clima primaveral. Literalmente, en un día. Aquí podríamos extender este concepto a cuatro estaciones en un gran premio.

Además de espectacular, es un trazado fluido y rápido, muy técnico, en el que esas condiciones que mencionábamos obligan a los pilotos a sacar el máximo de su capacidad de adaptación. Y que en los últimos años está ofreciendo carreras espectaculares en MotoGP. Sin ir más lejos, en 2022 se vivió una sorprendente victoria de Alex Rins (Suzuki), con Marc Márquez (Honda) en el podio, en el último cajón que el 93 ha logrado en seco, y con Pecco Bagnaia (Ducati) tercero. Los tres separados por 224 milésimas de segundo, los tres que se llevaron el premio dentro de un grupo de hasta siete motos, algo poco habitual en la clase reina: cuarto terminó Marco Bezzecchi, quinto Enea Bastianini, sexto Luca Marini y séptimo Jorge Martín, a 0.884 de Rins. Este último y el que quedó tercero son los que se están jugando ahora mismo el título.

"Pero con esa moto no era capaz de adelantar, me pasó durante todo el año y me pasó aquí", contesta a Relevo el español, segundo de la general. "Tenía la velocidad, y además de que no conseguía gestionar gomas, gastaba la rueda intentando guardar, cuando tuve que pelear no podía adelantar, no me quedaban neumáticos… Creo que este es otro año completamente diferente. Dicen que es muy difícil escaparse, pero no imposible, así que mi mentalidad es la misma: intentar ser el más fuerte, intentar romper el grupo. Y a ver si soy capaz". Una hora después de que terminase la carrera de Indonesia, con ese fallo que le llevó al suelo cuando lideraba con tres segundos, Martín atendió a Relevo con una sonrisa y restando importancia a lo sucedido. Aunque este jueves en Australia reconoció que sí que le había dolido.

"El domingo me tuve que poner la careta porque estaba muy, muy rayado, pero al final no queda otra que pensar en lo siguiente", confesaba antes de empezar el reto de Phillip Island. Porque el factor meteorológico va a ser relevante, pero también este de la igualdad, con casi todos los pilotos (como suele suceder siempre aquí) optimistas con sus opciones. Lo mismo lo dice uno con una Yamaha o con una Honda (no Marc Márquez, que prefirió un perfil cauto), que otro con una Aprilia o una KTM, o el ejército Ducati, que nunca falla. "Hay que adaptarse a cada situación, pero creo que un mano a mano en cada carrera de aquí a final de año me viene mejor, porque tienes más posibilidades de ganar. Si somos muchos en la pelea puede pasar de todo: que un piloto tire a otro, cometer errores es más fácil… Así que hay que intentar marcar la diferencia".

Un pensamiento, el de la dificultad que va a suponer un escenario tan peculiar como este, con el coincide Bagnaia, líder con 18 puntos de ventaja respecto al madrileño. "Creo que el año pasado quedó bastante claro lo difícil que resulta escaparse en este circuito, porque durante el fin de semana fui competitivo y pensaba que era posible, pero Jorge lo intentó en la salida, después de cuatro o cinco vueltas llegó Rins, luego yo lo intenté y cada vez que empujaba un poco, el resto me daba caza", analiza. Porque Phillip Island es quizás el trazado donde las carreras de MotoGP más terminan pareciéndose a las de Moto3 (aunque las de la cilindrada pequeña se exageran en la isla). "No tenía demasiado sentido empujar en exceso. Además, aquí el consumo del neumático trasero es crítico y del neumático delantero, también. La curva 4 puede ser bastante problemática, así que tienes que ser muy cuidadoso, cuadrándolo todo".

Y esto es todavía más relevante cuando hay un título por medio, como este año, o como lo fue en 2022, cuando el italiano tomó el liderato de manos de Fabio Quartararo, y ya no lo soltó hasta Valencia. "Al final es una carrera distinta y tienes que ir controlando, guardando neumáticos y luego intentar hacer algo en las últimas vueltas. Por supuesto que es mejor estar en las primeras posiciones del grupo al principio, pero si luego te escapas, o tienes mucha suerte en las primeras cinco o seis vueltas y haces un hueco de cinco segundos; pero si no lo consigues, no tiene mucho sentido. KTM, Honda y Yamaha estarán por ahí también, y creo que va a ser una carrera de grupo". Así que si el domingo no toca la estación equivocada (y a jueves se espera el domingo una temperatura máxima de 15 grados, con un 60 por ciento de posibilidades de lluvia, y vientos de 80km/h), Phillip Island puede ofrecer otro de sus espectáculos, y ser a la vez crítica para el campeonato.