MOTOGP

Pedro Acosta enseña su tarjeta de presentación en un brillante test en Malasia

El campeón de Moto2 brilla en las pruebas previas al arranque oficial de la pretemporada de MotoGP en 2024.

Pedro Acosta rodando ayer con su KTM en Sepang./GasGas Tech 3
Pedro Acosta rodando ayer con su KTM en Sepang. GasGas Tech 3
Borja González

Borja González

Circuito de Sepang (Malasia)-. El 'shakedown test' es una prueba de tres días previa al primer entrenamiento oficial de MotoGP en el año de la temporada de turno (2024 en este caso) que suele ser bastante anodina. Sin medios de comunicación y con el circuito vacío (siempre es el malasio de Sepang), las fábricas desplazan a sus pilotos de pruebas para que evalúen el material preparado durante el invierno que pocas jornadas después van a validar las estrellas de la clase reina. Un test que este año ha adquirido un mayor valor, y que ha generado mucha más expectación de la habitual.

Desde el 1 al 3 de febrero se reunieron en Sepang todas las fábricas, con muchas novedades técnicas sobre la pista (destacando sobre todo las vistosas relacionadas con la aerodinámica), y con el cambio que en esta apertura del año ha provocado el renovado sistema de concesiones. Porque esto ha permitido a los pilotos de Honda y Yamaha sumarse a este entrenamiento, lo que ha permitido ver rodar ya a dos campeones de la categoría como Fabio Quartararo (Yamaha) y Joan Mir (Honda), a sus compañeros de equipo, respectivamente, Alex Rins y Luca Marini, y a los del equipo satélite de HRC, Johann Zarco y Takaaki Nakagami.

Y a esto hay que sumarle al único novato de la categoría, Pedro Acosta, uno de los recién llegados que más expectativas ha generado, porque los nuevos tenían permitido desde hace unos años aprovechar estos días, para darles más kilómetros una vez que se han limitado mucho los días de entrenamiento para contener los costes; y también a dos probadores de relumbrón, los dos en KTM: la leyenda Dani Pedrosa y uno que se estrena en esta función, Pol Espargaró, que a finales de 2023 tuvo que aceptar perder su sitio en GasGas, en un año muy duro para él tras las tremendas consecuencias de su caída en el primer gran premio del curso, en Portugal.

Muchos alicientes que no quedaron defraudados por lo que se vio en la pista, lo que supone un potente anticipo de lo que se tiene que ver a partir del próximo martes 6 y hasta el jueves 8, ya con la parrilla al completo. Y, sobre todo, con el desembarco de la caballería de Ducati, representada estos días por su probador Michele Pirro, de perfil bajo, y que volverá a intentar marcar el límite de este MotoGP con el campeón Pecco Bagnaia, el subcampeón Jorge Martín y el que más focos tiene puestos sobre sí para 2024, la mega estrella Marc Márquez. Aunque, de momento, el que sí que ha cumplido con lo que de él se esperaba fue Acosta.

El murciano acumula hasta el momento cuatro días sobre su GasGas (la KTM, esta vez sí con cuatro unidades iguales, todas con el chasis en fibra de carbono que había dado una relevante ventaja a Brad Binder y Jack Miller en la segunda mitad de 2023 frente a Augusto Fernández y a Espargaró), y en con esa corta experiencia ha empezado a confirmar lo que se intuía. Terminó como el más rápido de los tres primeros días en Sepang, aunque los pilotos de Honda y Yamaha sólo usaron las dos últimas jornadas. Sea como fuere, el tiempo de Acosta (que sufrió dos caídas el sábado, una en seco y otra en mojado) de su segundo día estuvo al nivel de aquel con el que terminaron el resto de mundialistas, en unos días en los que se rodó muy rápido.

También es cierto que a él sólo le tocó rodar, mientras que los demás participantes en el shakedown tuvieron que dedicar mucho tiempo a las pruebas. Al final de la semana que viene se podrán sacar las primeras conclusiones claras, aunque lo que ya se percibió fue una mejora en la potencia del motor de la Yamaha, el eterno número uno de la lista de peticiones de sus pilotos; y un cambio de paso por parte de Honda, que hizo un desembarco brutal en Malasia en cuanto a recursos materiales y humanos, incluyendo el fichaje de Alex Baumgärtel, el padre de la Kalex de la Moto2, y con el que los japoneses habían empezado a trabajar en 2023 vía el diseño de un nuevo chasis (el alemán hará un 50-50 de dedicación con la ingeniería con la que ha dominado la clase intermedia).

"Es una locura ver la cantidad de cosas que hemos podido probar", reconocía Joan Mir. "Tenemos que entender en qué dirección ir, porque hemos usado diferentes motos, diferentes motores y, sinceramente, ahora no sabría qué elegir". Ducati y Aprilia también presentaron aerodinámicas remozadas, con mejoras en el lado motor, aunque quedaron opacados ante el poderío de KTM en cuanto a sus pilotos de pruebas. Porque Pedrosa y Espargaró se fueron empujando el uno al otro, lo que a su vez fue marcando los límites a Acosta, revelando la importancia que en este MotoGP van a tener los encargados del desarrollo de los prototipos.