Errores, dudas, la Aprilia voladora y el regreso del coco: ¿qué pasará en la carrera de Portimao?
El sprint de MotoGP deja a dos ganadores, Viñales y Márquez, y eleva la incertidumbre de cara al domingo.
Autódromo del Algarve (Portugal)-. El sprint de Portugal no aclaró demasiado las cosas para el domingo y, en deporte, eso es casi lo mejor que se puede decir. O sea, no predecir. Porque quedaron muchas dudas por resolver. En un sábado en el que parecía que Pecco Bagnaia iba a ejercer de líder ya desde la prueba corta, la que más le suele costar, apareció uno de sus puntos débiles, esos errores sutiles que a veces comete yendo en solitario y que son capaces de dar un giro de 180 grados a lo que está sucediendo en la pista. "Molesta que esto pase, porque hacía mucho tiempo que no me sentía así de bien en una prueba al sprint, y determinados errores no ayudan", reconocía el italiano, cuarto en meta, un resultado que le permite continuar al frente de la general.
A cuatro giros para el final, en la primera curva, Bagnaia se iba largo, en un error de cálculo que podría haber venido por dos motivos. Uno, aclarado por él mismo, por no haberse percatado de que, en esa zona, a medida que la moto va pesando menos (por el consumo de gasolina), hay que ir reinterpretando el punto de frenada, en una pronunciada bajada, adelantándolo. "He continuado frenando de la misma manera sin tener en cuenta que el depósito de gasolina se estaba vaciando", nos confesaba. "Notaba que la parte de atrás se levantaba siempre un poco más, hasta que he fallado y lo he perdido del todo". Un efecto físico al que se une una debilidad (que asegura que en su box saben cómo solucionar) por el que la Desmosedici 2024 tiende a flotar más en su parte trasera.
Aunque Marc Márquez quiso añadir un posible elemento más que pudo llevar al número 1 a cometer su error. "Ahí venía el viento de culo y costaba mucho más. Lo he visto antes de llegar a la parrilla de salida y por eso frenaba antes, porque sabía que era un error fácil, pero cuando vas al límite y tirando delante...". En cualquier caso, estos problemas que aún presenta la nueva versión de la mejor moto de la parrilla, se le han vuelto a presentar a Jorge Martín, el rey de los sprints (hasta este sábado había ganado el 50 por ciento de los disputados), esa vibración que le asustó en el test de Losail, y cuya causa parecía haber encontrado el domingo del primer gran premio de la temporada.
"Ha sido una carrera complicada, sobre todo en la primera vuelta", nos explicaba el madrileño, que cerró el triplete español en Portugal. "Cuando me ha pasado Miller he tenido que cortar gas y me han empezado a pasar pilotos, aunque hubiese salido bastante rápido creo que no me hubiese puesto primero, pero ya a partir de ahí intentar recuperar posiciones ha sido duro, y he usado quizás demasiado la goma y he tenido otra vez esas vibraciones de Catar, aparte de la temperatura de delante, que seguramente estaba muy disparada. Y por eso creo que el no haber pasado a Maverick me ha condicionado porque, si no, seguramente me hubiese escapado de él. Pero, en general, no me he encontrado nada cómodo y he intentado sobrevivir; me he encontrado con un podio y en un día así creo que es positivo".
Dudas que Martín arrastrará hasta el domingo aunque, como el resto de pilotos de la parrilla, espera que el cambio del neumático trasero a usar (del blando al medio), más la menor velocidad que se deberá imponer para aguantar hasta el final de la prueba, puedan cambiar sus perspectivas. "Hoy ha sido demasiado agresivo", valoraba sobre un factor que suele diferenciar sprints de carreras. "Con el neumático intermedio creo que soy de los más fuertes y, sobre todo, será muy importante la primera vuelta para poder gestionar un poco, no como hoy que he ido con el cuchillo entre los dientes y que no he podido ver ni los tiempos que he hecho". Y es que el rendimiento de los dos primeros en la general será fundamental también para ver qué pueden sacar los demás.
Obviamente, Maverick Viñales, que tendrá que probarse a larga distancia tras la decepción que sufrió su compañero Aleix Espargaró en Catar. También los que fallaron durante el sábado, Enea Bastianini, que no aprovechó la pole y al que, por lo menos, Bagnaia espera, a un piloto que siempre ha gestionado muy bien este tipo de pruebas; o Brad Binder, que se cayó, pero que achacó sus problemas a errores propios y no a déficits de una KTM que considera preparada para ganar. Y, lógicamente, también el caníbal Marc Márquez, que enseñará buena parte de sus posibilidades en los primeros giros, si consigue revertir su pobre posición en la parrilla, un octavo desde el que, no obstante, sacó un muy buen segundo para sellar su primer premio con su nuevo equipo, el Gresini Racing.