MOTOGP | GP DE FRANCIA

La paciencia de Mir ante el reto con Honda: "No sé hasta cuándo mi cuerpo puede aguantar esto, pero aquí sigo"

El campeón de MotoGP 2020 saca su lado más zen para tratar de mantener un espíritu positivo en este difícil momento de su carrera.

El piloto español Joan Mir. /Getty
El piloto español Joan Mir. Getty
Borja González

Borja González

Circuito de Le Mans (Francia)-. Los pilotos de Honda han entrado en un camino de resignación. Hasta la prueba del nuevo prototipo asumían su situación, aunque con la esperanza de que los cambios prometidos cambiasen el rumbo del proyecto. Aunque ya antes de llegar al Circuito de Jerez habían entendido que lo preparado por su marca no iba a servir, y que había que descartarlo. Eso les encamina a un tiempo de impasse hasta que salgan frutos de la información que han ido dando, de la búsqueda de ese nuevo camino. ¿Para cuándo? Ni ellos mismos lo saben, porque su marca no puede prometerles nada en términos de tiempos.

"Si tenemos la misma moto que teníamos en la primera carrera, no podemos pedir resultados diferentes", explicaba Joan Mir, que en cierta medida ha pasado a convertirse en el líder del proyecto. "Está claro que estamos sufriendo en unas áreas y yo cada vez que me paro me quejo de lo mismo. Sabemos dónde perdemos. Ahora toca una reacción. En Jerez entendieron el camino y ahora toca esperar, no sé cuánto, pero hay que esperar a que esta gente traiga algo en esa dirección y empecemos a ver cambios. Esa es la realidad". Una perspectiva que golpea la paciencia de los pilotos, empezando por el mallorquín, que ya en 2023 mostró muchos momentos de desesperación, en los que llegó a decir que no se veía pasando un año más como aquel. Y ahora está en más o menos la misma situación.

"No tengo ni idea y soy completamente sincero", reconocía sobre cuánto puede esperar. "No tengo ni idea de eso y no sé hasta cuándo mi cuerpo puede aguantar esto. Pensaba que ya no lo aguantaría, pero sigo aquí. Y creo que estoy haciendo mi trabajo lo mejor que puedo. Intento estar delante de todos y hacer buenas carreras, pero milagros, en Lourdes". Y es que lo cierto es que la actitud no sólo de Mir, sino del resto de pilotos de la fábrica nipona, está siendo ejemplar en el sentido de asumir lo que hay y mostrar capacidad de sacrificio y de trabajo. Aunque aquí hay una cuestión añadida que afecta a Mir, porque tanto Luca Marini como Johann Zarco tienen contrato también para 2025 (Takaaki Nakagami es el factor japonés, una plaza asiática que deciden directamente en la fábrica), mientras que él no. 

"La realidad es que quien sale de aquí en los últimos años, sale peor de lo que entra. Es un poco la realidad, ¿no? También es mi realidad ahora", acepta el mallorquín, que tiene la difícil papeleta de ver si puede seguir en su actual sitio, o si puede encontrar otra alternativa. "No hay excepción de un piloto que salga mejor de lo que ha entrado. Hay que llevar esta situación lo mejor que se pueda e intentar ver qué me apetece hacer. Esto es el tema, porque estoy convencido de que opciones tendremos. No las que igual me encantarían, pero opciones tendremos. Todavía damos gas. Y estoy convencido de que con una moto competitiva no tardaría mucho en estar delante.

Un discurso contundente, aunque con un tono muy relajado, más de alguien que es consciente de cómo están las cosas que de alguien que como en 2023 mostraba cierta desesperación. "Tengo la tranquilidad, ahora mismo... El año pasado esta situación me llegó a superar un poco y no acababa de rendir al nivel que podía. Esta moto va bastante peor que la del año pasado y he rodado más rápido este año. Estoy en mejor momento, me encuentro bien físicamente, fuerte, y veo que la limitación ahora mismo no soy yo. El año pasado era al contrario y dudaba y tampoco rendía por la situación lo que se esperaba de mí". Algo en lo que también influye haber pasado a ser la referencia, un rol que hasta el final del pasado curso recaía en Marc Márquez.

"Yo no sé si ahora se siente diferente al año pasado", explica a Relevo Santi Hernández, el jefe de mecánicos de Mir, el hombre que dirigió el box de Márquez en Moto2 y en todos sus años en Honda. "Es verdad que cuando tienes a un piloto como Marc en el box, haciendo lo que hacía, impone, y Marc era el líder del proyecto. Y ahora él se ha quedado como veterano, y eso te da un poco la libertad de hacer lo que crees o llevar el camino hacia donde crees". Un reconocimiento a ese rol que le ha tocado al campeón de MotoGP de 2020 que le está dando un extra de madurez y que le está permitiendo aceptar con un punto zen la complicada situación que le está tocando vivir (este viernes terminó decimoctavo, con Zarco vigésimo, Marini vigésimo primero y Nakagami vigésimo segundo, en un circuito en el que Marc Márquez peleó el segundo puesto a Jorge Martín hasta la última vuelta de la carrera de 2023).