MOTOGP | GP DE ITALIA

Honda espera sacar fruto a partir de agosto del cambio de rumbo dado antes de Jerez

Joan Mir y Luca Marini han vuelto a una configuración de 2023 eligiendo sufrir para poder mejorar en los próximos meses.

Joan Mir./Repsol Honda Team
Joan Mir. Repsol Honda Team
Borja González

Borja González

Circuito de Mugello (Italia)-. "¿Es como perder batallas para intentar ganar después la guerra?", le preguntaba un compañero en Montmeló a Joan Mir el sábado tras el sprint, después de una charla con el piloto mallorquín analizando la situación actual de su marca, Honda, con una moto que suele ocupar fin de semana tras fin de semana las últimas posiciones de cada prueba. "Ha sido muy profunda la pregunta, me he emocionado y todo… Sí, por ahí van los tiros. Ahora nos toca sufrir. Más", bromeaba Mir. Y es que, antes del arranque del Gran Premio de España, en un test privado precisamente en el Circuito de Barcelona-Catalunya, el campeón de MotoGP de 2020 confirmó su sospecha: estaban llevando el desarrollo por un camino equivocado.

"Nos gustaría estar en otra fase, tomamos una dirección que probablemente no era la más acertada y estamos utilizando las concesiones para comprender eso, cuando las podríamos estar utilizando también para desarrollar. Estamos haciendo todo a la vez", confirmaba el máximo responsable del Repsol Honda, Alberto Puig, en una entrevista en DAZN. "Yo espero que después del verano, del parón, podamos haber encajado un poco las cosas, no te diré de hacer un salto salvaje, pero poder empezar a tener una moto más competitiva y empezar a hacer cosas". Mir y su equipo, también el de su compañero Luca Marini, decidieron dar un paso hacia atrás y esperar que eso les ayude a dar más hacia delante, lo que supone sacrificar esta parte de la temporada.

"¿A qué estoy esperando? Información y que al final del verano nos den… Ahí daremos un paso, en ese momento creo que daremos un paso", coincidía Mir con Puig. "Estoy convencido de que vamos por el buen camino". ¿Y cuál es ese camino? Tirar por la configuración de motor del año pasado. Con esto están sacrificando velocidad punta y aceleración, pero consiguen ganar en las sensaciones con el tren delantero y en el paso por curva. "El tema es que la evolución va por aquí y tiene más potencial, pero está claro que, a corto plazo, hemos perdido un montón. No hay nada de grip".

"Aceleración, velocidad punta… estamos últimos, pero bastante destacados, en cuanto a velocidad y en cuanto a aceleración es brutal. Sabemos el área en el que estamos perdiendo, ahora mismo ya no hay otra área en la que se pierda que no sea la aceleración y el grip en salida de curva. Eso es positivo, lo que pasa es que se pierde muchísimo. Delante tengo buenas sensaciones, estoy atacando bastante bien, no estamos para nada lejos en esa área ni en entrada en curva, creo que hemos recuperado un poquito ese giro del que nos quejábamos. Pero en lo otro se pierde el doble de lo que se gana". Algo que se exageró en el último gran premio, y que puede no ser tan exagerado en Mugello donde, por ejemplo, Marc Márquez en 2023 con la Honda se colocó segundo en la parrilla de salida.

En Montmeló fue curioso ver el trabajo en los garajes de Honda, la marca que está a la cola ahora mismo en MotoGP. Johann Zarco con la aerodinámica del piloto de pruebas, de Stefan Bradl, la última versión en desarrollo; su compañero Takaaki Nakagami con la misma que usaba Mir, aunque los dos con configuraciones diferentes de motor; y Marini con un alerón distinto en la parte de atrás de su moto, pero con la misma estrategia en cuanto al propulsor que la otra moto del Repsol Honda. "La moto ha mejorado, puedo pilotarla mejor, tengo diferentes sensaciones, y es algo que me gusta. Pero el resultado todavía no es bueno", señalaba este último, el único piloto de la parrilla que aún no ha sumado un punto. Por ejemplo, en 2023, en Mugello, Marini terminó cuarto en la carrera, con otras tres Ducati por delante.

Y, para estos días, sus perspectivas están muy alejadas de esto, en el extremo opuesto. El italiano, en cualquier caso, puede trabajar con cierta tranquilidad, porque tiene su sitio garantizado por contrato para 2025, lo mismo que ocurre con Zarco. En cuanto a Nakagami, la suya es una posición decidida directamente por Japón. Así que el único con el futuro abierto es Mir, precisamente el que está ejerciendo de líder de la marca en estos momentos. "No estamos hablando con nadie, seguimos pensando que Joan es un piloto súper rápido, es dos veces campeón del mundo. Yo siempre he pensado que juzgar a un piloto cuando la moto no es competitiva es un error", razonaba Puig en la entrevista en DAZN.

En estos momentos de ebullición del mercado, Honda se encuentra en una posición incómoda. No tiene una moto competitiva que ofrecer, sólo expectativas en las que es complicado confiar viendo su situación y lo que están tardando en salir del agujero. Así que seguir con Mir se plantea como la mejor alternativa, porque también saben que, tal y como están ahora las cosas, es imposible entender su potencial. Y el mallorquín duda. Por un lado, siente que está en una estructura potente, pero, por el otro, vive desesperado por la falta de resultados. Este jueves comentaba a Relevo que quiere aprovechar las tres semanas libres posteriores a este gran premio para pensar y tratar de entender qué quiere.

"Ahora hemos dado un paso hacia atrás. Es como me he sentido en esta carrera", nos decía el domingo en Barcelona aunque, a diferencia de lo que pasaba en 2023, su discurso transmite mucho más optimismo con la esperanza de que cuando termine el verano su marca le va a dar algo con lo que dar un giro a la situación. Aunque el mercado de pilotos no va a esperarle hasta agosto…