Jorge Martín reivindica su reinado en los sprints y Marc Márquez 'pelea' con los mejores
Aleix Espargaró firmó un gran tercero por detrás de Brad Binder, en una prueba en la que el de Cervera acabó quinto.
Circuito de Losail (Catar)-. De los 19 sprints disputados en 2023 en MotoGP, en el año del estreno de estas pruebas cortas en el Mundial de Motociclismo, el auténtico dominador fue Jorge Martín, a la postre subcampeón del mundo y que se llevó nueve, cinco más que el campeón Pecco Bagnaia, entre ellas las dos últimas del curso. La potencia de Martín a una vuelta nadie la pone en duda. Y en el Gran Premio de Catar de motociclismo lo volvió a confirmar. Como tampoco se discute que en esta modalidad es único, algo que ya se sospechaba antes de que arrancase 2023, cuando sólo era un tapado en la pelea por el título de ese año. Un tapado que se destapó con el gran rival del campeón.
Este sábado, en Losail, el madrileño hizo buena su pole desde la arrancada, siempre escoltado por el sudafricano Brad Binder, un animal en las carreras y que aprovecha casi siempre a las mil maravillas las excelencias de su moto en la maniobra de salida. Binder trató de soldarse a la rueda del primero, aunque esto le duró hasta que el de Prima Pramac puso un pasito más, nada, esas milésimas que ahora marcan las diferencias en este periodo de la clase reina. En cualquier caso, Binder confirmó eso que había dicho durante el invierno, que llegaban mejor a este arranque de curso que al de 2023, aunque su pretemporada no hubiese sido brillante. Dicho esto, serán las pruebas largas las que dictaminen si el trabajo hecho en Austria es suficiente, o no.
En eso del dispositivo de salida, seguro, porque se vio a su compañero Jack Miller meterse entre los mejores desde el comienzo, aunque como le pasaba el año pasado, con efecto champán, desvaneciéndose poco a poco, hasta el punto de que por momentos se convirtió en el 'estorbo' de los que pretendían llegar delante, para ser rebasado sin demasiados problemas por Pedro Acosta, el novato de la marca y de la categoría, que firmó un buen estreno. Porque cruzar la meta octavo en una prueba inaugural como esta, con un ritmo más que decente, es algo digno de destacar en un piloto que este fin de semana se ha confirmado como una de las sensaciones.
Ganaba Martín sin demasiados problemas (aunque eso quiere decir sin bajar el paso en ningún momento), todavía quejándose de algo de rebote trasero en la parte trasera de su Ducati, le escoltaba Binder, y para cerrar el primer trío triunfador del año, Aleix Espargaró. Una Ducati, una KTM y una Aprilia para empezar a discutir lo que parecía un hecho sólido, que nadie iba a poder con Ducati. Aunque lo visto este sábado no deja de ser una pista. Espargaró está sacando petróleo de su moto, se le ve cómodo con ella (mucho más que sus compañeros, con Maverick Viñales noveno y sumando el último punto, y Miguel Oliveira decimotercero), algo que ya demostró con su sensacional giro en el entrenamiento oficial. Porque mientras que Martín agarraba la pole usando una referencia, él se quedaba a 83 milésimas rodando solo.
Y ese tercer puesto no fue fácil para el piloto más veterano de la parrilla. Primero sufrió el ataque de Marc Márquez, que por momentos llevaba el ritmo más alto de los pilotos de cabeza (seis en total) y que llegó a pasarle, y que después tuvo que quitarle la última posición de honor a Bagnaia, que en la penúltima vuelta vio como la Aprilia le rebasaba. Y es que al campeón no le ha llegado a ver del todo sólido en estos dos primeros días de temporada, a falta de entender si vuelve a sacar su versión de los domingos, esa que le llevó a triunfar en 2023. Porque lo visto en el sprint no puede considerarse más que como una pista. No hay que mirar muy lejos, sólo al último noviembre, en un gran premio en el que Martín ganó el sábado (en una prueba que fue once segundos más lenta), pero que sufrió el domingo, en una carrera en la que brilló Fabio Di Giannantonio.
En cualquier caso, este sprint constató que los supuestos hombres fuertes están. Los tres Ducati que llevan la GP24 (no se puede medir aún a Franco Morbidelli por su corta pretemporada), el genio Marc Márquez, el guerrero Binder y Espargaró y su Aprilia. Y que lo de los constructores japoneses va para largo. Fabio Quartararo (Yamaha) fue el mejor de este deprimido grupo, duodécimo a casi 13 segundos de Martín; Joan Mir, decimoquinto a algo más de 14, terminó como el más rápido de los cuatro pilotos de Honda, en una prueba que cerró Luca Marini, su compañero con los colores de Repsol, y que cruzó la meta a 25.5 segundos. Marini, el mismo que hizo la pole en 2023 en Losail y que fue tercero tanto en el sprint como en la carrera de ese fin de semana.