El día en que les temblaron las piernas a los favoritos

Debía de ser el sábado más importante del año, y así lo reconocía este viernes Fabio Quartararo. Necesitaba un buen puesto en parrilla para afrontar la trascendental carrera de este domingo en el Circuito de Sepang, pero falló. Una caída primero en el cuarto entrenamiento libre, en la que se dañó un dedo y un mal oficial después, que le dejó duodécimo.

"Una oportunidad seguro que hemos perdido, una oportunidad buena, pero al final veo que hemos perdido muchas oportunidades en la segunda mitad del campeonato", reconocía el francés, que saldrá a la penúltima carrera de 2022 a 14 puntos del líder de MotoGP, Pecco Bagnaia. Oportunidad porque Bagnaia y Aleix Espargaró (tercero a 27 puntos) se fueron al suelo en un oficial en el que fallaron los tres primeros de la general.

"Creo que empezando el doce no puedo tener una estrategia… La estrategia será intentar ir lo más rápido posible, y a partir de ahí ver cómo van las cosas. Pero no creo que haya una estrategia específica". Sin estrategia, pero con la única idea de llevar vivo el campeonato a Valencia. "¿Si lo conseguiré? No lo sé, pero te aseguro que lo voy a intentar con todas mis fuerzas".

Dos puestos por delante del vigente campeón saldrá Espargaró, muy desdibujado y frustrado este fin de semana. "Sigo positivo, porque mañana es el último día aquí, se acaba el campeonato y hay que darlo todo, pero estoy un poco en shock. No entiendo muy bien dentro de mi cabeza por qué soy tan lento. En el test hicimos una simulación y todas las vueltas eran al ritmo de la que he hecho hoy en la qualy, y es imposible replicarlo. La verdad es que frustra un poco, pero parece que alguien quiere darnos otra oportunidad y salimos los tres muy cerca en la parrilla".

El de Aprilia es el que más negro ve el panorama y el que no esconde que preferiría una carrera con lluvia, o con un papel destacado del factor meteorológico, para que haya lío. Esto a la vez que repite que, viendo su situación, no puede sentir nervios. "Realmente lo tengo más perdido que ganado. Todo lo contrario, llegaba aquí súper motivado, me analicé las vueltas del test, me miré los ritmos, las simulaciones de Michelin... y estaba convencido de poder luchar por ganar, de verdad".

Así que con estas dudas, el noveno en la parrilla del líder Bagnaia parece hasta bueno. El italiano se quedó fuera de pasar directo en la Q2 por una caída y por tener que abortar una vuelta rápida al encontrarse a otros pilotos. Bueno, a su amigo y compañero en la academia de Valentino Rossi, Franco Morbidelli… y a Fabio Quartararo.

"Hoy, inconscientemente, he empezado a notar esa cosa dentro que te lleva al nerviosismo, que te hace ser menos lúcido en ciertas situaciones", reconocía en referencia a su airada reacción en el incidente con Morbidelli y Quartararo. Después, en el oficial, terminó yéndose al suelo cuando parecía que podía bordar ese intento de vuelta frustrado.

Y, en su situación, esta vez sí que Bagnaia ha aceptado que una estrategia interna en Ducati podría ayudarle en este momento tan trascendente. "Quizás mañana sea el día para hablar de órdenes de equipo. Se ha hablado mucho de esto, pero nunca han llegado a plantearse. Y mañana quizás sea el día apropiado… Pero en cualquier caso somos suficientemente rápidos para hacerlo bien", apuntaba, después de enseñar uno de los mejores ritmos de la parrilla.

En cualquier caso, es el factor nerviosismo el que sabe que más debe trabajar, una vez que es consciente de que es el que mejor llega de los tres a este domingo. "A ver qué hago. El otro día, por ejemplo, me puse una película, y me reí como un loco. 'The interview' se llamaba. Era muy cómica, estúpida, pero me lo pasé muy bien. Y también está aquí mi novia, y seguro que le haré bromas con las caras que ponía en la Q1. Me he reído mucho. Porque cuando estaba entrando en el box la he visto en las pantallas gigantes, y me he reído". Maneras de sobrellevar el que puede ser el día más importante de su carrera deportiva.