MOTOGP

Marc Márquez ilusiona en los test mientras que Bagnaia sigue batiendo récords

El italiano repite en Losail la soberbia actuación de Sepang y rompe los registros del trazado del desierto.

Marc Márquez, hoy en Catar. /AFP
Marc Márquez, hoy en Catar. AFP
Borja González

Borja González

El primer test de MotoGP de cara a 2024 fue el de la resaca y el de las novedades, en un día que no suele dejar muchas conclusiones. Porque todo el arsenal lo dejaron las fábricas ya para este año, sobre todo para la primera prueba en Sepang, un trabajo que han contrastado en estos dos días en el Circuito de Losail, en Catar, un escenario de condiciones peculiares (por el viento y la humedad, sobre todo) que dificulta las pruebas, pero que deja muchas señales sobre lo que puede venir, sobre todo en el primer gran premio de la temporada. Y hay dos tendencias evidentes.

La primera, que Ducati no para y que continúa marcando el paso al resto de constructores. Si su referente, Pecco Bagnaia, había sido el más rápido el lunes, el martes volvió a serlo, en un día en el que sus siete motos (porque la de Franco Morbidelli, presente en Catar aunque ausente en pista, la rodó el probador Michele Pirro) giraron por debajo del récord oficial del circuito, establecido en la pelea por la pole del último gran premio disputado en el desierto, el del pasado noviembre, por una de sus motos: la de Luca Marini, ahora embarcado en el proyecto de Honda. Establecida esta tendencia, sí que resulta interesante ver el buen trabajo hecho por Aprilia, la única que se atrevió a toser a su 'compatriota'. Aleix Espargaró terminó tercero, Raúl Fernández, con el modelo 2023 quinto, y Maverick Viñales sexto.

La segunda tendencia es la que señala a Bagnaia como el favorito, algo para lo que sus dos títulos consecutivos deberían de valer, aunque como se suele decir 'vales lo que tu último resultado dice'. Y, en su caso, lo enseñado en la pretemporada, dice mucho. Porque el italiano, siempre con su característica parsimonia, destrozó el récord de Sepang el pasado 8 de febrero (de su 1'57.491 del último gran premio lo bajó a un tremendo 1'56.862), y lo volvió a destrozar en Losail este 20 del mismo mes, del 1'51.762 de Marini a un brutal 1'50.952: casi seis décimas en el primer test, más de ocho en el segundo. En cualquier caso, esto confirma lo cómodo que el italiano se siente con las novedades de Ducati para este 2024, de motor y de aerodinámica, lo que le ha permitido dar un paso sobre todo en frenada.

Si volvemos al mundo de la casa de Borgo Panigale (Bolonia), Enea Bastianini, tercero en Malasia y segundo en Catar empieza a confirmar que se parece a ese piloto que maravilló en 2022, y que en 2023 no se entendió del todo bien con su nuevo prototipo, lastrado también por las lesiones. No poniendo en duda a Jorge Martín (aunque 'sólo' terminase séptimo), el resto de señales para los italianos continúan siendo prometedoras, porque los que van a correr con la versión vieja de su moto mostraron un nivel altísimo.

Entre ellos, el esperado Marc Márquez, que este martes sí que voló, en un día en el que también estrenó su casillero de caídas con su nueva marca. Eso sí, la única duda que puede dejar un satisfecho Márquez es que en las dos pruebas de este 2024 ha necesitado bastantes vueltas para ser rápido, algo con lo que no contará durante los grandes premios. Aunque lo que Marc aprende, ya no lo olvida.

Señalábamos el buen nivel mostrado por Aprilia, que necesitaba Catar para reconfirmar el puzle que ha montado para este curso. Un puzle sobre todo aerodinámico, que exige elegir los apéndices que mejor puedan funcionar, y que han hecho que la moto sea más exigente desde el punto de vista físico (falta por llegar una novedad de motor que aparecerá en la primera cita del año). Más exigente pero, como muestra el cronómetro, más veloz, sobre todo en manos de Espargaró, el que más claro parece tenerlo. En cualquier caso, Viñales en estos dos días se mostró más efectivo que en los tres malasios, a la vez que sorprendió Raúl Fernández, que se había perdido la anterior prueba por una caída en sus primeras horas, y que con la RSV 2023 se movió siempre entre los mejores.

Y si tenemos varias evidencias, Catar ha dejado a la vez algunas dudas. En el lado de KTM, y pese a Brad Binder terminase noveno, se ha constatado que llegar a ese nivel no le resultó ni mucho menos fácil. Jack Miller terminó undécimo (otro por debajo del récord de Marini), mientras que Pedro Acosta firmó el decimoquinto mejor registro, aunque el murciano continúa dejando señales muy positivas sobre lo que puede llegar a hacer en su aventura en MotoGP. Peor pinta dejó su compañero Augusto Fernández, muy perdido durante todo el invierno, y ya sin tiempo para solucionar sus problemas antes de que arranque el Mundial (ha terminado el último en los dos tests de 2024).

A los que hay que seguir manteniendo con un signo de interrogación son a los constructores japoneses (que están en modo 'work in progress'). Fabio Quartararo, que terminó decimocuarto, ya dejó claro tras su primer día en Losail que continúan muy lejos, una situación similar a la que están en Honda, aunque su referente, Joan Mir, pasó un martes de perros aquejado de una gastroenteritis que le dejó muy debilitado y que le obligó a hacer de tripas corazón para cumplir con la mayor parte del trabajo previsto. En cualquier caso, Mir se mostró muy optimista (a la vez que realista) tras su rendimiento del lunes, aunque la clasificación dictaminó que las cuatro RCV sólo terminaron por delante del último, de Augusto Fernández. Y la clasificación no suele engañar, aunque este test sí que pueda tener un punto engañoso.