Las 90 victorias de Marc Márquez esconden una pasión familiar y un cuento de superación histórico
El catalán igualó este domingo a Ángel Nieto como el piloto español con más triunfos en su carrera deportiva.

En 1969 un joven Ángel Nieto hizo historia logrando 90 victorias a lo largo de su carrera deportiva. Fue el pionero, el maestro, que abrió la puerta a otros españoles como Jorge Lorenzo o Dani Pedrosa. Hoy, 55 años después, esa historia se repite con otro de los nombres que ya han hecho historia: el de Marc Márquez, el piloto español con más títulos y el hombre que este domingo consiguió su victoria número 90 a lomos de la Ducati del equipo oficial. Un logro que llega en un momento clave en la carrera deportiva del ilerdense, su periodo de resiliencia.
Se podría decir que es el cierre de círculo perfecto si tenemos en cuenta que cuando Marc Márquez apenas levantaba un palmo del suelo, el nombre de Ángel Nieto era el único que resonaba en el motociclismo de nuestro país, con permiso de Álex Crivillé. Únicamente Dani Pedrosa y Jorge Lorenzo se habían abierto hueco en un deporte liderado hasta entonces por americanos, italianos y japoneses. Pero ahí estaba él, Marc Márquez, un niño de complexión media baja, cuyo ídolo era Dani Pedrosa y comenzaba a despuntar en un mundo de bestias.
¡GRACIAS ÁNGEL! @marcmarquez93 reaches another milestone ! 9️⃣0️⃣ wins across all classes#ArgentinaGP 🇦🇷 pic.twitter.com/OJ1jzIcUjh
— MotoGP™🏁 (@MotoGP) March 16, 2025
"Yo creo que mis padres me dieron una moto porque era su hobby y vieron que al niño le gustaba, pero nunca ha habido en mi familia la frase de 'vas a llegar a...', lo hacían sin imaginar ninguna recompensa a cambio. Mi padre llegaba cansado porque conducía una excavadora en una empresa de construcción y llegaba, cargaba las motos y con la caravana nos íbamos a un circuito y pasábamos el fin de semana allí...", reconocía hace apenas unos días el catalán en el podcast de Miki Nuñez.
De padres aficionados a las 'motos', la historia que comenzó como un hobby de los Márquez Alentá acabó llevando al de Cervera a correr en distintas categorías de promoción, donde empezó a despuntar por pequeñas hazañas que iría replicando a lo largo de su carrera deportiva. La historia de inversión de una familia que apenas tres años después se trasladaría también a su hermano Álex, bicampeón del mundo de Moto3 y Moto2 y el segundo de la general en lo que llevamos de temporada. Un hecho que muy pocos hermanos han logrado repetir en el mundo del deporte.
"Yo allí no era consciente de lo que estaba pasando. Empecé con cuatro años, con las motos, 4, 5, 6, 7, 8... Nosotros no teníamos vacaciones. O sea, mi familia, mis padres nunca iban de vacaciones. Entonces yo no entendía el porqué. O sea, era siempre vacaciones, pues de Cervera, un día a Salou, a Cambrils, a la playa y volver a casa a comer... Entonces tú, cuando ya empiezas a tener una cierta edad, lo entiendes. Todo lo que ahorraban, lo poco que ahorraban era para comprar una moto pequeña para el niño de segunda mano o un fin de semana: "Este fin de semana no vamos a entrenar, vamos a jugar a la pelota". Y es que, claro, con la moto tenías que ir al circuito, pagar la tanda...", reconocía.
La historia de resiliencia
Lo que comenzó como una inversión a futuro ha acabado convirtiéndose en una de las historias de amor más importantes en el mundo del deporte. En 2020, el mejor momento de su carrera deportiva después de ganar ocho mundiales y seis de ellos en MotoGP, el catalán vivió en sus propias carnes la peor parte del deporte: las lesiones. La ambición que siempre le ha caracterizado le llevó a volver antes de lo previsto y a tener que perderse el resto de la temporada por una recaída.
Desde entonces, la única premisa del ilerdense ha sido volver a ser el número 1 de la parrilla de MotoGP. "En 2021 es cuando digo, '¿vale la pena todo esto?'. Para vivir tengo, lo que he conseguido, conseguido está. Paramos y ya está, ese sufrimiento tampoco hace falta", reconocía, entre lágrimas, Marc Márquez en el documental de su vida. Una opción, la de la retirada, que rondó en la cabeza del piloto de Ducati en sus peores momentos. "Para mí ya el fichaje que hice el año pasado ha sido un éxito porque si no, este año anunciaría mi retirada. Hace un año tenía muchas dudas en mi mente, tenía muchas lagunas", revelaba a MotoGP tras acabar su etapa en Gresini.
La segunda apuesta más grande de su vida -la de dejar el equipo de su vida para embarcarse en una nueva aventura-, le ha acabado vistiendo de rojo, el mejor equipo de la categoría reina actualmente. Por el momento, la recompensa se ha convertido en cuatro victorias consecutivas -dos sprint y dos en carrera-, una de ellas la 90, la histórica y la que confirma que después de una vida de sacrificio y superación, Marc Márquez vuelve a ser el número uno.