En el último segundo y Grecia sin portera: el surrealista final que le da España otro bronce de mérito
La Selección femenina de waterpolo se impone a Grecia y finaliza tercera en los Mundiales de Doha. Desde 2017 no se cae casi de las medallas.

Entre las lágrimas desconsoladas de las griegas y los abrazos de las españolas pasaron siete segundos surrealistas, reflejo de cómo puede cambiar el deporte en una mala decisión o una acción arbitral en el partido por el tercer puesto de los Mundiales de Doha, que deparó un final esperpéntico. Con 9-9 en el marcador, España falló su último ataque por una mala decisión de Judith Forca, que lanzó sin ángulo. Quedaban siete segundos y la seleccionadora griega pidió tiempo muerto para atacar en campo contrario y disponer de al menos un lanzamiento.
Grecia apostó por jugar con portera jugadora, con la meta descubierta, pero cuando apenas habían transcurrido tres segundos, los árbitros señalaron contrafalta. Balón para España a falta de cuatro segundos. Sin portera, Judith Forca intentó lanzar pero hasta tres jugadoras griegas se le echaron encima para impedirlo. Lo lograron. El balón le cayó a Elena Ruiz, que, a sus apenas 19 años y con un palmarés único a su edad, la recogió del agua y la lanzó con rabia, más rápida que nadie. Quedaban dos segundos.
El balón entró, todos miraron a la árbitro canadiense y se validó el gol. Grecia sucumbió en el llanto y las protestas (10-9). España no sabía si abrazarse o no después de tanta tensión en un partido lejos de su mejor nivel, pero que al final le mantiene en un podio del que no se cae desde los Mundiales de 2017.
¿¿OS QUEDAN UÑAS?? A nosotros no
— Teledeporte (@teledeporte) February 16, 2024
Tendremos SIETE segundos para defender...
🇪🇸9-9🇬🇷#Doha2024 #AQUADoha2024
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Del 16-8 de la primera fase a la igualdad y la tensión
Con el mal sabor de boca de la derrota ante Estados Unidos en las semifinales de los Mundiales de Doha, aunque con un resultado más estrecho que en los últimos enfrentamientos (11-9), la Selección femenina de waterpolo estuvo espesa en ataque, con 5 de 16 en superioridades, y destensada en defensa, jugó con nervios, agarrotada, pero sacó el instinto de supervivencia de los campeones.
Ambas selecciones ya se habían medido en la primera fase con una contundente victoria de las españolas por 16-8. Un partido donde España enseñó las uñas que se le encogieron en este partido por el bronce, donde Grecia le metió un plus más de intensidad y encontró a sus lanzadoras. Judith Forca arrancó certera, al igual que una Bea Ortiz que se le había echado de menos en el aspecto goleador. Un 2-1 a final del primer cuarto, pero con unas sensaciones menos arrolladoras para España.
Hola, Elena Ruiz.
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¡¡𝗧𝗘𝗤𝗨𝗜𝗘𝗥𝗢𝗠𝗔́𝗦𝗤𝗨𝗘𝗔𝗠𝗜𝗦𝗣𝗥𝗜𝗠𝗢𝗦!!
‘𝗘𝗥𝗘𝗦𝗨𝗡𝗜𝗖𝗢𝗡𝗢’
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Del 9-6 al 9-9 y a los nervios resueltos de la manera más inesperadas
En una superioridad, con esa zurda que es como una catapulta, Forca abrió la brecha pero Grecia hurgó en la débil defensa española, mermada por la baja de Elena Ruiz que chupó más blanquillo del habitual al cargarse con dos exclusiones. Maica García marcó el 4-2 y Bea Ortiz y Paula Crespí, al contraataque, llevaron el 6-5 justo antes del descanso. La Selección femenina necesitaba sudar más de la cuenta para amarrar el bronce.
Tras ese parón, crecieron los nervios, las imprecisiones y los desajustes. Paula Camus, que recibió un tortazo en la cara, hizo el 7-6. Piralkova se estrellaba con los palos, pero Forca y Camus ampliaron la diferencia. España se hizo fuerte en defensa, con Martina Terre parando un penalti, pero Grecia encontró a sus mejores lanzadoras e igualó a falta de un minuto (9-9). Cuando el drama de los penaltis asomaba, apareció un inesperado final que trajo la sonrisa a España, que acumula desde 2017 tres platas y un bronce mundial, y dos oros, una plata y un bronce europeos. Solo quedó apeado en cuartos de final de los Mundiales de Budapest 2022. Y la plata olímpica de Tokio. Victorias de todo tipo para hacer historia.