SALVAMENTO DEPORTIVO

Un campeón del mundo en la misión de Open Arms secuestrada por Italia: "Si viéramos el Mediterráneo por debajo... un cementerio"

Eduardo Blasco ha formado parte de la última misión de la ONG española que consiguió rescatar a 196 personas y que tuvo problemas con el gobierno italiano por el 'Decreto Meloni'.

Edu Blasco, campeón del Mundo de Salvamento, cooperando con Open Arms en el Mediterráneo. /OPEN ARMS / Víctor Cabo
Edu Blasco, campeón del Mundo de Salvamento, cooperando con Open Arms en el Mediterráneo. OPEN ARMS / Víctor Cabo
Andrea Robles

Andrea Robles

"Aquí hay un barco con bandera española retenido por Italia por haber salvado vidas, pero los medios sólo hablan de Rubiales. Eso me cabrea mucho. Cuidado, que es importante, claro que lo es, pero esto también. Es que basta una frase: 'Barco español secuestrado por rescatar a 200 personas en Mediterráneo'. El político si no le cuesta a votos no hace nada, así que necesitamos que pase por la opinión pública".

Edu Blasco durante un rescate de la misión 105 de Open Arms.

El rescatista Eduardo Blasco atiende a Relevo por videollamada desde Fuerteventura. Bastan cinco minutos de charla con él para notar su energía desmedida, su incapacidad de quedarse quieto delante de un muro y no treparlo, su compromiso con cualquiera de sus ideas. Hace tres semanas regresó de la misión de rescate 105 de Open Arms por el Mediterráneo. No es la primera en la que ha participado, pero sí ha sido la más dura. Salvaron a 196 personas de un total de tres embarcaciones, pero el gobierno italiano secuestró su embarcación por no cumplir con su legislación.

Casualidades de la vida, Blasco (San Sebastián, 1994) se proclamó campeón del mundo de Socorrismo y Salvamento en Italia en 2022. Además, es campeón de Europa y cuenta con 64 medallas en campeonatos de España absolutos. Aunque su mayor triunfo siempre será el de salvar vidas. También es digno nieto de sus abuelos. El paterno, Carlos Blasco de Imaz, consejero del primer gobierno vasco tras la muerte de Franco. De él le viene la curiosidad política. El materno, Eduardo Álvarez, deportista, es quien le inculcó su amor por los viajes y por el mar: cuando era muy pequeño le enseñó a nadar en el Pico del Loro de Donosti -todavía tiene una cicatriz que se hizo con una concha de una ostra allí-. Después llegarían las competiciones de natación y, finalmente, la decisión de especializarse en Salvamento Deportivo.

Edu Blasco celebra el título de campeón del mundo en Salvamento Deportivo en 2022. edublascoalvarez
Edu Blasco celebra el título de campeón del mundo en Salvamento Deportivo en 2022. edublascoalvarez

"Antes de entrar en la Universidad -estudió Derecho y ahora Humanidades- ya me estaba formando para ser buzo de rescate". Proviene de una familia de médicos y bromea con que no está ni en el top 5 de familiares interesantes: "Yo no quería ser médico pero sí ayudar a los demás y de la natación pasé al salvamento. Y ahí ya se empieza a hacer una realidad, me doy cuenta de que sirvo para eso y lo quiero poner en práctica… así que después de ganar el Mundial me dije 'ya es el momento'".

Desde entonces, ha participado en varios rescates, pero en este último se dio de bruces con la polémica regulación italiana que penaliza 'rescatar de más'. Primero, recuperaron a 26 personas de una 'Rover' verde destrozada, acechada por amenaza de la oscuridad total. "Había luna nueva y ahí no distingues el cielo del mar, hay cero luz. Tuvimos mucha suerte, porque si no les llegamos a encontrar en ese momento…". El barco procedía de Libia, pero en él viajaban personas de Nigeria o Sudán. Una vez finalizado el rescate, las autoridades marítimas les asignaron un puerto a cuatro días de navegación.

Edu Blasco y la misión 105 de Open Arms rescatando una de las pateras.
Edu Blasco y la misión 105 de Open Arms rescatando una de las pateras.

"Después de un primer rescate siempre te dan puerto. Antes lo que hacían era que te lo daban varios días después, pero lógicamente era saltarse los Derechos Humanos. Entonces, ahora te lo dan rápido pero te lo dan lejos. Claro, si tú estás en aguas internacionales entre Malta, Italia y Libia y te dan Marina di Carradra que está casi en Francia, pues vaya fenómeno. Pero bueno es legal". Fue en ese camino cuando se encontraron con otras dos pateras y ahí es cuando supuestamente se saltaron el 'Decreto Meloni', que solo permite atender un rescate por puerto.

"Hicimos un segundo rescate de una embarcación en la que iban 132 personas de Bangladés que habían partido de Libia. En nuestras lanchas caben 23, así que imagínate el ir y volver, es muy duro a nivel de resistencia, y tuvimos que pasar por Lampedusa porque uno de ellos estaba muy mal". A continuación recibieron la alerta de una tercera embarcación. "¿Cómo vamos a descansar sabiendo que hay una patera? Otro barco que llegaba de Libia -el nadador apunta a que no es casualidad que lleguen siempre desde allí-, esta vez unos 40 sirios". El problema esperaba en el puerto. Allí, el gobierno de Italia secuestró el barco de Open Arms, que todavía se encuentra bloqueado.

"Yo planteo lo siguiente, si nosotros hubiésemos hecho todas las cosas 'bien' -seguir la ley italiana-, ahora estaríamos hablando de por qué murieron 132 personas y no estaríamos detenidos. Ahora, tampoco dormiríamos por la noche". Además, la ONG recibió una multa económica de 10.000 euros, que para el rescatista es lo de menos: "Es peor estar 20 días parados, porque si en 15 días salvamos a 200… ¿Por qué me tienes 20 días parado? ¿Lo haces como castigo? ¿Para que no traiga más gente? Si traigo más gente es porque nadie les ha rescatado. ¿Te parece bien entonces que muera alguien? ¿Te parece asumible que muera alguien por castigar una acción? Podríamos estar discutiendo administrativamente mientras sigo rescatando", expone.

Edu Blasco habla de la intervención del gobierno italiano y del secuestro del barco de Open Arms.RELEVO

"Si hubiésemos hecho las cosas 'bien', estaríamos hablando de por qué murieron 132 personas y no estaríamos detenidos"

Eduardo Blasco Rescatista

Tal y como avisa la ONG catalana, cada cuatro horas una persona muere ahogada en el Mar Mediterráneo. Para evitar más muertes, son varios los voluntarios que se suman a estas misiones de Open Arms. Junto a Eduardo estuvieron su compañera en la Echo 1 Cristina Fernández y la médico de la misión, Isabel Zamarrón. Todos se preparan físicamente, pero también psicológicamente, pues son muchas las tragedias que aguarda la mar. "Si tú no estás preparado para ver ciertas cosas, pues es mejor que no vayas porque te puedes bloquear o te puedes hacer daño y eso depende de ti, aunque la organización te ponga psicólogos antes o después", afirma.

En efecto, la exigencia física es elevada, pero la mental todavía más. Se nota porque 20 días después Eduardo no ha vuelto. Físicamente, sí, pero ya lo dice él: "No sé si es posible conectar con la normalidad cuando vives eso". Sigue intentando ayudar a la ONG a sacar ese barco al Mediterráneo, por eso habla con los medios, se comunica con sus compañeros y no hace caso de las "frases de taza" que según él le dirige su psicólogo para ayudarle a desconectar. No es una opción.

Edu Blasco: «Si viéramos el Mediterraneo por debajo... Es un cementerio». RELEVO

"Esto es una guerra… si la guerra la contamos en muertos, ¿cuál es peor? ¿Cómo contabilizamos? Y los números están sesgados, porque tu contabilizas las vidas que sabes que has perdido. Pero un barco se hunde muy rápido. Yo creo que se nos pondrían los pelos de punta si viéramos el Mediterráneo por debajo. Es un cementerio", reflexiona.

"No sé si es posible conectar con la normalidad cuando vives esto"

Eduardo Blasco Rescatista
Edu Blasco en la misión por el Mediterráneo.
Edu Blasco en la misión por el Mediterráneo.

Un nuevo reto deportivo a la vista

La ONG, Eduardo y el resto de voluntarios esperan que el gobierno español mueva ficha "como sí ha hecho el Ministro con lo de Rubiales". Y, aunque cada día siga preocupándose por el rescate de esa embarcación que salva vidas, Eduardo quiere competir. "Este año voy a iniciar una nueva aventura, nunca he competido en el campeonato de España en buceo deportivo. Ese es mi objetivo, sea oro, plata, bronce, cuarto. Siempre que aterrizo en una disciplina acuática lo hago desde el máximo respeto, al final, el buceo en España tiene veintipico mil licencias y hay mucha gente buena. Vamos a intentar hacerlo bien, pero yo creo que puede ser algo bonito", narra.

El tiempo nada en su contra pues el campeonato se disputará en noviembre y tiene que cambiar su modo de entrenar y de alimentarse para estar más fino, ya que en esta disciplina sus músculos no pueden consumir tanto oxígeno. Si consigue clasificarse para el Mundial se verá en una difícil disyuntiva, pues este se celebra en Arabia Saudí.  "Mi objetivo es seguir protegiendo la vida y los Derechos Humanos", contaba al poco de iniciar la conversación. Competir allí podría servir de altavoz para la causa.