MUNDIALES DE NATACIÓN | WATERPOLO

David Martín mira el estilo de Guardiola y la gestión de Ancelotti: "No existe el técnico perfecto, es acertar en el momento adecuado"

Después el oro Europeo, ahora buscan la misma medalla en los Mundiales de Doha. La Selección masculina de waterpolo, vista por su seleccionador.

David Martín, seleccionador español de waterpolo, en el pasado Europeo de Croacia. /RFEN
David Martín, seleccionador español de waterpolo, en el pasado Europeo de Croacia. RFEN
Alberto Martínez

Alberto Martínez

David Martín (Barcelona, 1977) lo fue todo como jugador de waterpolo. Capitán de la Selección y del Atlètic-Barceloneta, olímpico, subcampeón mundial y ganador de todos los títulos nacionales posibles. Pero nunca podía imaginar que su etapa como seleccionador dejase casi en anécdota todo lo logrado con el bañador puesto. El técnico ha roto barreras: logró que la Selección masculina ganara el Europeo por primera vez hace dos semanas en Croacia y devolvió el título mundial en 2022, 21 años después del último éxito. Y no se ha bajado de los podios, solo en los Juegos de Tokio cuando tenía la final a tocar. Con la ambición por bandera ("el objetivo es la Triple Corona"), ahora afrontan con las mismas ganas de siempre los Mundiales de Doha en un grupo con Sudáfrica, Croacia y Australia. En Relevo, Martín habla del éxito del waterpolo español, de su gestión y de un deporte en auge.

Lo primero, lo humano. ¿Cómo está después de este 2024 que empezó con el fallecimiento de su madre?

Mi madre tenía ELA y sabíamos que este final iba a llegar. Fue un alivio en el proceso en el que estaba, nadie quiere ver a un familiar sufrir de esa manera. Fue una señal que se fuera antes del Europeo, hubiera sido mucho más duro que sucediera estando allí. Dentro de la tristeza estoy aliviado porque ha dejado de sufrir. Estoy en una vorágine de competición en la que no puedo pensar. Cuando vaya a su casa, haga los trámites... Vendrán los recuerdos después, pero ahora estoy bien.

Esa vorágine les lleva ahora a Doha, unos Mundiales atípicos. ¿Los jugadores piden descanso?

Estamos en una burbuja dentro de la temporada. Campeonatos como el Europeo con el ambiente que hay, piscina llena, gente en contra... No estamos acostumbrados y el jugador quiere más. Ahora tocan los Mundiales y solamente hemos descansado cinco días, pero los jugadores han llegado bien. Estamos preparados y tenemos la ambición de repetir el éxito del Europeo. Nos habíamos marcado la Triple Corona, que sería histórico, porque nadie más podría ganar en ocho meses esos tres oros. Sabemos la dificultad pero tenemos ambición.

¿Cómo le explicaría a a un neófito por qué el waterpolo español es el mejor del mundo?

Lo del waterpolo español se puede catalogar de increíble. Nos faltan instalaciones, los clubes entrenan en piscinas precarias y no tenemos patrocinadores, tiramos del buen hacer de los clubes. Pero es cierto que los centro de alto rendimiento funcionan, salen grandes jugadores de talento y este es el gran secreto. Tenemos una ventaja que el waterpolo está concentrado en Barcelona, donde los niños compiten pronto a gran nivel, pero por otro lado la captación es estrecha, y eso debemos mejorarlo. No sé que más secretos hay. Somos una gran potencia, es cierto.

Usted lleva desde 2017 en el cargo y desde 2018 no se han bajado de los podios. ¿En qué momento hizo el click?

Los primeros Mundiales en 2017 fueron un fracaso. Hubo un cambio generacional. Teníamos jóvenes sin experiencia pero veíamos que había talento. Vimos brotes verdes. Empezamos a trabajar con un estilo de juego adecuado a los jugadores, como esa presión japonesa que se hizo famosa. El equipo lo acogió bien y fuimos competitivos. En abril en la Liga Europa llegamos a la final sin Felipe Perrone. Allí lo vimos. El punto de inflexión fue el Europeo de 2018 donde no ganamos de milagro. Los jugadores creyeron a muerte y ya nadie nos bajó de ahí.

Habla de Perrone, qué afronta sus 12º Mundiales. Esitarte, Rollán... ¿Perrone come en la misma mesa?

Comparar jugadores es complicado, es como hacerlo con Maradona o Messi. Todo evoluciona. Creo que Felipe es un jugador universal, puede jugar en todas las posiciones, y en todas las hace bien, es de los mejores de la historia. Destaco la capacidad que tiene para cada año reinventarse y rendir al máximo nivel y para hacer crecer a sus compañeros. Todos los que han pasado a su lado han acabado siendo mejores.

Ustedes también se reinventan, por ejemplo con los análisis de datos más minuciosos. ¿Qué innovaciones tienen?

Siempre tuvimos análisis de datos y el programa de edición de vídeos, incluso cuando era jugador. Pero hemos incorporado una persona especialista en ello, que de manera rápida nos dice el porcentaje de goles y de tiros... Durante los partidos te analiza, por ejemplo, a Croacia con una base de los últimos cuatro años y el acierto de sus jugadores. Es información que nos es útil a nosotros y a los jugadores. Eso nos hace crecer como equipo.

Por ejemplo, ¿la decisión de sustituir a Unai Aguirre por Edu Lorrio en la portería en el último cuarto ante Croacia, en la final del Europeo, se dio por eso?

En el caso de la portería tenemos a Antonio Aparicio, entrenador de porteros, que es el que más los conoce. A veces queremos cambiar dinámicas para crear confusión en el rival. En la última parte hubo un gol que le tocaron a Unai y generó dudas. Confiamos en Edu Lorrio y salió bien. Si entra un portero nuevo y para la primera, al rival le entran dudas y la defensa está más activada. Respeto la opinión de Aparicio.

Y también está el aspecto mental, con la incorporación de Richi Serrés en el staff...

El trabajo mental siempre estuvo en la sombra o fuera de los campeonatos. Pero quería que estuviera dentro del cuerpo técnico, porque pasan muchas cosas, y eso nos ha servido a los jugadores y a nosotros. Hemos dado un salto. Nuestra clave es la mentalidad. Sabemos afrontar mejor que nunca las grandes competiciones.

Tras Doha, París. ¿Qué selecciones ve como máximas rivales al podio?

Hungría está haciendo una generación numerosa. Tiene mucho dónde elegir y talento desde que llegó el nuevo seleccionador. Italia con Campagna en el banquillo siempre fue súper competitiva. Y luego estamos nosotros al mismo nivel que ellos. Grecia dio un salto de calidad aunque no estuviera en el Europeo y como siempre están los balcánicos, que parece que estén en crisis, pero son ellos. Y, ojo, con Estados Unidos, que tiene una gran generación y puede dar alguna sorpresa.

Ustedes se quejaron del arbitraje y de las continuas exclusiones en la fase de grupos del Europeo. ¿Está cambiando el waterpolo hacia un deporte de menos contacto?

No me gusta que el arbitraje durante la primera fase puede ir en una dirección y en los cruces cambiar. Hay expulsiones sin balón muy rigurosas, hubo mucho teatro. Yo digo que hay que premiar a los jugadores limpios, y no a los que se se aprovechan de ese criterio. Dependemos de la interpretación, es difícil arbitrar, pero tenemos que adaptarnos. Somos capaces de poder hacerlo. Por nuestro estilo es mejor que haya menos exclusiones.

Usted devora deporte, también fútbol. Mira por ejemplo a la decisión de Xavi, a la presión que hay en los grandes clubes, ¿cómo reaccionaría usted?

Es otra historia, somos unos privilegiados a nivel de presión. El fútbol es un circo y hay muchos intereses que generan una presión extra. No sé qué haría porque es muy difícil hacer tu trabajo. En nuestro deporte no existe eso, nunca echan a nadie a mitad de temporada, es casi imposible. Desde fuera lo mejor es centrarte en un trabajo y en lo que puedas controlar. El fútbol es otra historia.

¿Y se fija en entrenadores de fútbol?

Me gusta el deporte, veo todo. De fútbol me he fijado en Guardiola por cómo ha creado un estilo de juego y lo ha llevado a ligas que no estaban acostumbradas a ello. Tiene un valor incalculable, y más en el fútbol. Me fascina Ancelotti, la manera de llevar los equipos, la gestión, el respeto que infunden en sus jugadores, como Zidane. Me fijo en ellos sabiendo que no existe el técnico perfecto. La clave es acertar en los momentos adecuados. Es una profesión en la que tienes que estar preparado para aceptar los elogios y las críticas, al final hablar a toro pasado es muy fácil y en cada esquina hay un entrenador.