Cómo debe de ser una salida en natación: las diferencias entre salida nula y salida falsa
Para un nadador, el momento de la salida en una competición es clave. Violar las reglas o perder concentración puede acarrear serios problemas.

En una competición de natación el momento de la salida es muy importante. El nadador que lo aprovecha mejor saca una ventaja que puede terminar siendo decisiva. Naturalmente, después deberá completar su performance con velocidad y resistencia, pero salir bien siempre aumenta las posibilidades de éxito. Los instantes previos al salto al agua se viven como un pequeño ritual que requiere de una especial concentración para no cometer errores técnicos y, sobre todo, no violar las reglas.
Existen dos tipos de salidas diferentes en las competiciones de natación. Para los estilos crol, braza y mariposa, se salta desde un cubo de 53 centímetros de alto ubicado en uno de los dos bordes más cortos de la piscina. Para las pruebas de espalda y para las de relevo que comienzan con ese mismo estilo, la salida se realiza desde el agua. La posición inicial en estos casos es de espaldas al centro de la piscina, con las manos sobre un soporte ubicado debajo de la misma plataforma de salto que se utiliza en los otros estilos.
Son los jueces-árbitros de la competición los que, mediante un silbido largo, les dan a los nadadores la orden de subir al cubo de salto. Después lanzan a viva voz un "¡Preparados!" para que coloquen un pie adelantado en la plataforma de salida, de tal manera que los deje listos para ejecutar el salto al agua. Por último, un juez de salida da la orden para el salto con una señal sonora. En el caso de la natación adaptada para los Paralímpicos, esa señal también puede ser visual.
El momento de la salida en una competición de natación tiene alguna familiaridad con el del saque en el tenis: se requiere silencio para no distraer a los nadadores, que deben estar completamente enfocados y respetar una reglamentación controlada al detalle por los jueces.
Qué es una salida falsa en natación
Las salidas falsas son las que se producen antes de que se emita la señal sonora para el salto (un nadador se arroja al agua antes de que esté permitido y los demás permanecen en las plataformas, por ejemplo). Son sancionadas siempre con la descalificación directa.
En los casos de situaciones más dudosas -hay una diferencia imperceptible entre el salto y la señal, por ejemplo, algo que no es imposible ni mucho menos en una situación que exige tanta precisión-, se permite que la carrera arranque y continúe (como la "ley de ventaja" en el fútbol) y se toma al final la decisión de sancionar con descalificación o no al nadador involucrado, sin que importe la posición que haya logrado en la competición.
También se puede descalificar a un nadador por retrasar deliberadamente una salida o por cualquier otra desobediencia a las reglas durante el momento previo al inicio de la carrera. Las sanciones pueden ser señaladas por el juez de salida, pero siempre quedan sujetas a la aprobación o la rectificación del juez-árbitro.
Qué es una salida nula en natación
Por su parte, la llamada salida nula puede ser producto de un error de alguno de los jueces o de la intromisión de alguna otra circunstancia que haya afectado al normal desarrollo de la competición justo en ese momento inicial. En este caso no se contabiliza como salida y se repite de inmediato (o lo antes que sea posible).
La importancia estratégica de una buena salida se refleja en la atención que le prestan los nadadores de élite en sus rutinas de entrenamiento, donde trabajan la fuerza y la potencia de piernas, el equilibrio y la estabilidad corporal e incluso el agarre de los dedos de los pies para conseguir la mejor posición posible para el salto.
Un caso recordado que sirve como ejemplo es el del nadador español Miguel Durán, que saltó al agua antes de tiempo en la competición de 400 metros libres de los Juegos Olímpicos de 2016 en Río de Janeiro después de escuchar un sonido que se produjo en la grada y lo confundió. Durán se dio cuenta de error muy pronto, salió de la piscina y se marchó del recinto llorando. El público lo acompañó con un cálido aplauso, algo que interpeló a los jueces, que se reunieron para deliberar y le readmitieron en la prueba. Durán participó en la carrera y terminó en el puesto 37.